Al menos 23 presos iraquíes condenados por terrorismo huyeron hoy de una cárcel de la ciudad de Mosul, a unos 400 kilómetros al norte de Bagdad, informaron fuentes de los servicios de seguridad. Según las fuentes, la fuga tuvo lugar en la prisión Al Gazali, gestionada por la Jefatura de Operaciones de Seguridad de la provincia de Nínive, cuya capital Mosul.

Tras la huida, las autoridades iraquíes ordenaron la detención de todos los responsables de la cárcel y la apertura de una investigación para saber cómo escaparon los reclusos. Todos los presos fugados cumplían penas de prisión dictadas por la Justicia iraquí en conformidad con el artículo cuarto de la Ley Antiterrorista del 2005 que incluye como delitos amenazas, acciones de violencia y apología de la violencia y la lucha sectaria.

Por otra parte, un civil murió hoy y otro resultó herido por el estallido de un artefacto en un tractor, cerca de la localidad de Balad Ruz, a unos 30 kilómetros al este de Baquba, capital de la provincia nororiental de Diyala, revelaron fuentes policiales. Tras el atentado, las fuerzas de seguridad arrestaron a dos sospechosos de estar implicados en el ataque.

Asimismo, una patrulla policial halló dos cadáveres de civiles con heridas de bala en la cabeza y el pecho en las proximidades de la aldea Al Bayaa, a unos 25 kilómetros al sur de Baquba. Los cuerpos, que pertenecen a dos hombres de unos 30 años de edad y que no portaban documentación, fueron enviados a un instituto forense hasta que sean reconocidos por sus familiares.