Este artículo se publicó hace 4 años.
GermanicumLos socios del Gobierno italiano meditan una ley electoral que desplazaría a Renzi
Contra todo pronóstico, la futurible Ley Electoral transalpina no se inspirará en España sino en Alemania. La clave del 'Germanicum' será una barrera del 5% para la entrada de los partidos en las Cámaras, lo cual apartaría del Parlamento al ex 'premier' Matteo Renzi, la piedra en el zapato del actual Gobierno de Conte.
Roma-
Italia está cerca de su nueva Ley Electoral. Como de costumbre, el país con forma de bota está a las puertas de la enésima norma para distribuir los escaños del Senado y de la Cámara de los Diputados. A partir de este lunes el Parlamento transalpino empezará los debates acerca del Germanicum, una nueva Ley Electoral basada en un sistema proporcional puro, inspirándose en el modelo electoral alemán. La primera versión ya está depositada y será motivo de discusiones parlamentarias en los próximos días.
Hay grandes posibilidades de que el Germanicum pueda aprobarse pronto en el Parlamento italiano como futura Ley Electoral porque, a priori, parece que los dos principales socios del Gobierno, el anti establishment Movimiento 5 Estrellas (M5E) de Luigi Di Maio y los socialistas del Partido Democrático (PD) de Nicola Zingaretti; estarían bastante de acuerdo en impulsar una Ley Electoral de corte proporcional y no mayoritario, ya que una norma de este último les penalizaría. Hay que tener presente que se trata de formaciones que apenas lograrían, por separado, el 20% de los votos en unas hipotéticas elecciones generales.
De consolidarse la futura reforma, se eliminarían las actuales confusiones de la vigente Ley Electoral, conocida como Rosatellum Bis, del año 2017, que prevé que una parte de los escaños sea asignada de forma proporcional y otra parte de forma mayoritaria. Se trata de un diseño complejo ideado en su día para dificultar, de cara a las pasadas elecciones generales de 2018, el auge definitivo del Movimiento 5 Estrellas (M5E) fundado por el cómico Beppe Grillo. Lo cual no sirvió de nada porque en marzo de ese año los grillinos lograron el 32% de los votos en esa cita electoral.
El panorama, casi dos años después, ha cambiado radicalmente. Ahora es la Liga del soberanista Matteo Salvini la que detiene el 32% en los sondeos; y los principales socios del actual Gobierno de Giuseppe Conte, el Movimiento 5 Estrellas (M5E) y el Partido Democrático (PD), ante unas nuevas generales, sumarían juntos lo mismo que los leguistas en solitario. Pero con el actual Parlamento, el M5E y el PD podrían mantener una mayoría estable hasta 2023, cuando terminaría la actual legislatura. Es la única forma para que ambas formaciones no se hundan –tienen el 16% y el 19% según los últimos sondeos– el ante el liderazgo ya consolidado del ex ministro del Interior, Matteo Salvini, quien en coalición rozaría la mayoría absoluta con un 48% de los votos.
El porcentaje mínimo de votos será del 5%
La clave de la nueva reforma, que incidirá también en su posible aprobación, está en el porcentaje mínimo de votos a nivel nacional, que será del 5%, frente al 3% actual. Se trata del límite mínimo más alto de las últimas leyes electorales transalpinas. ¿Donde radica el problema? En que, técnicamente, la mayoría de Gobierno del premier Conte la conforman cuatro socios, dos grandes y dos pequeños. Los dos menores no lograrían el 5%, ni siquiera el partido Italia Viva, del temido ex presidente del Gobierno, el centrista Matteo Renzi, quien en septiembre creó su nueva formación como resultado de una escisión del PD.
Para el M5E de Di Maio y para el PD de Zingaretti sería un alivio quitarse de enmedio al ex premier Renzi, conocido por su arrogancia y su incansable deseo de protagonismo. El problema es que es difícil que el ex jefe del Ejecutivo transalpino acepte votar una reforma electoral que impulsaría la desapareción de su partido recién nacido. Habrá que ver, en los próximos días, si habría otra formación dispuesta a votar a favor del Germanicum sobre la base de otros intereses particulares de partido. Desde Italia Viva aseguran que el problema "no es el 5% sino una Ley Electoral que ofrezca una estabilidad política a Italia".
Salvini podría estar interesado en la nueva Ley Electoral italiana porque el 5% de votos mínimos a escala nacional podría apartar a Renzi
Los soberanistas de Hermanos de Italia (HDI), de Giorgia Meloni, han tachado la reforma como "vergonzosa". Salvini, a priori, siempre ha presumido de querer "cualquier Ley Electoral", con tal de llevar rápidamente a los italianos a unas urnas anticipadas y así capitalizar en escaños su tercio de electorado en los sondeos; ya que en el actual Parlamento solo tiene el 17%, acorde a las últimas elecciones de marzo de 2018. Salvini podría estar interesado en el Germanicum, la nueva Ley Electoral italiana de corte proporcional, porque el 5% de votos mínimos a escala nacional podría apartar a Renzi en cuanto único y verdadero adversario carismático de Salvini. Lo cual podría, a su vez, empujar a Renzi a buscar una suerte de fusión con el centro derecha de Forza Italia, el histórico partido del magnate y también ex premier Silvio Berlusconi, quien dispone tan sólo del 7% de las preferencias según las últimas encuestas.
El actual Gobierno italiano, el segundo de Giuseppe Conte, nació a principios de septiembre para impedir que Salvini se convirtiera en primer ministro tras unas elecciones generales anticipadas. Los grillinos y los socialistas italianos, así pues, han tenido que forzar una unión de conveniencia a regañadientes, lo cual hasta hace bien poco ha provocado constantes rifirrafes entre ambas formaciones con la mediación institucional de Giuseppe Conte, cada vez más convencido de su rol super partes en la política italiana, que de paso le ha permitido recibir el visto bueno de la Unión Europea (UE) y tranquilizar a los mercados.
En todo este proceso, que el ex premier Renzi fundara un partido suyo no ha hecho más que complicar el clima de difícil equilibrio en el Gobierno. Su marcha del Parlamento podría, idílicamente, allanar el camino del M5E y del PD en unas hipotéticas nuevas elecciones generales. La idea de una nueva Ley Electoral aprobada por las principales formaciones del Gobierno podría garantizar la duración de este último otros tres años más, en un contexto en el que Salvini estaría obligado a mantener su éxito sin desgaste.
La idea de una nueva Ley Electoral aprobada por las principales formaciones del Gobierno podría garantizar la duración de este último otros tres años más
Al final, contra todo pronóstico, la futurible Ley Electoral transalpina tendrá como referencia a Alemania y no a España. Tras el arranque del segundo Ejecutivo de Giuseppe Conte, esta vez bajo el apoyo de los grillinos y del PD, algunos protagonistas de la actual mayoría de Gobierno meditaron durante meses que la nueva Ley Electoral italiana siguiera el modelo electoral español. Entre ellos se encontraba, de hecho, el número dos del Partido Democrático, Andrea Orlando, el cual ha afirmado, a lo largo del último otoño, que el sistema electoral de España es "el más justo", al menos para su país. Según distintos medios italianos, el modelo español garantizaba pluralidad y estabilidad gracias a la conocida Ley D'Hondt. Finalmente, la actual coalición de Gobierno ha decidido apostar por un sistema puramente proporcional.
La Liga de Matteo Salvini, por otro lado, en los últimos meses, se ha encargado de liderar una campaña en solitario para derogar el Rosatellum Bis. Lo ha hecho presentando, en octubre, una petición en el Tribunal Supremo italiano para derogar la actual Ley Electoral. El objetivo fue el de aprovecharse de su actual peso en las encuestas –la Liga convence hoy a 1 de cada 3 italianos– para impulsar una nueva normativa electoral basada en un sistema puramente mayoritario, inspirándose a la tradición británica y norteamericana.
Por el momento, los de Salvini están bien lejos de lograr este objetivo y más con la más que probable aprobación del Germanicum en los próximos meses gracias al acuerdo entre el Movimiento 5 Estrellas (M5E) de Luigi Di Maio y el Partido Democrático (PD) de Nicola Zingaretti, hoy socios mayoritarios del actual Ejecutivo del premier Giuseppe Conte.
De aprobarse de forma definitiva, el conocido como Germanicum sería la enésima Ley Electoral en Italia, más concretamente la octava en los últimos 15 años: Porcellum (2005), Consultellum (2013), Italicum (2015), Legalicum (2017), Rosatellum (2017), Tedeschellum (2017) y Rosatellum Bis (2017) la precedieron. Mirando las estadísticas, se puede comprobar cómo los Ejecutivos del país con forma de bota abusan de los muy frecuentes cambios de Ley Electoral, permitiendo que los italianos, en una media de una vez cada dos años, tengan que asistir a la probación de una nueva norma para repartir los escaños de su Parlamento. Todo ello, atendiendo a los intereses particulares de la mayoría de Gobierno de turno.
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