Alexandr Lukashenko, el presidente de Bielorrusia ha fijado como objetivo resolver antes de año la problemática en la frontera con Polonia, donde actualmente hay casi 2.000 migrantes tratando de pasar a la Unión Europea (UE). El líder comunicó en una entrevista en RIA Nóvosti, que Ángela Merkel le pidió vía telefónica que resuelva la crisis y repatrie a los migrantes. 

Lukashenko asegura que tratará de resolver el problema antes de Año Nuevo, ya que "lo necesitamos". Se ha abierto un centro de acogida improvisado para los migrantes que se encuentran "vagando" por Minsk (capital de Bielorrusia) y Grodno, aseguró a la agencia oficial rusa.

Ha afirmado que pedirá a los migrantes de Oriente Medio que se encuentran alojados en hoteles con visados turísticos que regresen "porque no habrá un corredor humanitario hacia la UE". Ha recalcado que más de 10.000 personas ya han regresado a Irak desde Bielorrusia. 

El presidente afirma que la crisis en la frontera tiene su raíz en las sanciones comunitarias contra Minsk y su negativa a crear "campos de refugiados". También ha señalado que la capital Bielorrusia y Bruselas tenían un acuerdo de readmisión que estipulaba que si los migrantes llegaban a la Unión Europea a través de la frontera bielorrusa, Minsk los tenía que readmitir y alojarlos en campos de refugiados en su territorio, recogen fuentes de Efe. 

El mandatario opina que la UE debería construir los campos, "de hecho, comenzó la construcción, pero luego la cesó y yo dejé de traerlos de vuelta", añade. Según Lukashenko, el gasto de Bielorrusia en las ayudas y el mantenimiento de los migrantes en la frontera con Polonia alcanza los 22 millones de euros.

Por otro lado, la Unión Europea acusa al Gobierno de Bielorrusia de haber llevado a los migrantes a la frontera en el marco de su "guerra híbrida" contra la unión para desestabilizarla.