La placa que homenajea a Nevenka en Ponferrada aparece rociada con ácido

Hace apenas dos meses que el Ayuntamiento de Ponferrada destapaba una placa en homenaje a la exconcejala del PP Nevenka Fernández, primera mujer española que logró la condena de un cargo público por un delito de acoso sexual, su compañero de partido y exalcalde de la capital berciana, Ismael Álvarez. Una inauguración que no contó con la participación de la protagonista, alejada desde hace años de su ciudad natal por el sufrimiento que le provocó la denuncia. Este fin de semana, la estructura metálica con el retrato de Nevenka amanecía rociada con material corrosivo. Según avanza el diario InfoBierzo, fuentes municipales han condenado los hechos y trabajan para dar con el autor.

El Ayuntamiento ha anunciado que abrirá una investigación para averiguar quién vertió ácido sobre la placa conmemorativa. Las imágenes se han difundido a través de las redes sociales durante lo que va de semana. El acto vandálico no sólo ha afectado a la pieza con el rostro de Nevenka, sino que el césped también se ha visto dañado.

Como se trata de un espacio transitado en el que hay varias cámaras de videovigilancia, el Gobierno local espera dar pronto con el autor del ataque. El Ayuntamiento de Ponferrada instaló la placa para agradecer y reconocer el papel de Nevenka, que alentó la lucha de muchas otras mujeres contra la violencia machista. La berciana fue pionera al emprender una batalla legal contra un cargo público y sufrió durante años el rechazo de sus vecinos. 

La concejala de Bienestar Social del municipio, Lorena González, ha emitido un comunicado oficial para denunciar los hechos y defender la valentía de Nevenka. "Afortunadamente la mayor parte de la ciudadanía ha avanzado, pero actos como este demuestran que siguen existiendo grupúsculos violentos que se resisten a un mundo donde las mujeres podamos decir que no", señala la también candidata de Unidas Podemos a la Alcaldía de Ponferrada.

El caso Nevenka

Lorena González ha aprovechado para recordar el rechazo que tuvo que soportar Nevenka en su pueblo tras denunciar a un alcalde que estuvo ocho años en el cargo. "Si rociar con ácido una placa con su cara 22 años después son los estertores del odio que despertó, imaginaos lo que tuvo que soportar esta mujer hace dos décadas por atreverse a denunciar lo que muchas mujeres vivían calladas desde la culpa y la vergüenza", relata la concejala. 

"Son estas mujeres las que han cambiado España y las que han logrado que hoy estemos un poco más protegidas ante estas situaciones", continúa. "Algunos tenían mucho interés en no homenajear su valentía. Se excusaban en que era algo del pasado y que estaba superado para seguir silenciándolo", concluye. Los hechos demuestran que, pese a los avances, el odio sigue presente y el caso Nevenka todavía remueve conciencias en la capital berciana.