Este artículo se publicó hace 4 años.
Cumbre EuropeaSánchez pide celeridad a la Eurocámara para aprobar el fondo anticrisis y que pronto llegue el dinero a España
La Unión Europea sanciona a Bielorrusia y da dos meses de margen a Turquía para aliviar las tensiones en aguas chipriotas y griegas.
Irene Sánchez Artero
Bruselas-
Los jefes de Estado y de Gobierno de los 27 países de la Unión Europea se han reunido este jueves y viernes en Bruselas en una cumbre extraordinaria para avanzar en su perfil internacional, así como hablar del mercado único, transición digital o puesta al día con el divorcio entre Bruselas y Londres. "Dos días densos, pero fructíferos", según el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Dos jornadas en las que la pandemia del coronavirus y sus consecuencias económicas también han estado muy presentes y el presidente del Gobierno ha aprovechado para pedir celeridad al Parlamento Europeo para dar luz verde al fondo anticrisis.
Sánchez ha subrayado que "es urgente que el Parlamento Europeo desenlace muchos de los nudos para cerrar el acuerdo lo antes posible". El presidente habla del presupuesto europeo y fondo anticrisis, donde los principales escollos son un acuerdo en materia de recursos propios, financiación de algunas partidas claves para investigación y desarrollo y condicionar o no las ayudas al Estado de Derecho.
La UE está ultimando con la Eurocámara la negociación del presupuesto comunitario para los próximos siete años, dotado de 1,074 billones de euros, y del fondo de recuperación para hacer frente a la pandemia, dotado con 750.000 millones de euros. "Queda mucho por delante y espero y deseo que lleguemos a un acuerdo antes de llegar a final de año", ha insistido el presidente del Ejecutivo. "Cuanto más contribuyamos a dar confianza, será mejor para todos. La política está para dar soluciones, no para dar problemas", ha añadido Sánchez.
El presidente de la Eurocámara, David Sassoli, está cansado de que se culpe a su institución de bloquear el fondo anticrisis. Se ha defendido culpabilizando de los retrasos "a la falta de contrapropuestas del Consejo", insistiendo en que desde el Parlamento Europeo ya se hicieron "demandas en interés de los europeos". "Si existe voluntad, se puede llegar rápidamente a un acuerdo político".
Para darle un nuevo impulso a la economía europea, los líderes han acordado potenciar más su autonomía en sectores estratégicos, para evitar ser dependientes de terceros países. Sin embargo, no quieren caer en el proteccionismo. "La UE está totalmente movilizada en favor de una economía abierta, creemos en las virtudes del libre comercio y creemos que la UE debe de ser más resiliente", ha subrayado el presidente del Consejo, Charles Michel.
UE-Reino Unido
El Brexit no estaba en la agenda de este viernes como un punto a discutir, pero sí como una puesta al día. La presidenta de la Comisión Europea ha insistido en la importancia de lograr un acuerdo con Reino Unido, aunque ha advertido de que no se hará "a cualquier precio". Por ello ha reconocido que "la igualdad entre ambas potencias" es un requisito y que la cuestión del acceso a las aguas británicas para la flota comunitaria sigue siendo un asunto "complicado".
Von der Leyen se ha mostrado abierta de cara a la reunión telemática que mantendrá este sábado con Boris Johnson. Sin embargo, ha tenido que informar a los líderes de la situación actual: falta de avances por la tramitación británica de la Ley de Mercado Interior, una norma para suspender algunas de las disposiciones acordadas en el Acuerdo de retirada.
Bruselas concedió a Londres un mes para que diera marcha atrás con esta polémica ley, plazo que expiró este miércoles. Ante la falta de avances por parte del gobierno británico, el jueves la Unión Europea inició un procedimiento de infracción por esta ley. Ahora el Ejecutivo de Johnson tiene un mes para responder a Von der Leyen y dar marcha atrás.
Relaciones exteriores
La primera jornada de cumbre europea giró entorno a las relaciones exteriores, centrándose en las actividades de Turquía en aguas chipriotas y griegas, así como la situación política en Bielorrusia. Estos dos asuntos confluyen en paralelo debido a que Nicosia ha bloqueado las sanciones contra Minsk acordadas en agosto por los líderes de la UE, si no se daba un ultimátum a Ankara.
En una reunión que se alargó más de lo previsto, los líderes de la UE fijaron su posición respecto a Turquía pasada la una de la madrugada: darle la posibilidad a Ankara de demostrar su voluntad de diálogo, que iría ligada a una mayor cooperación en comercio y migración o, si por el contrario continúan las provocaciones contra Grecia y Chipre, Bruselas amenaza con sanciones.
"Esperamos que Turquía se abstenga de más acciones unilaterales, si no la Unión Europea utilizará todas las opciones a su disposición", comentó la presidenta de la Comisión Europa, Ursula Von der Leyen, en la rueda de prensa que concedió al finalizar la jornada. Según las conclusiones publicadas, los Veintisiete se dan un plazo de dos meses para estudiar posibles multas a Turquía si no se relaja la tensión en el Mediterráneo.
Los líderes del bloque han reconocido los últimos acercamientos para rebajar las tensiones por parte del país otomano, como la retirada del barco que exploraba aguas griegas. Sin embargo, en los últimos meses las provocaciones de Turquía han sido constantes, con las actividades de barcos turcos en el Mediterráneo oriental a la búsqueda de hidrocarburos en la plataforma continental de Chipre.
El Consejo Europeo ha acordado "lanzar una agenda política positiva entre la UE y Turquía, con un esfuerzo en la modernización de la Unión Aduanera y la facilitación del comercio, así como la cooperación continua en cuestiones de migración, de conformidad con la Declaración UE-Turquía de 2016". Sin embargo, "en el caso de nuevas acciones unilaterales o provocaciones que infrinjan el Derecho internacional, la UE utilizará todos los instrumentos y opciones a su alcance, incluso de conformidad con el artículo 29 del TUE y el artículo 215 del TFUE, para defender sus intereses y los de los Estados miembros".
Bielorrusia también estaba en la agenda. Además del desbloqueo de la cuestión turca, los líderes "condenan la violencia inaceptable de las autoridades bielorrusas contra manifestantes pacíficos, así como la intimidación, las detenciones arbitrarias y las detenciones tras las elecciones presidenciales".
En esta línea, los Jefes de Estado y de Gobierno acordaron sanciones contra 40 cargos del régimen de Bielorrusia, a los que se considera responsables del fraude de los comicios de agosto, que el bloque comunitario no reconoce. Una lista negra que no incluye al presidente Alexander Lukashenko, aunque su nombre podría incorporarse más adelante.
Desde Bruselas los líderes han instado a Minsk a convocar unas nuevas elecciones "libres y justas, sin injerencias externas". Además, piden a las autoridades bielorrusas "que pongan fin a la violencia y la represión, liberen a todos los detenidos y presos políticos, respeten la libertad de los medios de comunicación y la sociedad civil e inicien un diálogo nacional inclusivo".
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