Este artículo se publicó hace 2 años.
Las protestas por la muerte de la joven que murió tras ser detenida en Irán por llevar mal el velo dejan al menos seis muertos
Las manifestaciones se han ido extendiendo por el país y cada vez son mayores y más violentas. Las autoridades culpan de los fallecimientos en las concentraciones a "los enemigos del sistema". También hay multitud de heridos.
Madrid-Actualizado a
Continúan las protestas por la muerte de Mahsa Amini, la joven que murió bajo custodia policial en Irán tras ser detenida por llevar mal colocado el velo. Los disturbios tras una nueva noche de enfrentamientos entre los ciudadanos y las fuerzas de seguridad a lo largo del país dejan al menos seis muertos y multitud de heridos.
Las protestas comenzaron el viernes tras conocerse el fallecimiento de la joven de 22 años después de ser arrestada por la Policía de moral iraní, pero con el paso de los días ha ido cogiendo más fuerza y se han extendido a más puntos del país, según recoge Efe.
La violencia en las concentraciones también ha crecido desde entonces. En al menos en 20 ciudades se han producido choques contra las fuerzas policiales. Por este motivo, la Policía ha comenzado a utilizar materiales antidisturbios para reprimir a los manifestantes en la que se ha convertido en una de las mayores movilizaciones de los últimos años en Irán.
Según la versión oficial de las autoridades, las primeras tres muertes se produjeron en la provincia del Kurdistán iraní "a tiros por los enemigos del sistema y con armas que ninguno de los miembros de seguridad de la provincia utiliza", según ha señalado el gobernador de la provincia del Kurdistán, Esmaíl Zareí Kusha.
Una versión a la que se ha sumado el gobernador de Teherán, Mohsen Mansouri: "Las trazas de la intervención de embajadas extranjeras y de servicios (de inteligencia) extranjeros son claramente visibles". Mansouri ha añadido que han sido detenidos "tres extranjeros" por su participación en las protestas, aunque no desveló sus nacionalidades.
Otras dos muertes se produjeron en la provincia de Kermanshah, durante los disturbios que tuvieron lugar la pasada noche del martes. Fuentes policiales señalan que en la capital provincial hubo 25 heridos. Por su parte, el gobernador de la ciudad de Shiraz, Lotfolah Sheibaní, informó sobre el fallecimiento de "un asistente de la policía", además de cuatro agentes que resultaron heridos en las protestas de esta urbe.
Grupos de derechos humanos del Kurdistán como Hengaw han asegurado que la cifra real de muertos es de siete, mientras que los heridos se elevan a 450 en choques con las fuerzas de seguridad.
Irán rechaza las críticas internacionales
Por su parte, el Gobierno iraní ha rechazado las críticas internacionales por la muerte de Amini. "Es lamentable que algunos países traten de usar un incidente que está aún siendo investigado como una oportunidad para perseguir sus objetivos políticos contra el Gobierno y el pueblo de Irán usando los derechos humanos", ha dicho el el portavoz del Ministerio de Exteriores iraní, Naser Kananí.
En concreto, el Ejecutivo iraní señaló a Estados Unidos acusándole de "terrorismo económico": "El Gobierno estadounidense es el mayor violador de los derechos de la nación iraní y no puede presentarse como un defensor del pueblo iraní realizando acusaciones que no han sido probadas", añadió el diplomático. "Irán debe poner fin al uso de la violencia contra las mujeres por ejercer sus libertades fundamentales", había exigido previamente el Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca.
La ONU ha pedido una investigación "por una autoridad competente e independiente" sobre la muerte de Amini
La reacción del Gobierno de Joe Biden no ha sido la única. Por su parte, la alta comisionada adjunta de la ONU para los derechos humanos, Nada Al-Nashif, ha pedido una investigación "por una autoridad competente e independiente" sobre la muerte de Amini y la derogación "de todas las leyes y reglamentos discriminatorios que imponen el hiyab obligatorio".
Human Rights Watch también ha denunciado la represión policial contra las manifestantes y ha reclamado el cambio de las normas del país. Por último, la Unión Europea (UE) ha considerado como "inaceptable" el "asesinato" de la joven.
El presidente iraní, Ebrahim Raisí, ha asegurado que se investigará a fondo la muerte de Amini. Además, ha enviado a emisarios del líder supremo de Irán, Ali Jameneí, a la familia de la fallecida parecen suficientes para poner fin a las protestas. Algo que, por el momento, no ha surgido efecto.
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