Alves niega que hubiera violación después de que los forenses desmonten su argumento de que "iba muy bebido"
Las psicólogas forenses aseguran que el futbolista "podía distinguir el bien del mal, porque no tenía alteración de la realidad" a pesar de haber consumido alcohol la noche en la que agredió a una mujer. Él insiste en que fue sexo consentido.
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En la última jornada del juicio que se celebra en la Audiencia de Barcelona contra Dani Alves por agresión sexual a una joven en una discoteca de Barcelona el 30 de diciembre de 2022, el exjugador del FC Barcelona ha insistido en su inocencia y ha reiterado que mantuvo relaciones sexuales consentidas con la joven, sin que ella le dijera en ningún momento que parara. El juicio ha quedado visto para sentencia.
Alves también ha relatado que el día de los hechos iba "bastante bebido" pero que aún así recuerda lo que sucedió.
La defensa del jugador trata de demostrar que Alves estaba ebrio para conseguir un atenuante en una posible condena. No obstante, a las preguntas de la abogada de la acusación popular, las propias forenses contratadas en calidad de peritos por la propia defensa del futbolista han desmontado parte de esa estrategia. "Claro que podía distinguir el bien del mal, porque no tenía alteración de la realidad", han dicho, para dejar claro que el jugador tan sólo tenía "las capacidades cognitivas levemente afectadas".
Alves, quien se enfrenta a nueve años de cárcel por un delito de agresión sexual, se ha negado a responder a las preguntas de la Fiscalía y de la acusación particular ejercida por la víctima. El acusado solo ha contestado a las preguntas de su defensa, en una comparecencia en la que ha acabado rompiendo a llorar.
En su alegato final, la defensa de Alves ha mantenido su petición de absolución, aunque ha planteado como alternativa una condena de un año de cárcel –el periodo que el exfutbolista lleva en prisión preventiva– y 50.000 euros de indemnización.
Por su parte, la Fiscalía ha mantenido para Alves su petición de nueve años de cárcel, que la acusación particular ejercida por la víctima eleva a doce años, en ambos casos con una indemnización de 150.000 euros.
Una versión en entredicho
La versión de Alves enfrenta varias dificultades. Para empezar, los forenses que atendieron a la víctima no tienen "ninguna sospecha" en sus exploraciones psicológicas de que la denunciante simulara o exagerara sus síntomas y han concluido que sufre un trastorno postraumático y que dice la verdad.
La versión de Alves, además, pierde fuerza después de que las dos psicólogas forenses contratadas por lsu propia defensa hayan desmontado los argumentos del futbolista sobre el consumo de alcohol como atenuante en la agresión sexual por la que se le acusa. "Sabía lo que estaba sucediendo aunque estuviera ebrio", han dicho.
Las dos forenses han recalcado que, tras sus investigaciones y análisis, han podido corroborar que hay "evidencias" de que en la noche de la agresión Alves había consumido alcohol. En su relato, argumentan que Alves "se relacionaba con personas que no conocía y abrazaba, que es ilógico en él, había descoordinación motora, parece como que se caiga", han relatado sobre las imágenes, y han asegurado que Alves no es una persona habituada a tomar alcohol.
También han hecho referencia a un ticket del restaurante donde cenó aquella noche con varios amigos, en el que constata el cobro de vino y whisky. También han comprobado que el futbolista bebió alcohol a través de las grabaciones de las cámaras de seguridad de la discoteca Sutton donde el futbolista cometió la agresión.
No en vano, las dos psicólogas han dejado claro que a través de ese ticket no se puede saber "la cantidad concreta que tomó, porque no hay prueba de alcoholemia". Alves compartió mesa con tres personas más y tampoco se puede aclarar cuánto bebió el acusado en la discoteca porque solo está grabado el momento en que le rellenan la copa.
El tribunal valorará si mantener a Alves en prisión preventiva
Tras quedar visto el juicio para sentencia, el tribunal de la Audiencia de Barcelona que juzga al futbolista valorará si mantener al jugador en prisión provisional tras su juicio y mientras espera sentencia.
Los magistrados lo decidirán en los próximos días a petición de la abogada de la defensa, Inés Guardiola, que lo ha pedido al final del juicio, ofreciendo que a cambio el futbolista esté en libertad provisional y con el pasaporte retirado.
La Fiscalía se ha opuesto a dejarlo libre, teniendo en cuenta la falta de arraigo de Alves en España y su patrimonio, lo cual puede propiciar el riesgo de fuga.
En el mismo sentido se ha posicionado la acusación particular que ejerce la denunciante, que ha recordado que en noviembre se rechazó por última vez su petición de dejarlo en libertad.
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