Opinión
Los "amigos" de Pedro se hacen con el CIS
Periodista y escritora
El Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) ha decidido testar cuáles son las Percepciones sobre igualdad entre hombres y mujeres y estereotipos de género, así que ha difundido una encuesta. La encuesta consiste en ofrecerle a usted varios enunciados y que responda si está de acuerdo o no. Un enunciado es en sí mismo una postura política, un facilitador de pensamiento, un creador de corrientes. Bien lo saben los partidos cuando elaboran las preguntas que después harán a sus bases para que respondan lo que a ellos les conviene.
Voy a poner un ejemplo. En este momento, el PP podría preguntar a los ciudadanos si están de acuerdo con la siguiente afirmación “Los catalanes son racistas”. Tal y como han ido manejando el relato estos días tanto desde la derecha como desde los medios, el resultado podría dar un porcentaje bastante alto de personas que están de acuerdo con tal afirmación, pero dejémoslo en un 52%. Acto seguido, podrían hacer público el resultado y los medios titularían: “Más de la mitad de los españoles cree que los catalanes son racistas”.
Ah, pero eso no es verdad. De hecho, la inmensa mayoría de los ciudadanos de este país no se había interesado jamás por tan asunto. Hasta que… Hasta que llega alguien y, con intención evidentemente aviesa, redacta esa posibilidad y la ofrece a la ciudadanía para que la apoye o lo contrario. ¿Qué consigue con ello? No solo un titular, sino un estado de opinión, además de inocular en la ciudadanía un planteamiento que ni siquiera se les había pasado por la cabeza. Para ello, eso sí, hace falta que los medios de comunicación lleven cierto tiempo —en el caso de los catalanes, desde la pasada votación en el Congreso— sembrando dudas.
Eso y no otra cosa es lo que ha sucedido este lunes con las informaciones publicadas sobre la percepción de los hombres acerca de los avances en igualdad: “El 44% de los hombres opina que la igualdad ha ido demasiado lejos y los discrimina”. Eso dicen, porque eso es lo que se les ha ofrecido.
El CIS podría haberles ofrecido en cambio cualquiera de los siguientes enunciados: “Se ha avanzado tanto que creo que mis hijas sufrirán menos”; o “los avances han llegado a un punto que supondrán también mejoras en la vida de los hombres”; o, si lo quieren en negativo, “el avance por parte de los hombres deja todavía mucho que desear”.
Pero no. Partiendo de la base de que cualquier afirmación es tendenciosa por definición, el CIS sobre “percepciones sobre la igualdad…” ha optado por echar manos del manido “han llegado demasiado lejos”. También podrían haberse agarrado al “han ido demasiado deprisa”. Seguramente les ha parecido menos doloroso, menos contundente, menos violento en definitiva.
Así que han ofrecido al encuestado, a la encuestada, la siguiente basura: “Se ha llegado tan lejos en la promoción de la igualdad de las mujeres que ahora se está discriminando a los hombres”. Han difundido la respuesta y, acto seguido, los medios de comunicación han titulado: “El 44% de los hombres opina que la igualdad ha ido demasiado lejos y los discrimina”.
Casi al mismo tiempo, han surgido las voces que critican dicho enunciado. Opinan que también podría titularse como “El 56% de los hombres opina que la igualdad no ha ido demasiado lejos…” etc. Pero no sería cierto, porque no es ese el enunciado. El enunciado del CIS es el que es, y la noticia está en que un 44% de los hombres se muestre de acuerdo con él. Redactarlo al contrario es hacer trampa.
Sin embargo, el meollo de la cuestión no está en el porcentaje de adhesiones o lo contrario que ha recabado la afirmación de marras, sino en quién y por qué la ha redactado, la ha difundido y la ha convertido en un titular de primerísima importancia. Porque ese titular da por hecho que cerca de la mitad de los hombres de este país, antes de leerlo, antes de saber sobre la encuesta del CIS, opinaban que los avances en materia de igualdad han llegado demasiado lejos. MENTIRA. Y que, además, lo han hecho hasta tal punto que “los discriminan” a ellos. MENTIRA. Nada de eso sucedía, nada de eso estaba en la agenda informativa, ni siquiera en la mente de la inmensa mayoría de la población hasta que el CIS, medios de comunicación mediante, ha vendido esa idea.
Pero, como con el racismo de los catalanes, es necesario haber sembrado antes para recoger el grano. Y en este caso, el sembrador fue nada menos que el propio Pedro Sánchez, presidente del Gobierno.
El 19 de junio del pasado año, opinando en Onda Cero sobre las medidas de Irene Montero y el Ministerio de Igualdad, Sánchez afirmó: “Hay hombres de entre 40-50 años que han visto en algunas ocasiones que algunos discursos han sido incómodos hacia ellos”. Llegó a decir que entre esos hombres estaban incluidos sus amigos. Y añadió: "Lo que queremos es ver un país en igualdad, donde las mujeres crecen libres y crecen también seguras. Esa apelación a ese feminismo integrador es probablemente la tarea pendiente que tiene en particular la España progresista durante los próximos años”.
Es decir, lo que ha hecho este CIS es volcar las opiniones de Sánchez y de sus amigos en la población y contagiar a gran parte de la opinión pública de unos postulados machistas que rayan la misoginia. Si el presidente utiliza nada menos que el CIS para hincar el diente en asuntos de Igualdad, tras haber barrido cualquier rastro del anterior equipo del Ministerio, es que el asunto le pica lo suficiente como para ponerse manos a la obra. No hace falta, visto lo visto este lunes, preguntarse en qué dirección.
Comentarios de nuestros suscriptores/as
¿Quieres comentar?Para ver los comentarios de nuestros suscriptores y suscriptoras, primero tienes que iniciar sesión o registrarte.