El tsunami pone en máxima alerta todas las costas del Pacífico
Olas de cuatro metros llegan a las islas Kuriles de Rusia // Estados Unidos evacua Hawai y cierra los aeropuertos de tres de las islas por precaución
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Poco después del terremoto, olas de más de diez metros arrasaban la costa occidental de Japón y hacían saltar todas las alarmas en el Pacífico. Los países bañados por este océano temían que se repitiese la pesadilla del 26 de diciembre de 2004, cuando un tsunami generado frente a las costas de Indonesia cruzó el Índico y acabó con la vida de más de 226.000 personas en una decena de países. Se activaron las alertas de tsunami con la hora a la que se preveía que llegasen las olas gigantes y la población de las áreas costeras fue evacuada hacia zonas elevadas del interior. Pero el tsunami se debilitó y las olas no sobrepasaron, por lo general, el metro de altura en los países vecinos.
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Una de las pocas excepciones fueron las islas Kuriles, al noroeste de Rusia, donde se registró "una oscilación del nivel del mar con alturas de entre tres y cuatro metros", informó el Instituto Meteorológico de Rusia (IMR) en un comunicado. Aun así, Moscú descartó la existencia de víctimas o de daños graves en las infraestructuras. El tsunami llegó al archipiélago filipino unas seis horas después del terremoto. Anticipándose a la posible destrucción, miles de personas habían abandonado sus casas y se habían refugiado en los centros de evacuación montados por la Administración.
Según la gobernadora de la provincia filipina de Surigao del Norte, Sol Matugas, se produjo "una repentina bajada de la marea", uno de los síntomas que precede a los tsunamis, pero finalmente las olas fueron de un metro de altura y los daños menores de lo esperado.
Aun así, las autoridades filipinas pusieron en alerta a los guardacostas, recomendaron que nadie se acerque a la playa hasta que pasen 24 horas y pidieron a todas las embarcaciones que se queden en puerto hasta que pase el peligro. Por el contrario, a los buques que no podían volver a tierra a tiempo se les instó a alejarse mar adentro, ya que el riesgo de ser arrastrados por la fuerza devastadora del tsunami sólo se da cerca de la superficie. Eso fue lo que motivó el naufragio de un barco con cien personas a bordo cerca de la costa oriental japonesa, informó la agencia Kyodo.
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La Cruz Roja advirtió que algunas pequeñas islas del Pacífico como Tuvalu y Kiribati corrían el riesgo de "desaparecer bajo el agua" si la pared de agua llegaba hasta ellas con la misma fuerza que en Japón. No fue así, pero las autoridades de estas islas mantuvieron el estado de alerta. Estados Unidos se libró del peligro de un maremoto, aunque una persona falleció en California. Las olas no llegaron a causar destrozos en Hawai que, alertada de madrugada de la llegada del tsunami, evacuó su zona costera.
En Hawai, a unos 6.200 kilómetros de distancia del epicentro, las primeras olas comenzaron a subir de manera sostenida en las playas del sur de la isla de Oahu, pero no tuvieron la fuerza esperada y no causaron daños. Los aeropuertos de al menos tres de las principales islas del archipiélago fueron cerrados como precaución, y la Marina de EEUU ordenó a todos los buques de guerra en Pearl Harbor que permanecieran atracados para dar apoyo a misiones de rescate por si fuera necesario.
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El jefe de gabinete de la Casa Blanca, Bill Daley, fue el primero en confirmar oficialmente que "las olas del tsunami habían pasado por Hawai sin gran impacto, lo que era muy alentador". El presidente, Barack Obama, habló ayer con el primer ministro japonés, Naota Kan, y le ofreció la ayuda de EEUU para luchar contra "un desastre potencialmente catastrófico". Además del portaaviones ya presente en la zona, otro iba camino de Japón, especificó Obama en rueda de prensa. "Nuestros pensamientos y nuestras oraciones acompañan al pueblo de Japón, uno de nuestros aliados más próximos", dijo el mandatario, quien afirmó que la tragedia le ha "roto el corazón".
La UE y países de todo el mundo mostraron su disposición a participar en la búsqueda de desaparecidos y ofrecieron ayuda de emergencia.