La OTAN descarta lanzar más misiles en su ofensiva afgana
La Alianza quiere evitar nuevas muertes de civiles que les resten apoyo popular
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La OTAN no lanzará más misiles como el que el domingo mató a 12 civiles, entre ellos varios niños, en las cercanías de Marjah, al sur de Afganistán. Esa orden, dada ayer por el jefe de la Alianza en el país, el general Stanley McChrystal, quiere evitar nuevas víctimas mortales que pongan en contra a la población local, cuyo apoyo es vital para que la Operación Juntos tenga éxito. La prohibición seguirá en pie como mínimo hasta que finalice la investigación abierta sobre esas muertes, aseguró McChrystal.
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El comandante de las Fuerzas Británicas, Jock Stirrup, admitió que las bajas civiles son "un serio revés" para el éxito de la ofensiva. "Esta operación no pretende combatir a los talibanes sino, sobre todo, proteger a la población local, y no les proteges cuando les matas", añadió Stirrup.
El primer ministro británico, Gordon Brown, trató de justificar lo ocurrido explicando que "un alto número de efectivos entraron en un área donde hemos tenido problemas con los insurgentes talibanes y donde nuestras fuerzas afrontan el riesgo de los artefactos explosivos improvisados".
Ese tipo de bombas y las minas plantadas por los insurgentes son los principales obstáculos al avance de los 15.000 soldados extranjeros y afganos en este feudo talibán de la provincia de Helmand, el epicentro de la producción opiácea mundial.
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Conscientes del desequilibrio de fuerzas, muchos talibanes han huido o se han escondido y ofrecen escasa resistencia a unas fuerzas armadas hasta los dientes. Pero el Gobierno afgano recordó ayer que esta vez las tropas aliadas no se retirarán, sino que permanecerán en la zona.
Por eso, pidió a los insurgentes que abandonen las armas. "Vuestra mejor opción es aprovecharos del programa de paz y reconciliación afgano. No hay forma de que podáis ganar allí. El pueblo afgano está determinado a ganar", apeló el ministro de Defensa afgano, Abdul Rahim Wardak.
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Occidente ha comprometido hasta la fecha 140 millones para ofrecer una forma de vida alternativa a quienes combaten con los talibanes sólo por dinero, no por compartir su visión fundamentalista. Además, el Gobierno presidido por Hamid Karzai, ha convocado una jirga (asamblea) para la paz para abril, a la que espera que asistan jefes tribales de todo el país y varios líderes talibanes.
El gobernador de Helmand, sin autoridad alguna sobre la región de Marjah, anunció que hay más de 2.000 policías y funcionarios gubernamentales esperando al fin de la operación para encargarse de la seguridad y construir hospitales y escuelas.
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5 muertos en kandahar
Aunque la atención mediática está ahora centrada en la provincia afgana de Helmand, los bombardeos de la OTAN continúan en otros puntos del país. Un portavoz de la Alianza informó ayer de la muerte de cinco civiles en un bombardeo en Kandahar, la cuna de los talibanes y del presidente afgano, Hamid Karzai.
Campaña en Pakistán
Estados Unidos ha intensificado los ataques aéreos en el país vecino, Pakistán, desde que un agente doble jordano acabó con la vida de siete agentes de la CIA en una base afgana. Uno de sus misiles mató al líder de los talibanes paquistaníes, Hakimulá Mehsud, el mes pasado. Sin embargo, los bombardeos también han causado la muerte de más de una decena de civiles desde entonces y han provocado airadas críticas entre la población y las autoridades locales.
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2.412 muertes en 2009
2009 fue el año con un mayor número de víctimas civiles desde el inicio de la guerra, en 2001. En total murieron 2.412, un 14% que el año anterior.