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Refugiados en Idomeni: "Somos humanos y tenemos derechos"

Cientos de migrantes atrapados en Grecia protestan por su situación, al tiempo que enfrentan más dificultades por la falta de información veraz y los rumores

Una niña come un plátano en el campo de refugiados en Idomeni. EFE/ Georgi Licovski

AGENCIAS

Cientos de inmigrantes que se encuentran en el campamento de refugiados griego de Idomeni, cerca de la frontera con Macedonia, protestan para reclamar la apertura de la frontera, al tiempo que las tensiones por la falta de información y los rumores complican todavía más su situación de incertidumbre.

Este lunes, la Policía ha intentado impedir las protestas de los refugiados, aumentando la tensión y llegando a detener a varios voluntarios que trabajan en la zona. Posteriormente la situación se ha calmado, informa el colaborador de Público Alberto Sicilia:

Alrededor de 50.000 migrantes y refugiados siguen atrapados en Grecia después de un cierre de fronteras por parte de los países de la ruta de los Balcanes, que ha impedido que continúen su viaje a través de Europa. La Unión Europea (UE) y Turquía han acordado poner fin al flujo de refugiados a Europa a cambio de concesiones políticas y financieras a Ankara, en un intento por cerrar la principal ruta hacia las islas del Egeo.

El domingo, cerca de 400 se concentraron en el campamento portando pañuelos blancos y pancartas en las que se podía leer 'Abrid la frontera'. La Policía griega se ha desplegado en la zona para evitar que se acercaran a la valla.

"Estamos aquí hoy, y todos los días, porque no nos rendimos. Protestamos todos los días por las mujeres y los niños", dice Hana, una mujer siria. "Somos humanos y tenemos derechos, y por eso estamos aquí y seguiremos protestando hasta que se abran las fronteras", agregó.

Además, un rumor sobre la inminente apertura de la frontera griega con la Antigua República Yugoslava de Macedonia hizo que centenares de inmigrantes y refugiados se agolparan ante el puesto limítrofe en espera de poder cruzar. En respuesta, la policía cortó las carreteras de acceso al campamento, lo que retrasó la llegada del convoy humanitario con alimentos y productos de primera necesidad traído desde Italia por la campaña solidaria #overthefortress.

"Todos los días tenemos nuevos rumores, estamos en un entorno donde es fácil que se propaguen porque no hay información real", explicó el portavoz de Médicos Sin Fronteras en el campamento, Jonas Hagensen. Según Hagensen, el grave problema de este campamento es precisamente la falta de "información válida".

Campaña para que abandonen Idomeni

Grecia ha indicado que es una prioridad que los inmigrantes abandonen el campamento y ha intentado convencerles para que se dirijan a refugios cercanos, acelerando además la creación de centros de recepción. Desde el viernes, el Gobierno ha lanzado en colaboración con ACNUR una campaña para animar a los más de 11.000 refugiados que malviven en este campamento a subirse a los autocares y permitir que se les traslade a centros de acogida habilitados en las cercanías.

De la veintena de autocares enviados el viernes, hasta el sábado por la noche habían salido once, transportando a unas 700 personas en total. Según indicó Hagensen, hoy solo quedaban unos pocos.

​Situaciones como la vivida el viernes en el recién estrenado centro de acogida de Veria, a unos 100 kilómetros al sur de Idomeni, no sirven precisamente para animar a los refugiados.

Un grupo de lugareños se había agolpado ante el antiguo campamento militar habilitado ahora como centro de acogida para dar su "especial" bienvenida a la cincuentena de refugiados que llegaron con el primer autocar desde Idomeni.

Al grito de "Son yihadistas, necesitamos protección" o "Grecia para los griegos", un grupo ruidoso de habitantes, entre los que vociferaba también un pope y supuestamente también militantes del neonazi Amanecer Dorado, recibieron a los recién llegados lanzando en su dirección cabezas de cerdo, símbolo de la impureza en el islam.

Mientras tanto, el número de llegadas se mantiene bajo estos días y en las últimas 24 horas tan solo arribaron a las islas griegas desde la costa turca 73 personas, todas a Lesbos.

En total, la cifra de personas repartidas por todo el país supera las 50.256, de las que 11.500 se encuentran en Idomeni.

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