La Unión Europea, expectante
"Escenarios complicados"
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BRUSELAS.- La Unión Europea (UE) aguarda hoy con expectación el resultado del referéndum convocado este domingo por el Gobierno heleno, que marcará tanto el futuro de Grecia como sus relaciones con los Veintiocho.
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La consulta, y sobre todo la manera de plantearla, no ha sido bien acogida en general en la UE, y en particular en los países de la Eurozona, cuyos ministros de Finanzas (Eurogrupo) acordaron, como defendía Alemania, interrumpir las negociaciones con Grecia hasta después de conocer el resultado del referéndum.
Juncker considera que lo que está en juego es el futuro de Grecia dentro de la UE
El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, ha insistido en que lo que está en juego en el referéndum no es la última propuesta de los acreedores sobre un nuevo rescate a Grecia -que ya no es válida-, sino el futuro de ese país en la Unión. "Les pido a los griegos que voten que sí, sea cuál que sea la pregunta, que voten que sí porque lanzarán un mensaje de que quieren seguir con la eurozona y la familia de la Unión Europea", dijo Juncker esta semana, al tiempo que afirmó que votar "no" significaría "que Grecia dice no a Europa".
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"Escenarios complicados"
Aunque todavía no está claro lo que pasará si sale el "sí" o el "no", el país tendrá que hacer frente a "escenarios complicados", explica a Efe el analista político Vincenzo Scarpetta, del centro de estudios Open Europe.
"Grecia tendría pocas probabilidades de conseguir una oferta diferente si gana el no", opina un experto
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"Pese a lo que Tsipras y (el ministro de Finanzas griego, Yanis) Varoufakis, han estado diciendo a los votantes, Grecia tendría pocas probabilidades de conseguir una oferta sustancialmente diferente por parte de los acreedores tras un voto negativo en el referéndum", según el mismo experto.
Vuelta a las negociaciones
El "sí" facilitaría la vuelta a las negociaciones con Atenas para un tercer rescate, que podría quizá incluir la reestructuración de la deuda que tan insistentemente ha pedido el gobierno de Tsipras.