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Reino Unido blinda a los israelíes frente a la Justicia

Londres facilita a militares y políticos de Israel un documento para que no puedan ser detenidos durante sus visitas

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El Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel y el Foreign Office británico han encontrado una fórmula "provisional" para permitir la visita de funcionarios y militares israelíes al Reino Unido y evitar que sean detenidos allí por crímenes de guerra o contra la humanidad.

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Los primeros conejillos de india forman parte de una delegación israelí encabezada por el viceministro de Exteriores, Danny Ayalon. Tanto Ayalon como los demás miembros de su ministerio que esta semana han visitado Londres portaban una carta firmada por un alto funcionario del Foreign Office concretamente por el responsable de la oficina para Oriente Próximo, en la que se decía que el portador había sido invitado oficialmente por el Gobierno de Su Graciosa Majestad.

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A los funcionarios israelíes se les ha instruido para que se muevan por Londres siempre con la misiva en el bolsillo y para que la enseñen en el caso de que algún policía se les acerque con malas intenciones, dice el diario de Tel Aviv Yediot Ahronot.

Los israelíes dicen que no se les puede arrestar durante un viaje oficial

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No está claro si esta fórmula amedrentará a los jueces británicos, pero un portavoz israelí dijo a Público que, "según la ley, no se puede detener a un funcionario de otro país que se encuentra de visita oficial".

Expertos en legislación internacional dudan de que las cartas en cuestión tengan un valor real y sostienen que quienes han cometido crímenes de guerra o contra la humanidad de los que han sido acusados algunos políticos y militares israelíes no se pueden amparar bajo el manto de la inmunidad diplomática.

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En Israel califican de "intolerable" la situación que se ha creado en algunos países europeos, y concretamente en Reino Unido. Varios líderes hebreos del máximo nivel, como el ministro de Defensa, Ehud Barak, han sido denunciados por organizaciones británicas que apoyan a los palestinos y corren el riesgo de ser detenidos si ponen los pies en territorio británico.

El ejército israelí vuelve a entrar en el piso de la activista española detenida

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Los medios israelíes recuerdan que hace apenas unas semanas la ex ministra de Exteriores y actual jefa de la oposición, Tzipi Livni, del partido Kadima, suspendió un viaje a Londres tras ser advertida de que sería detenida y puesta ante el juez con acusaciones de crímenes de guerra y contra la humanidad por ordenar la invasión de la franja de Gaza del año pasado, en la que murieron unos 1.400 palestinos, la mayoría civiles.

Según el portavoz israelí, el Reino Unido ha prometido a Israel "resolver" este problema "intolerable", aunque todavía nadie sabe de qué manera se hará.

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Una solución podría ser la que ha adoptado España, cuyos jueces ahora sólo tienen jurisdicción universal cuando hay implicados ciudadanos españoles.

El portavoz añadió que lo que preocupa a Israel no son las garantías jurídicas de sus funcionarios, militares y políticos, pues está convencido de que los jueces británicos al final no encontrarían ningún delito, sino que "el objetivo inmediato de las querellas es político", es decir, hacer de los medios de comunicación una caja de resonancia de la causa palestina "aunque luego ni siquiera se llegue a juicio".

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El viceministro Ayalon dio esta semana una conferencia en un marco universitario de Oxford y fue interrumpido continuamente por simpatizantes de la causa palestina. Sin embargo, en la delegación que él encabezaba no había ningún funcionario o militar relacionado con la invasión de la franja de Gaza.

Por otra parte, el ejército israelí regresó ayer a la casa de Ramala, en Cisjordania, donde esta semana detuvo a dos activistas del Movimiento Internacional de Solidaridad (ISM), incluida la española Ariadna Jové Martí.

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Los soldados rodearon el edificio, irrumpieron en la vivienda a las tres de la madrugada, verificaron la identidad de los presentes, se apropiaron de un ordenador y otros documentos, causaron algunos daños materiales y se marcharon una hora después.

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