Opinión
"Parece que les molesta que el Rayo tenga un equipo femenino en Primera División"
Por Toni Mejías
Periodista
Actualizado a
Nunca un club de fútbol ha estado tan alejado de su afición y del barrio en el que se encuentra el campo. Nunca un equipo que está funcionado a nivel deportivo, alcanzando algunas metas que hasta hace poco parecían imposibles, ha estado tan dinamitado desde dentro, con un presidente que parece molesto con los logros. También parece difícil pensar que, en el año 2022, se permita estar al cargo de un club de fútbol femenino a un entrenador que alienta a una violación en grupo para “unir al staff técnico y al equipo”.
Invitar a la extrema derecha al palco mientras niega el acceso a algunos de sus aficionados, fichar a un jugador abiertamente nazi… Situaciones surrealistas que llevan sucediendo años en el Rayo Vallecano y que confirman la irreparable relación entre club, equipo y afición.
Además, tras la polémica por los audios machistas y deplorables de Carlos Santiso, la única dimisión ha sido de Jorge Blanco, el preparador físico del Rayo femenino B, que lo hizo “por principios y valores” y para desmarcarse de Santiso y de la decisión del club.
Aunque le ha resultado difícil separarse del equipo y de un grupo humano admirable, con el que sentía en familia, hay principios que son innegociables y que le permiten denunciar la deriva de los propietarios del club. Tras unos días convulsos donde prefirió guardar silencio, hemos podido charlar con él sobre su decisión.
Ha pasado más de una semana de tu dimisión. ¿Cómo han sido estos días?
Han sido más tranquilos que tras mi dimisión porque, desde que yo lo anuncio, primero en Instagram y luego en LinkedIn, donde tengo muchos contactos relacionados con el fútbol, desde ese viernes a la tarde, fue un poco el boom para mí. También durante el sábado y el domingo, donde me estuvo llamando todo el mundo, desde amigos a prensa, pero ahora ya más tranquilo.
¿Te han llegado algún mensaje desde los propietarios del club?
Nada. Es más, hoy en día sigo teniendo ficha en el Rayo B. No han dado de baja mi ficha. Entiendo que sí se habrán hecho eco del ruido mediático, pero a mí no me han dicho nada. Sé que han estado hablando de mí, porque me lo ha contado gente de la cantera, pero bueno… Del entorno de Presa no me ha llegado nada.
Cuéntanos un poco cómo fueron esos días. Desde que salta la noticia de los audios de Carlos Santiso hasta tu dimisión.
Yo estuve desde enero con Miguel Quejigo (el anterior entrenador del Rayo femenino) de prácticas. Tenía vacaciones en el curro y por las mañanas iba a echar una mano al primer equipo femenino. Cuando nos comunica Miguel que se va a ir y que están de acuerdo el director deportivo y el presidente se rumorea que íbamos a subir nosotros del B, que iban a fichar gente de fuera, que iban a traer gente del club… Hubo un poco de revuelo. Yo el viernes de esa semana no fui a entrenar, pero me enteré por dos jugadoras mías, que están haciendo dinámica de primer equipo, que Santiso iba a ser el entrenador y, más tarde, salta la noticia a los medios.
Ese viernes yo no entreno y a la noche, estuve hablando con unos amigos míos del pueblo que estaban de visita sobre el asunto, y toméla decisión de irme. El lunes se lo comunico al cuerpo técnico (al primer entrenador, al analista y al delegado) y el martes a las jugadoras. Durante esos dos días explico a las demás personas mis razones para irme. Esa fue un poco la situación.
¿Lo conocías anteriormente? ¿Has tenido algún contacto con él?
A Carlos Santiso lo conocía de antes por su currículo de entrenador y porque estuvo en el Rayo. En aquella ocasión sí que alguna vez le escribí por Linkedin o por alguna red social felicitándole por la temporada del Rayo. Antes de conocer los audios, como es lógico. Más tarde, cuando llega a seleccionador en la Selección Madrileña, al final dimite y ahí me cuentan que es por un audio. En ese momento ya los escuché. Fueron rulando por grupos de WhatsApp de los entrenadores de la Comunidad de Madrid o el típico que te decía “¿habéis escuchado tal?”. Luego saltó la noticia cuando fichó por el Rayo.
Las personas que trabajamos en el fútbol femenino sí conocíamos, antes que volviera al Rayo Vallecano, esos audios. En mi caso, particularmente, me pareció una locura que contrataran a Santiso. Lógicamente, desde que me enteré de los audios, no volví a escribirle ni a tener ninguna relación con él.
Pasan las semanas y sigue en el cargo, ¿crees que una vez pase el ruido mediático se olvidará el asunto y seguirá entrenando?
Sí es cierto que ahora es un momento en el que salen cada vez más noticias del Rayo. Primero fue Santiso, luego mi dimisión, después también los problemas que están habiendo de acceso al campo. Por ejemplo, yo fui a ver la Copa del Rey, el partido Rayo Vallecano-Betis, y nos hicieron fotos a los abonos. Ahora también ha saltado la noticia de que no pueden entrar los Bukaneros o se les retienen las banderas. También que no han pagado el canon a la Comunidad de Madrid por jugar… Es un bucle que no está cesando y que hacen que el Rayo siga siendo actualidad, pero cuando se acabe este ruido, seguramente, seguirá.
Yo creo que esta temporada va a seguir entera. Si baja el equipo, no sabemos lo que va a pasar, pero la situación indica que aguantará en el cargo y Presa no le va a echar. Por ejemplo, la semana pasada ganaron, deportivamente han sumado 3 puntos y han cambiado la racha negativa que llevaban. Con lo cual, parece que seguirán adelante con él.
No es la primera polémica en torno al Rayo femenino. Hace unos meses fue noticia que no cuenta con equipo médico pese a ser un club de la primera categoría. ¿Cómo se vive desde dentro ese día a día tan precario?
Es complicado. Te puedo contar cosas como que en la ciudad deportiva hay un gimnasio bien equipado y sólo lo puede usar el primer equipo masculino porque está en la zona de su burbuja. Entonces, el material de gimnasio del que dispone el femenino, tanto el A como el B, lo compraron sus entrenadores y es material compartido, que lo consiguieron para poder hacer entrenamiento de fuerza.
Otras situaciones están relacionadas con el viaje del femenino. Según el protocolo COVID te recomiendan que vayas en dos autobuses para evitar si hay algún brote en el primer equipo no afecte a todas, pero viajan en uno. Al fin y al cabo, son situaciones que te hacen ver que no las valoran como profesionales, pese a que tienen un convenio regulado.
Luego te dice la gente “evidentemente las chicas no pueden ganar tanto dinero porque el fútbol femenino no genera tanto como el masculino”. Pueden tener razón, porque a nivel de recursos económicos no es lo mismo. Nunca se ha pagado por un fichaje femenino la barbaridad que se puede pagar por uno masculino, pero tú al final, como entidad o como club, tienes que aportar un equipamiento básico. Para competir en alto rendimiento tienes que llegar en condiciones óptimas, ya sea a nivel táctico o físico.
Tener un déficit de trabajo de fuerza no te permite llegar a un pico físico que otros equipos sí tienen, que tienen instalaciones adecuadas y que tratan a sus jugadoras como profesionales. Esto implica no poder competir en igualdad. Y tienes que intentar competir con esos déficits, además de con un presupuesto de los más bajos de la categoría.
¿Has recibido apoyo desde tu decisión?
Uff. Desde que salta lo del viernes me llama todo el mundo. Me llama gente de mi entorno del fútbol, mi familia… De hecho, mis padres sí usan redes sociales, pero muy poco, cuando les mandé los enlaces estuvieron flipando. Mi madre estuvo el sábado por la tarde en el sofá sentada leyendo Twitter, lo que la gente ponía o dejaba de poner. Ellos me informan de que la vicepresidenta del Gobierno me escribe, yo lo desconocía. Me escribió el domingo también Rita Maestre. La verdad es que del entorno exterior me ha escrito todo el mundo. Por LinkedIn me han escrito desde la asociación de mujeres del deporte a mucha gente anónima, que me ha mandado mensajes por privado, también en redes sociales.
De mi entorno también. Desde colegas del pueblo hasta amigos de mis padres. Mensajes del estilo “joder, me alegra ver que no has cambiado”. También exjugadoras que he tenido diciéndome “chapó, lo que has hecho vale más que haber estado contigo un año y haber ganado 50 partidos”. Ese tipo de situaciones son lo que más me ha emocionado, mucho más a que me escriba gente famosa por redes sociales. También cuando se lo conté a mi abuela, que me dio un abrazo. Gente del pueblo que sé que están hasta arriba de trabajo y sacan un hueco para decirme que sigo siendo la misma persona y que es para sentirme orgulloso.
A las polémicas del equipo femenino se suman las invitaciones a políticos de VOX, el control policial sobre Bukaneros o la falta de acondicionamiento de un campo de Primera División. En un momento tan dulce, deportivamente hablando, a veces, desde fuera, puede costar entenderlo. ¿Busca Martín Presa dinamitar el club o quitarle el arraigo que tiene con el barrio?
Es un poco lo que hablábamos antes, de cuando estuve en el partido de Copa del Rey y vi el asunto de cacheos. En otros campos puede pasar puntualmente, pero no que te hagan fotos del abono. O ver cómo te miran las patrullas de antidisturbios alrededor del campo por llevar determinadas prendas. Son situaciones que, como aficionado del Rayo, te joden.
A Martín Presa no le gusta que esté la grada de Bukaneros. No es normal que lleves al palco a gente de extrema derecha, contraria ideológicamente a tus aficionados. No es normal la nefasta gestión de entradas o de abonos. Algunas situaciones administrativas o de organización que entiendo que, si el dueño sabe que no funcionan, joder, cámbialo. Yo que he estado trabajando en la ciudad deportiva, la gestión de la fundación también es mala. Al final es porque se permite que sea mala. No es normal que los niños y niñas no tengan ropa y están pagando un pastizal al año. No es normal que las instalaciones estén como estén.
No sé si están buscando molestar a la gente, pero parece que sea eso. Que la jefa de seguridad del Rayo impida que no entren bufandas o que el único partido que en este país se ha parado y suspendido ha sido por el asunto Zozulya, con esa misma persona en seguridad... Son cosas que dan a entender que, cuanto más roja u obrera sea la gente que va al campo, más le molesta. Encima el equipo va bien y parece que les molesta. Es que no entiendo…
Y el Rayo femenino igual. Parece que les incomoda tener un equipo en primera división. Porque además está entre los equipos que no han descendido desde que se formó la primera femenina, que ha ganado títulos, que ha viajado por Europa… Y no es normal esta gestión. Entrenadores sin cobrar durante varios meses también. Son situaciones que dan pie a entender que lo quieren hundir. Imagino que no porque es su empresa, pero parece que te sobran cosas y repercute en todo.
¿Cómo profesional te debe afectar lo exterior? Quizá no tanto, pero es complicado abstraerse. No es normal que los capitanes del Rayo protesten. Tampoco que cuando se bajan los jugadores del autobús vayan a los aficionados a decirles que están junto a ellos. ¿Cómo puede ser que tus empleados estén más con los aficionados que contigo, que eres el que les paga? Es alucinante.
Para finalizar, una pregunta típica, pero necesaria: ¿Otro fútbol es posible?
Claro que otro fútbol es posible. Yo entiendo que ahora es más un negocio que un deporte popular. Puedo entender que los presidentes, que invierten mucho dinero, quieran recuperarlo o buscar una estabilidad económica. Pero toda la gente que nos hemos preparado o estamos preparándonos para entrenador o que nos movemos en torno al futbol, es porque nos gusta el deporte. Sobre todo, porque mucha gente de la que trabajamos en él, sobre todo en el fútbol femenino, no nos podemos ganar la vida sólo de entrenador, pero vas porque te apasiona. Ver cómo las más jóvenes aprenden te emociona como entrenador de base. Ver cómo en nivel más amateur, las personas que llevan 8 horas en su trabajo explotadas llegan a su casa cansadísimos, se duchan, cogen sus botas y su única manera de despejarse es el fútbol, eso también es de admirar. O la persona que está estudiando y se despeja de los exámenes con el fútbol. Ese es el otro fútbol que si es posible.
Lo que pasa es que los intereses económicos se meten en medio y echan a la gente. También intereses políticos o personales que alejan al aficionado. Pero el fútbol de barrio, el fútbol de base que yo conozco, es un orgullo. Yo he podido participar en una asociación en Getafe donde hemos hecho durante los fines de semana viajes de convivencia a muchos lugares, hemos participado en carnavales, hemos realizado fiestas de barrio… Con esto quiero decir que es posible. Pero cuando llegas a un nivel medio-alto en el que empiezas a generar dinero, se convierte para muchas personas en algo codicioso. El interés económico influye en todo, también suele suponer dar un salto competitivo, pero el foco se desvía hacia otro lado, hacia la parte monetaria, y el fútbol no deja de ser un deporte, un juego.
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