Este artículo se publicó hace 11 años.
La OTAN: "El uso de armas químicas no puede quedar sin respuesta"
La Alianza también culpa al régimen sirio del ataque que, según el último balance de la oposición, ha dejado 1.500 muertos y 5.000 heridos
Como no podía ser de otra forma, la OTAN tampoco tiene dudas de que el régimen de Bashar al Asad fue el responsable del ataque con armas químicas del pasado día 21 en Siria. Para la Alianza es Damasco el que "custodia los arsenales de armas químicas" y que por eso y a priori está detrás de los hechos.
"Consideramos el uso de armas químicas como una amenaza a la paz y seguridad internacional", aseguró el secretario general de la Alianza, Anders Fogh Rasmussen, tras reunirse con los embajadores de los Estados miembros. "Condenamos en los términos más duros estos vergonzosos ataques, que causaron una gran pérdida de vidas", explicó el político danés en un comunicado, en el que subrayó el apoyo aliado a la investigación que está llevando a cabo la ONU sobre el terreno.
Además de adherirse a la tarea que están realizado los expertos de Naciones Unidas, la OTAN parece también dar su apoyo a los planes de países como EEUU y Reino Unido sobre una intervención militar extranjera en Siria. Rasmussen no dudó en decir que el uso de este tipo de armamento "es inaceptable y no puede quedar sin respuesta". "Los responsables deben rendir cuentas", insistió.
La oposición siria apunta a que la sustancia utilizada en el ataque fue gas sarín
Para Rasmussen, el ataque supone una "clara violación" de las normas internacionales y que ha causado centenares de muertos. "Información disponible de un amplio abanico de fuentes apunta al régimen sirio como responsable del uso de armas químicas en estos ataques", señaló el secretario general de la OTAN.
La OTAN seguirá analizando de cerca la situación en Siria y asistiendo a Turquía en la protección de la frontera sureste de la Alianza, señaló Rasmussen en referencia a las baterías de misiles Patriot que los aliados tienen desplegadas desde hace meses en suelo turco. La Alianza Atlántica ya había señalado en varias ocasiones que el uso de armamento químico en Siria suponía una línea roja dentro de un conflicto del que hasta ahora ha preferido mantenerse al margen.
En cuanto a las consecuencias del ataque, la opositora Coalición Nacional Siria (CNFROS) ha elevado este miércoles las víctimas a 1.500 muertos y 5.000 heridos. Asimismo, apuntó que la sustancia utilizada fue probablemente gas sarín ante los síntomas que sufren los heridos. El principal grupo de la oposición siria afirmó que los misiles con elementos químicos fueron disparados solo desde la base de la brigada 155 del Ejército leal a Al Asad, situada en el Monte Qalamun en Damasco.
Según el informe, elaborado con datos de activistas, supervivientes y oficiales del Ejército del régimen sirio que simpatizan con la revolución, los proyectiles impactaron en las zonas con una mayor densidad de población, alejadas del frente militar. Una fuente de seguridad de Al Asad confirmó a la CNFROS que se dieron ordenes a los "shabiha" (milicianos gubernamentales) para que se protegieran con máscaras de dicho ataque químico.
El primer ministro sirio: "El país va a ser el cementerio de los invasores"
Otra fuente de las Fuerzas Armadas explicó a los opositores que al complejo militar de Qutafya, en el Monte Qalamun, llegó el 10 de agosto un convoy con versiones locales de los misiles iraníes "Zilzal" y de los egipcios "Saqr 15", que son capaces de transportar sustancias químicas. Ocho días más tardes personal del complejo empezó a transportar los misiles a plataformas de lanzamiento. El informe incluye fotografías de cadáveres envueltos en sudarios, principalmente de niños, y un mapa con los lugares origen de los disparos y de aquellos blanco del ataque.
Siria ha vuelto a defenderse de las acusaciones sobre su autoría del ataque y ha culpado a los "terroristas", término empleado para identificar a las fuerzas rebeldes, que a juicio de Damasco habrían recibido ayuda de EEUU, Reino Unido y Francia a usar armas químicas. El viceministro de Exteriores sirio, Faisal Maqdad, ha asegurado que el régimen sirio ha presentado pruebas a los inspectores de la ONU de que fueron los rebeldes quienes emplearon gas sarín con ayuda occidental lo que, a su juicio, significa que "este armamento químico pronto será empleado por los mismos grupos contra la población de Europa".
El primer ministro sirio, Wael al Halqi, también ha culpado a Estados Unidos, Israel y los países occidentales de "crear mentiras y emplear argumentos falsos como el uso de armas químicas" para lanzar un ataque. Ante la creciente presión internacional que apunta a un inminente ataque, Al Halqi fue más allá y advirtió de que "Siria va a ser el cementerio de los invasores, no se va asustar por sus amenazas colonialistas y ninguna fuerza del mundo podrá vencerla".
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