La persecución de Bukele al medio salvadoreño 'El Faro': "Amenazas, drones en casa y nuestros teléfonos espiados con Pegasus"
Carlos Dada, fundador y director de 'El Faro', es el azote al presidente Nayid Bukele, quien ha impuesto un estado de excepción para acabar con la libertad de prensa en El Salvador. "A pesar de la persecución, abro mi periódico y tengo sensación de victoria", dice Dada a 'Público'.
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Desde hace 24 años, el diario El Faro de El Salvador ha informado ininterrumpidamente sobre la vida política y social del país y de toda Centroamérica. El pasado 7 de abril, por primera vez en su historia, el diario salvadoreño cerró su página web durante 24 horas para protestar contra la reforma del Código Penal del país. Mediante una serie de enmiendas, la Asamblea Legislativa, controlada por el presidente Nayib Bukele, impide informar sobre asuntos de seguridad pública, incluidas las pandillas. Quien lo haga se enfrenta hasta a 15 años de prisión. "Es una mordaza a la libertad de prensa y la libertad de expresión", denunciaban aquel día en un mensaje colgado en la web de El Faro mientras llevaban a cabo el paro informativo de 24 horas.
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"No es una ley contra los pandilleros, es una ley mordaza". Quien pronuncia estas palabras es Carlos Dada, director y fundador de El Faro, y quien desde la redacción de Público, en Madrid, narra lo que está pasando en El Salvador y lo que el Gobierno de Bukele está haciendo contra su medio. Dada ha recorrido España estos días para reunirse con colegas de profesión, políticos y organizaciones, para contar lo que sucede en El Salvador y las amenazas al periodismo en su país.
Recientemente, la Asamblea Legislativa salvadoreña ha prorrogado el régimen de excepción que está instaurado desde el 27 de marzo. El Gobierno de Bukele justifica esta medida en que es la única herramienta que tienen para luchar contra la violencia. "Son medidas de control social. No necesitas una ley de excepción para ir a por los pandilleros", protesta el fundador de El Faro, que recuerda que -a pesar de lo impopular que pueda parecer esta medida-, Bukele cuenta con un abrumador apoyo entre la población salvadoreña. De hecho, recientemente, la Secretaría de Prensa de Bukele presumía en redes sociales de que el presidente contaba con un 97% de respaldo social, según una empresa de encuestas afín al Gobierno. Diez puntos más de lo que esa misma empresa publicó en agosto del año pasado.
"Bukele es el político más populista de Latinoamérica", insiste el que es único miembro en El Salvador del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación. "Durante años un partido de izquierdas y un partido de derechas lucharon por aglutinar el espectro político, pero llegó el populismo y se hizo con el poder", argumenta Dada, al subrayar que este problema no es sólo de Centroamérica o de El Salvador, en particular, sino que se trata de un proceso global.
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A pesar del actual régimen de excepción o la reforma del Código Penal, los problemas con el Gobierno de Bukele vienen de mucho antes. "Cuando aparece la figura política de Nayib Bukele, El Faro es uno de los pocos medios que le da voz. Para él éramos el mejor medio de El Salvador". Pero todo cambió cuando llegó al poder. "No voy a ocultar los pecados de este Gobierno", sentencia Dada. Informar es no casarse con nadie y esa ha sido la filosofía que ha seguido durante su carrera Carlos Dada, denunciando y poniendo de manifiesto el abuso de poder, la violencia o la corrupción. Y así sucedió en 2020. Un momento clave marca el punto de inflexión de las relaciones entre Bukele y El Faro: "El punto de quiebre se produce en febrero de 2020, cuando Bukele entra con soldados pertrechados en la Asamblea Legislativa y escribimos un editorial titulado "Maneras de dictador". A partir de ese momento, Bukele y su Gobierno ponen en el punto de mira a El Faro y sus periodistas.
Desde que se publicó aquel editorial, los trabajadores de El Faro no han dejado de sufrir acoso, persecución, y han sido víctimas de verdaderas actitudes mafiosas. "Amenazas, drones en casa, incluso nuestros teléfonos han sido espiados con Pegasus", cuenta Dada.
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En los últimos tiempos se habla mucho de Pegasus, pero los periodistas de El Faro lo conocen muy bien desde hace tiempo. Dada y sus compañeros fueron espiados por este software que sólo puede ser utilizado por los Estados o agencias gubernamentales, según relata NSO Group, la empresa que lo desarrolla. Los casos que se han conocido a lo largo y ancho del mundo, ponen de manifiesto operaciones contra políticos, abogados, activistas, periodistas… pero pocos casos han sido tan intensos como los producidos contra los reporteros de El Faro. "Me espiaron el móvil 167 días. Pero es que a Carlos Martínez lo interceptaron de forma intermitente durante 269 días. Se podría definir como un caso obsesivo".
Carlos Martínez es uno de los periodistas que trabaja con Dada en El Faro: "Tengo la fortuna de trabajar con gente que se deja la piel porque esto da sentido a su vida". Y en el caso de Martínez, no sólo se está dejando la piel sino que también ha tenido que dejar su casa. En los últimos días, Martínez ha publicado una de esas exclusivas que tan poco gustan a Bukele y que tiene que ver directamente con el régimen de excepción que vive el país. En concreto, la información revela unos audios que ponen de manifiesto que las acciones violentas que llevó a cabo la Mara Salvatrucha-13 (MS-13), en las que asesinaron en dos días de marzo a 87 personas, se produjeron como venganza contra el Gobierno del presidente Bukele por haber traicionado el pacto que mantenían desde hacía dos años y medio.
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Por esta información, Martínez ha tenido que huir del país. "Por seguridad, con la pieza de los audios, sacamos a Carlos Martínez y a otras dos personas fuera de El Salvador, a México", lamenta el director de El Faro, que en los últimos tiempos se ha tenido que enfrentar en demasiadas ocasiones a estas situaciones con sus periodistas.
Sin embargo, a pesar de las enormes dificultades en las que Dada y los miembros de El Faro están realizando su trabajo; a pesar de las persecuciones, espionajes y amenazas; a pesar de los viajes y reuniones para denunciar la situación que está viviendo El Salvador; Carlos Dada tiene una cosa clara: "Yo abro mi periódico hoy y tengo una sensación de victoria que no me la quita nada ni nadie. Estoy haciendo periodismo a pesar de que quieren callarme".