Durante este viernes se comenzarán a repatriar los primeros cuerpos de los fallecidos durante el accidente de autobús en Suiza en el que viajaban los niños y profesores de dos colegios belgas. Un avión militar de transporte C-130 Hércules viajó el jueves por la tarde hacia Suiza. El fiscal de Valais Olivier Elsig ha informado a la televisión suiza de que 'todas han sido identificadas' y que serán repatriadas ' lo antes posible'.

El Gobierno ha decidido que la repatriación se produzca en un ambiente 'sereno', tras consultar a las familias y por respeto a las víctimas. Por tanto, ha anunciado que los medios de comunicación no tendrán acceso al aeropuerto militar de Melsbroek, junto a Bruselas.

Las familias de algunas víctimas volvieron a este aeropuerto la noche del jueves desde Suiza, a bordo de un Airbus del Ministerio de Defensa, tras identificar a las víctimas.

Está previsto que se instalen capillas ardientes en Lommel y en Hervelee, las dos localidades en las que se encuentran las escuelas de los niños que sufrieron el accidente.

En recuerdo a ellas, ayer por la noche 2.500 personas se reunieron en una plaza pública de Lommel para celebrar una vigilia.

Entre los fallecidos se encuentran los dos chóferes, siete niños y dos adultos acompañantes de la escuela Sint-Lambertus de Heverlee y 15 niños y otros dos adultos del colegio  't Stekske, de la ciudad de Lommel. Hay un total de 24 heridos, cuatro de ellos de gravedad. Una de las 28 víctimas mortales del accidente de autobús belga en Suiza tiene la doble nacionalidad española-belga.

El Gobierno federal ha decretado para hoy un día de luto en todo el país, que guardará un minuto de silencio a las 10.00 GMT, tras el que repicarán las campanas de todas las iglesias belgas.

'Vivimos una tragedia nacional', dijo el jueves el primer ministro, Elio Di Rupo, ante un pleno especial del Senado en recuerdo de las víctimas.  'Nuestro país vive uno de sus momentos más tristes. Tres meses después de la catástrofe de Lieja, nuestro país es golpeado duramente de nuevo.

Tras descartar el exceso de velocidad o la fatiga del chófer, las autoridades suizas no han dado pistas sobre las posibles causas del accidente, pero una investigación conjunta del diario suizo Aargauer Zeitung y del belga Het Laatste Niews apunta a que el conductor se disponía a cambiar un DVD justo antes de la tragedia. La compañía dueña del vehículo Toptours descartó esa hipótesis en una rueda de prensa, y recalcó que la autopsia ha indicado que el conductor no había bebido alcohol, según les informó la policía suiza.

El enorme interés que ha generado el drama de ambas escuelas ha supuesto también muchas quejas ante la policía en Heverlee debido a la actitud de algunos equipos de prensa audiovisual extranjera, que habrían filmado a menores y se habrían encaramado a las tapias de la escuela para captar imágenes del interior.