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JERUSALÉN.- Los americanos finalmente se han dado cuenta de que en Israel no hay apoyo para una solución de dos estados en la Palestina histórica. El plan de un solo estado judío, que hasta hace algún tiempo era patrimonio casi exclusivo de los colonos, se ha convertido en el corazón de la derecha y el centro israelíes, de manera que cada vez son menos los políticos que todavía hablan de los dos estados.
Una de las estrellas ascendentes, que también es de las más radicales en lo tocante a nacionalismo y religión, Naftalí Bennett, del partido la Casa Judía, ha calificado el discurso del miércoles del secretario de Estado John Kerry de ilusorio. “La época de un estado palestino ha llegado a su fin”, ha recalcado Bennett añadiendo que Kerry “todavía vive en los años noventa”.
“La época de un estado palestino ha llegado a su fin”, sentencia una de las estrellas ascendentes de la política israelí
En los años noventa se asesinó al primer ministro Yitzhak Rabin. Lo hizo justamente un judío religioso y nacionalista que en buena medida simpatizaba con las ideas de Bennett, y que estudiaba en Bar-Ilan, la universidad de Tel Aviv más próxima a las ideas de Bennett. Ahora resulta fácil constatar que desde el magnicidio, las ideas del pistolero Yigal Amir y las ideas de Bennett se han hecho mayoritarias, mientras que Kerry, de una manera irrelevante, sigue hablando como si estuviera en los noventa.
Que Kerry se dé cuenta a estas alturas de que las colonias son un peligro para la paz, cuando en los ocho años anteriores la administración Obama no ha hecho nada específico para obligar a Israel a cumplir las resoluciones internacionales, es patético y también cínico. Sus palabras, pronunciadas en el minuto noventa, carecen de credibilidad.
A estas alturas diagnostica Kerry que el problema central son las colonias, pero es que durante los pasados años, el número de colonos se ha disparado y la administración Obama no ha adoptado una decisión significativa al respecto. En cualquier caso, la paz no se conseguirá con resoluciones del Consejo de Seguridad como la reciente 2334, sino con la imposición del derecho por parte de la comunidad internacional.
Que Kerry se dé cuenta ahora de que las colonias son un peligro para la paz es patético y cínico
Lamentablemente, la comunidad internacional, con Estados Unidos a la cabeza, no ha movido un dedo en esa dirección, de manera que las palabras de los mandatarios europeos, como las que pronunció John Kerry el miércoles, están desprovistas de contenido, máxime cuando Donald Trump, que se dispone a entrar en la Casa Blanca el 20 de enero, las ha desautorizado.
“Ten fuerza, Israel. ¡El 20 de enero se acerca rápidamente!”, ha sido el Twitter que Trump ha hecho circular poco antes de que Kerry iniciara su discurso. Por otra parte, los miembros ya escogidos de la administración Trump no permiten acariciar la idea de la paz en el conflicto israelo-palestino.
not anymore. The beginning of the end was the horrible Iran deal, and now this (U.N.)! Stay strong Israel, January 20th is fast approaching!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 28 de diciembre de 2016
Todo lo ocurrido desde la Conferencia de Madrid de 1991 muestra que la paz no puede negociarse, tal como han pensado y al parecer siguen pensando Obama y los mandatarios europeos. Por el contrario, la paz debe imponerse puesto que de otra manera Israel continuará jugando con el tiempo y con las colonias como ha hecho hasta ahora.
Kerry considera que la resolución 2334 aprobada el 24 de diciembre con la abstención de Estados Unidos no es el problema, al contrario de lo que sostiene Netanyahu. El problema, ha subrayado el secretario de Estado, es “la política permanente de construcción en las colonias que amenaza con hacer imposible la paz”. El diagnóstico es correcto pero el tratamiento que se ha aplicado y se quiere seguir aplicando es incorrecto ya que negociando no se va a solucionar nada.
El problema, subraya EEUU, es “la política permanente de construcción en las colonias que amenaza con hacer imposible la paz”
La agenda de los colonos es la misma que la del gobierno de Netanyahu y de los partidos que lo sustentan. Los dirigentes de los asentamientos de la Cisjordania ocupada venían diciéndolo desde hace muchos años. Sostenían que la única salida es que el estado judío vaya del Mediterráneo al Jordán, y esto es una realidad incontrovertible que la coalición de Netanyahu ya no se esfuerza en ocultar.
El siguiente paso será el que anuncia Bennett, es decir “imponer la ley israelí en áreas” de los territorios ocupados, principalmente donde están las colonias judías, que hasta ahora no han estado sujetas a las leyes de Israel.
“Si Israel sigue el camino de un estado, nunca tendrá paz con el mundo árabe”, advirtió impotente Kerry. Pero la cuestión es que es muy dudoso que a Israel le interese la paz. El proyecto sionista, en tanto que nacionalista y religioso, necesita de conflictos permanentes. Ha sido así desde el principio y nada ha ocurrido para cambiar la dirección de la marcha.
“Si Israel sigue el camino de un estado, nunca tendrá paz con el mundo árabe”, advirtió impotente Kerry. Pero la cuestión es que es muy dudoso que a Israel le interese la paz
La apelación de Kerry a la “demografía” es trivial y hasta cómica. El secretario de Estado dijo que la población palestina entre el Jordán y el Mediterráneo es tan numerosa como la población judía, y por lo tanto no se puede avanzar en la dirección de un estado de apartheid que a medio plazo no sería viable. Ahora bien, esto, que aparentemente constituye un gran problema, no lo es en realidad, o muchos israelíes no lo ven así.
Un colono explicaba recientemente y con notable candidez por qué la demografía no les inquieta, argumentando que las dificultades de todo tipo que genera la ocupación obligarán a una parte de la población palestina a marcharse, y además, si hay una rebelión o intifada, la represión será mayor, de manera que otra parte sustancial de la población palestina tendrá que marcharse y nunca habrá más palestinos que judíos.
Kerry dijo que el gobierno israelí está en manos de “elementos extremos”. Esto no ha sido así de la noche a la mañana, sino que es el resultado de un proceso muy largo y todo indica que va a continuar hacia adelante. Quienes todavía piensan en la existencia de un Israel “moderado” se han quedado atrapados en los años noventa, como le ocurre a Kerry.
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