Opinión
Una historia de Luigi Mangione
Por Guillermo Zapata
Escritor y guionista
Luigi Mangione es famoso. Es, además, el presunto asesino del CEO de United HealthCare que recibió tres tiros en plena calle. Luigi Mangione fue detenido días después en un McDonalds. Luigi ya era famoso, pero no era Luigi, era el chico guapo de la sonrisa bajo la capucha en la imagen que la policía había hecho pública para poder capturarle.
En las balas que acabaron con la vida del CEO de UnitedHealtcare había escrito: Delay, Deny, Defend. Las tres palabras hacen referencia a la estrategias que las compañías de seguros sanitarios en EEUU siguen para evitar pagar las indemnizaciones a sus asegurados.
El abrigo con capucha que llevaba Luigi Mangione se ha agotado en muchas tiendas, o quizás no, pero he leído en internet que así ha sido y, ¿acaso no es eso más real que la realidad misma? Tik Tok y Meta han censurado videos de canciones loando la gesta de Luigi. Los comentarios al post de la noticia en la que la policía difundía su imagen estaban llenos de gente defendiéndole. En una parte de ellos se usaba como referencia el gif de Javier Bardem en Dune Dos en el que pontifica “Lisan – Al – Gaib” indicando quién es el Mesias. En Central Park se convocó una concentración de dobles de Luigi a la que acudieron una decena de personas.
Elon Musk, que suele dárselas de iconoclasta en su papel de ministro oficioso de propaganda de Donald Trump, y que esta misma semana difundía en X una imagen (generada por su Inteligencia Artificial, Grok) en la que se podían ver las oficinas del New York Times ardiendo y el mensaje “Ahora tú eres los medios de comunicación”, ha indicado en el caso de Luigi que: “matar CEOs no es molón”. Dice literalmente “based; el “basado” que leemos en redes como traducción directa del inglés.
La detención de Luigi ha generado otras imágenes, algunas con el lema “Free Luigi”, también una cantidad importante de memes diciendo cosas del tipo: “Ahora sé porqué las mujeres escriben cartas de amor a los asesinos en serie”. También nos ha traído un análisis pormenorizado y exhaustivo de su huella digital, que a día de hoy es una especie de topografía cultural forense. Luigi podría ser fan de Unabomber y el primitivismo y también un aceleracionista anarcocapitalista; lo que es seguro es que Luigi está muy muy enfadado con las compañías de seguros sanitarios en su país. Y tiene razones poderosas. Razones que están en el corazón del dolor de millones de estadounidenses. Eso es lo que hace que sus actos sean recibidos con simpatía.
El caso es que Luigi es una estrella. Una estrella en alza. Aunque esté en la cárcel, su estrellato no se mide biográficamente, sino meméticamente. Desde el punto de vista de la cultura popular y el meme, Luigi no está detenido, es libre; y lo es porque ha matado al CEO de una compañía de seguros sanitarios.
Cuando Donald Trump dijo que podría pegarle un tiro a alguien a la vista de todo el mundo sin que hubiera consecuencias y luego ganó las elecciones en EEUU, nos echamos las manos a la cabeza. Pero estos días, viendo las acciones de Luigi, cabe preguntarse si no había algo de cierto en lo que decía Trump. Quizás la conexión entre las acciones en sí y su efecto posterior se han transformado radicalmente. Quizás depende de quién seas… O de a quién mates.
La reproducción de un hecho a mucha velocidad lo vuelve banal. Seguir las andanzas de Luigi Mangione ha sido (está siendo) ese plus de entretenimiento que sólo las redes pueden darnos. Algo banal no es algo malo, es algo intrascendente, desechable, consumible, rápido, entretenido. Una relación parasocial.
Mientras Luigi estaba fugado parecía que su escapada sería eterna, pero duró apenas cuatro días que recordados ahora (apenas dos o tres días después) parecen meses. El asesinato sucedió hace diez días, el 4 de diciembre. No sabemos cuánto durará la fama de Luigi, la atención es también muy escasa.
Pero cómo me comentaba una amiga hablando de esas reacciones estos días, parece evidente que hay mucho más afecto puesto en Luigi (o, en general, en el asesinato de CEOs), que en ninguna de las iniciativas políticas para garantizar el acceso a la sanidad en Estados Unidos. ¿Confiamos más en Luigi Mangione que en Black Lives Matter? Desde el punto de vista de la cultura popular y el meme, Luigi no está detenido, es libr y lo es porque ha matado al CEO de una compañía de seguros sanitarios.
En el tránsito de un paisaje cultural marcado por la ampliación de los derechos y la democracia a otro marcado por los valores de la extrema derecha, nos encontramos en un momento en el que tenemos la confianza puesta en cualquier gesto de radical indisciplinamiento.
En los primeros compases de esta historia, me acordé de un documental sobre la Weather Underground que vi hace años. La Weather Underground fue una organización que practicaba acciones armadas y de sabotaje en EEUU a principios de los 70, ligada a la contracultura y a lucha contra la guerra de Vietnam. En el documental se veían imágenes de una asamblea de estudiantes entre las que se encontraba la hermana de una de las fundadoras del grupo. Había un cámara y un reportero que le preguntaban a la chica si sabía quién era y qué hacía su hermana. La chica, tímida, miraba a cámara con una sonrisa llena de picardía y cierto orgullo y manifestaba que sí, y luego le daba la risa.
Pero tengo la sensación de que, al contrario de los Panteras Negras, o la Weather Underground, Luigi Mangione no es el producto de un movimiento revolucionario de una época revolucionaria. Es el producto de lo contrario. Es el producto de una sociedad sumamente frágil, frustrada, aislada, asustada y llena de furia.
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