La Justicia anula la sentencia del acosador de Paula Bonet al no ver justificado su trastorno mental

La sentencia que condenaba al acosador de la artista Paula Bonet a permanecer recluido en un centro psiquiátrico ha sido anulada por la Audiencia de Barcelona. El tribunal ha argumentado que la motivación del auto tiene un "déficit insubsanable" debido a la falta de valoración de una prueba relevante, y exige que se repita el proceso, argumentando de manera más clara la eximente de trastorno mental.

Carla Vall, abogada de Bonet, ha explicado: "Quedamos a la espera de una sentencia que motive ese punto. Tanto Fiscalía como nosotros consideramos que no existe tal trastorno y que la condena debe ser de prisión". "La Audiencia ha estimado lo que pedíamos las acusaciones: la nulidad por motivar la sentencia, es decir, argumentar más y mejor. En ningún caso ha caído la condena", ha agregado para pedir calma.

Victor Galindo fue condenado en la sentencia a cumplir tres años y tres meses de internamiento en un centro psiquiátrico. La Audiencia de Barcelona ha solicitado ahora al Juzgado Penal número diez de Barcelona que explique por qué aplicó la eximente de trastorno mental a Galindo después de condenarlo por amenazas, acoso y violar la prohibición de acercarse a la escritora.

La jueza justificó así su decisión

La sentencia señaló que el acosador estaba inmerso "en una realidad paralela que afectaba su pensamiento y comportamiento" de manera irracional, lo que le impedía "actuar con normalidad". También se especificó que padecía un trastorno mental diagnosticado como delirio erotomaníaco encapsulado, lo que "condicionaba completamente su voluntad", aunque la enfermedad es tratable.

La jueza de Lleida archivó la causa abierta contra Galindo al considerar que "no se desprende la existencia de indicios suficientes de la comisión por parte del investigado de un delito de coacciones", que los hechos "no revelan gravedad suficiente" y que, además, fueron denunciados dos años después.

La decisión generó el rechazo tanto de la propia Bonet como de la Fiscalía, que recurrieron por cuestionar que el indiviudo sufra un trastorno mental. A raíz del juicio, varias mujeres se pusieron en contacto con su abogada para explicarle que también habían sido acosadas por el procesado.