Un icono contra la discriminación
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Zerolo era socialista, luchador, amigo, compañero, incansable, activista, tenía el porte del hombre digno que se sabe libre, unas profundas convicciones, capacidad pedagógica, carisma y un torrente de emoción discursiva que seducía porque en sus intervenciones se percibía su pasión por la igualdad, la libertad y la solidaridad, los valores básicos del socialismo.