Este artículo se publicó hace 13 años.
Las tropas de Sarkozy contraatacan
La UMP del presidente francés celebra mañana una convención para intentar desmontar el programa socialista
La Unión para un Movimiento Popular (UMP), el partido del presidente Nicolas Sarkozy, intentaba este fin de semana sonar la corneta del contraataque tras el pánico sufrido por las primarias socialistas. La UMP ha anunciado que celebrará el martes una convención para analizar "con lupa" el programa socialista e intentar ridiculizarlo.
No ha sido el propio Sarkozy el que ha logrado reinsuflar algo de vigor a las dispersas tropas conservadoras, que han pasado una semana sin saber cómo responder al gran éxito de participación en las "primarias ciudadanas" del Partido Socalista (PS). Los encargados de tomar la iniciativa fueron el secretario general de la UMP, Jean-François Copé, y el ministro de Exteriores, el dinosaurio Alain Juppé.
"El domingo por la noche volvemos a la carga de caballería", dice un dirigente
"Tengo una buena noticia; ¡a partir del domingo por la noche, volvemos a la carga de caballería!", anunció Copé el sábado, durante una convención conservadora en la región del vino Saint-Emilion, cerca de Burdeos.
Juppé, quizá menos envalentonado por haber bebido menos Grand Cru Bourgeois, pero más agudo en el ataque, detalló cual gran estratega: "Los socialistas ya se han comido todo su pan blanco. Han ocupado el espacio mediático durante las primarias de una forma extravagante". Juzgó que, por lo tanto, "es la ocasión de desmontar su programa, y explicar a los franceses que es peligroso". Y concluyó: "Creo que los socialistas se van a arrepentir. Es el momento de ayudarles a sufrir una indigestión de pan rancio".
Es tradicional que los conservadores franceses se envalentonen entre ellos durante los numerosos banquetes que suelen celebrar. El del sábado en el feudo de Juppé tenía lugar sólo cuatro días antes de la convención que celebrará mañana la UMP, bajo el elocuente título "El programa socialista bajo la lupa: el gran malentendido". Menos normal, por el contrario, es que sonara la carga de caballería tan lejos de París, y sin conexión ninguna con lo dicho por Sarkozy, a quien ahora ya se considera sólo "candidato natural" a la reelección, en la primavera de 2012.
El ministro Juppé se queja de que el PS haya tenido tanta atención mediática
De hecho, Sarkozy había intentado dar moral a sus tropas el martes, durante un desayuno en el Elíseo con líderes de su grupo parlamentario. Pero sólo logró desorientar aún más a la tropa. Para intentar ridiculizar unas primarias en la que habían votado 2,7 millones de franceses, el presidente hizo un ejercicio de teoría de Derecho Constitucional, materia que nunca se le ha dado bien. "La elección presidencial es a dos vueltas, no a cuatro", comentó sobre las primarias socialistas. "La Quinta República no puede ser rehén de los partidos políticos, y el candidato no puede ser rehén de su partido; el general De Gaulle quiso una elección a dos, no a cuatro vueltas", aclaró.
Críticas de las propios filasPoco después, el senador y exministro derechista Alain Lambert ridiculizaba a través de su Twitter las palabras y la propia figura de Sarkozy: "La idea del general De Gaulle era instaurar la elección presidencial a dos vueltas, no a cuatro. Tampoco era su idea ir al restaurante Fouquet's esa noche, ni a bordo de un yate el día siguiente, ni nombrar a su hijo al frente de la presidencia del barrio de La Défense", escribió en referencia a otros tantos escándalos de Sarkozy. "No hagamos hablar demasiado al general: no es seguro que estuviera fascinado por la gobernación actual", añadió.
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