Este artículo se publicó hace 16 años.
Pakistán avanza que será "imposible" celebrar elecciones el 8 de enero
El Gobierno de Musharraf pone trabas a la investigación sobre el asesinato de Benazir Bhutto
"Es imposible" que Pakistán celebre elecciones generales el próximo 8 de enero, reveló ayer el portavoz de la Comisión Electoral paquistaní. El país se aleja así aún más de la normalización democrática prometida por el presidente, Pervez Musharraf, y puesta en jaque tras el asesinato de la ex primera ministra y candidata Benazir Bhutto.
La Comisión Electoral anunciará hoy una nueva fecha para los comicios electorales, posiblemente la primera semana de febrero, según han avanzado fuentes oficiosas. La oposición considera inaceptable el retraso y acusó a Musharraf de usar la violencia instigada por agentes provocadores como excusa para evitar la cita en las urnas.
Críticas al retraso
"Puede haber elecciones en Sri Lanka donde hay una guerra. Puede haber elecciones en Afganistán, donde está Al Qaeda. ¿Por qué no puede haber elecciones en Pakistán y en la fecha prevista?", preguntó retóricamente Asif Ali Zardari, viudo de Bhutto y su sucesor provisional al frente del Partido Popular de Pakistán (PPP).
La oposición cree que el retraso de los comicios es intencionado: si se celebrasen la próxima semana, el partido de Musharraf, la Liga Musulmana de Pakistán (PML), sufriría un descalabro electoral, mientras el PPP capitalizaría la oleada de empatía desencadenada por el asesinato de su dirigente.
A las críticas por el calendario electoral se suman las relacionadas con la investigación sobre la muerte de Bhutto. Islamabad mantiene que falleció por las heridas causadas cuando se golpeó con el techo solar del coche en que viajaba al ser empujada por la ola expansiva de la explosión.
Los familiares y el PPP insisten que Bhutto fue tiroteada. "Tenemos muy claro que Benazir fue asesinada por disparos a corta distancia", dijo ayer la secretaria de información del PPP, Sherry Rehman. Indicó que los vídeos captados segundos antes del atentado suicida contradicen la versión oficial.
Los seguidores de Bhutto acusan al Gobierno de no ofrecer una protección adecuada a la ex primera ministra, quien ya fue víctima de un intento de asesinato en octubre.Si se confirmase que un pistolero disparó a la candidata desde cerca, significaría que el asesino burló la seguridad gubernamental en Rawalpindi, sede del cuartel de las Fuerzas Armadas de Pakistán.
Las dudas sobre la versión ificial han aumentado al conocerse que el Ejecutivo paquistaní está obstaculizando la investigación sobre las causas de la muerte. Por un lado, Musharraf ha dado largas a la oferta de Londres de enviar a expertos. Por otro, los médicos que intentaron salvar la vida de Bhutto han denunciado que han sido obligados a guardar silencio. "El Gobierno se llevó todo el historial médico de Bhutto tras su muerte", declaró ayer un doctor en condición de anonimato a The Washington Post. "Nos han prohibido que hablemos", añadió.
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