Este artículo se publicó hace 4 años.
La pandemia impulsa las remesas de migrantes de EEUU a México
A pesar de la pandemia y de las estimaciones iniciales de los economistas, el envío de remesas de migrantes mexicanos afincados en EEUU a México ha aumentado en los últimos meses.
Aitana Vargas
Los Ángeles (Eeuu)-
En abril de este año, Miriam Cruz perdió su trabajo como empleada de la limpieza en un edificio de Los Ángeles. La devastadora ola de despidos y recortes laborales por la pandemia también dejó sin ingresos a su prima, con quien trabajaba desde hacía años en la misma empresa. Para esta familia mexicana de migrantes indocumentados afincados en California, la pandemia no solo ha supuesto la pérdida de su sustento, sino también el cese abrupto al frecuente envío de remesas al que sus familiares en México estaban acostumbrados.
Las consecuencias más severas han sido para la hermana de Cruz, que vive en Cuernavaca y desde hace más de un año batalla contra un cáncer de pecho. Para ella, la pandemia ha puesto un freno a los cerca de cuatrocientos dólares mensuales que recibía desde EEUU y que le ayudaban a cubrir los gastos de alquiler, alimentos y otras necesidades básicas.
"No sé cuándo podré enviarle dinero a mi hermana otra vez", lamenta Miriam Cruz en entrevista con Público. "Con todo lo que ha pasado perdí la chamba y, como no califico para las ayudas del gobierno, ahora soy yo quien necesita la ayuda de otros familiares míos que viven en Estados Unidos".
Cruz es uno de los cerca de once millones de migrantes indocumentados que viven e integran la fuerza laboral del país anglosajón. Las remesas de ella y de otros migrantes mexicanos que trabajan en EEUU constituyen uno de los pilares de la economía azteca, según el Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos.
Pero que en plena pandemia Cruz se haya visto obligada a paralizar el envío de remesas a México es, a juzgar por las cifras que manejan los expertos, una excepción.
Según un informe del Centro de Investigación PEW, los envíos de dinero a México y otros países latinoamericanos como Colombia, Guatemala, El Salvador, Honduras y República Dominicana se desplomaron en abril de 2020 un 17% (981,2 millones de dólares) en comparación con abril de 2019, debido a la crisis sanitaria provocada por la covid-19.
Sin embargo, mientras El Salvador se llevaba la peor parte de los seis países –con un descenso en remesas del 40%–, México apenas registraba una bajada del 2,6% en abril. De hecho, el país azteca logró cerrar marzo de 2020 con cifras récord de remesas: los cuatro mil millones de dólares que los migrantes mexicanos enviaron a su país representan una subida del 35% con respecto a marzo de 2019 –algo que los especialistas achacan parcialmente a un cambio de divisa más favorable del dólar al peso mexicano–.
Los datos desafían incluso las estimaciones iniciales nada alentadoras que habían anticipado algunos expertos tras declararse la pandemia. Y es que el país azteca ha logrado mantener una tendencia al alza en remesas durante el primer semestre de 2020, registrando un ascenso del 10,6% comparado con el mismo periodo en 2019. Los economistas vaticinan además que, a lo largo de este año, las remesas a México subirán un 8,4% y alcanzarán los 39.500 millones de dólares, como detallan informes publicados por BBVA.
Datos del CEMLA también señalan que de mayo a septiembre de este año, EEUU ha demostrado una "capacidad significativa" para generarle trabajo a los migrantes mexicanos afincados en su territorio. En total, la cifra asciende a 928.000 empleos.
"México es un país mantenido por los migrantes que trabajan en Estados Unidos. Muchos de ellos son indocumentados. Y la actitud del gobierno de Andrés Manuel López Obrador es decepcionante: no aprecia ni a los cuarenta millones de mexicanos a este lado de la frontera, ni las remesas que envían, más allá de que el otro día saliera a alabarlos en público", asegura Armando Vázquez-Ramos, catedrático de estudios chicanos de la Universidad Estatal de California en Long Beach.
Desde hace años, Vázquez-Ramos es también el presidente del Centro de Estudios Entre California y México, y ha creado diversos programas académicos para que docenas de estudiantes indocumentados hispanos puedan visitar sus países de origen, principalmente jóvenes cuyos familiares viven en México o América Central. Su cercanía con la comunidad indocumentada le ha permitido conocer algunos factores que podrían haber llevado a este sector a aumentar los envíos de dinero a sus familiares en México durante la pandemia.
"La situación en México es mucho peor que en EEUU, y aquí, de alguna manera, puedes tener un trabajo a media jornada. Pero creo que el principal factor es que muchos migrantes anticipaban que Trump ganaría las elecciones y estaban acumulando dinero y enviándolo a México por si continuaban las políticas racistas y tenían que regresarse allá", opina Vázquez Ramos.
A pesar de no haber recuperado aún el trabajo, de momento Cruz no contempla hacer las maletas y volver a México, mucho menos a su pueblo natal, donde se ha producido un recrudecimiento de la violencia de los carteles de la droga. "Ahora es un pueblo muy peligroso y no se me ocurre regresarme", asegura. "Lo que quiero es ayudar a mi hermana, y para hacerlo necesito una chamba".
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