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Un reformista y un ultraconservador se jugarán la presidencia de Irán en segunda vuelta

Tras las elecciones presidenciales con la participación más baja en la historia del país, Masoud Pezeshkian y Saeed Jalili se disputarán la presidencia en una segunda vuelta el 5 de julio.

28 de junio de 2024.Mujer iraní votando en las elecciones presidenciales del país del 28 de junio.
Una mujer iraní votando en las elecciones presidenciales del país del 28 de junio. Rouzbeh Fouladi. / Europa Press.

El reformista Masoud Pezeshkian ganó este sábado las elecciones presidenciales iraníes gracias a su mensaje de moderación y apertura a Occidente, pero deberá batirse en una segunda vuelta con el ultraconservador Saeed Jalili, ya que ninguno ha logrado el 50% de los votos, informó la Comisión Electoral del país.

Estas elecciones presidenciales registraron la participación más baja en la historia de la República Islámica de Irán, con solo un 40% de los votantes que acudieron a las urnas, un dato que muestra el descontento ciudadano por la situación económica y la falta de libertades.

"Ninguno de los candidatos ha obtenido la mayoría absoluta de los votos", dijo el portavoz de la Comisión Electoral, Mohsen Eslami en una rueda de prensa televisada.

En las elecciones se ha impuesto el reformista Pezeshkian con 10.415.991 votos que suponen el 42,4% del total, seguido de cerca por Jalili con 9.473.298 votos o el 38,6%.

Son las elecciones con la participación más baja en la historia del país, tan sólo un 40% de electores votó

Lejos quedó el que fuera el favorito cuando comenzó la campaña electoral, el pragmático conservador Mohammad Baqer Qalibaf, con 3.383.340 votos, el 13,79%, y más allá el cuarto candidato es el clérigo Mostafa Pourmohammadi con 206.397 papeletas, el 0,8%.

Esta segunda vuelta se celebraría el viernes 5 de julio. Las elecciones han sido celebradas tras la muerte del mandatario Ebrahim Raisí en un accidente en mayo.

Pezeshkian, cirujano cardíaco y exministro de Sanidad de 69 años, lideraba ligeramente el recuento de votos, pertenece al bloque reformista y busca una apertura gradual del país. Comenzó la campaña electoral con bajas expectativas pero ha ido ganando peso durante la campaña electoral con un mensaje de acercamiento a Occidente y críticas al velo.

Su lema electoral es "Para Irán", que evoca el título de la canción que se convirtió en el himno de las protestas desatadas por la muerte de Mahsa Amini y cuyo autor Shervin Hajipour fue condenado a casi cuatro años por ello.

Cuenta con el apoyo de los expresidentes Mohames Jatamí (1997-2005) y Hasan Rohaní (2013-2021) del bloque reformista, después de que en las presidenciales de 2021 no se permitiese la participación de un moderado, y pertenece a la minoría azerí.

Pezeshkian de hecho ha presentado su hipotético gobierno como un "tercer mandato" de Jatamí, el primer presidente reformista que insufló a Irán ciertos aires de apertura, y con quien entró en política en el año 2000 como ministro de Sanidad.

En contra de la apertura a Occidente se encuentra Jalili

Por otro lado, el ultraconservador Saeed Jalili ha sido descrito como un "verdadero producto de la Revolución Islámica" y se muestra opuesto a Occidente.

Jalili es ex jefe negociador nuclear iraní de 58 años, ha ejercido de asesor del líder supremo de Irán, Ali Jameneí, y se muestra opuesto a Occidente. Es considerado el candidato del statu quo y quien seguirá las políticas del ultraconservador Raisí, bajo cuyo gobierno aumentó la represión.

El presidente iraní tiene capacidad de decisión en cuestiones nacionales y en menor medida en política exterior y de seguridad en Irán, donde Jameneí ejerce de jefe de Estado con vastos poderes.

Las elecciones como muestra del apoyo popular

El ganador de las elecciones tendrá que hacer frente a un momento geopolítico muy complejo, con la guerra en Gaza y las tensiones por el acelerado programa nuclear iraní, entre otras cuestiones.

Las elecciones se celebran en medio del descontento popular por la mala situación económica, la falta de libertades y un profundo desapego a la República Islámica, especialmente por parte de los jóvenes.

Esta apatía entre los 61 millones de votantes preocupa a la República Islámica, que otorga una gran importancia a la participación en las elecciones como muestra de su legitimidad y respaldo popular.

Las repetidas llamadas de Jameneí a votar "por la continuación, la fortaleza, dignidad y el honor de la República Islámica" parece que han sido en vano. Muchos iraníes creen que la abstención es una forma de protesta y de restar legitimidad al sistema islámico.

En las elecciones parlamentarias de marzo se registró la participación más baja en los 45 años de la República Islámica, cuando solo un 41% del electorado acudió a las urnas, mientras que en las presidenciales de 2021 votó un 48%.

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