Decenas de colectivos feministas, a través de un comunicado conjunto, han valorado el debate en torno a la ley del sólo sí es sí y han defendido la versión que propone el Ministerio de Irene Montero porque "aumentar las penas no nos protege, ni nos ha protegido nunca". 

El escrito es contundente y pide que "el consentimiento siga siendo el eje vertebrador de esta Ley, evitando que las mujeres tengan que demostrar que ha habido violencia y/o intimidación". Esta semana, varias juristas reconocían a que la reforma propuesta por el PSOE volvía a poner el foco en la víctima y no en el agresor.

Las agrupaciones feministas que apoyan la publicación defienden el concepto y su presencia en la ley como cuestión innegociable: "El consentimiento es una expresión afirmativa, consciente, voluntaria y reversible, y su inexistencia implica delito de agresión sexual. Esta Ley es el reflejo de años de reivindicaciones del movimiento feminista para alcanzar la libertad sexual de las mujeres y enfrentar las violencias sexuales".

Precisamente, en esa línea se mostraba Irene Montero este sábado en una entrevista para Público: "No pensamos que más penas aseguren una mejor protección a las víctimas", declaraba a raíz de las propuestas del PSOE, aunque aseguraba que estaba "dispuesta a ceder en la cuestión de las penas", apuntaba la ministra de Igualdad.

La propuesta socialista para aumentar las penas, con su reformulación, cruza una línea roja para el Ministerio de Igualdad. Aumenta las penas hasta dejarlas prácticamente donde estaban antes de la ley del solo sí es sí, pero además, introduce en uno de sus artículos (el 178) la distinción entre las agresiones sexuales cometidas con y sin violencia e intimidación, un concepto que el equipo de Irene Montero había cambiado con la ley y que se había presentado como un cambio de paradigma. 

"Toda la atención y enredo mediático y político se ha centrado en la rebaja de penas que algunos jueces han hecho en su interpretación de la ley, vulnerando el espíritu de la misma. Al tiempo que muchos medios de comunicación se hacen eco, desinformando y alimentando el miedo social", apunta el comunicado.