Este artículo se publicó hace 14 años.
La OTAN admite haber matado por error a doce civiles
El general estadounidense Stanley McChrystal pide disculpas por lo que considera un suceso "desafortunado"
La ofensiva de la OTAN al bastión talibán de Marjah, al sur de Afganistán, ha empezado a cobrarse la vida de civiles. En un comunicado, la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF), misión bajo mando de la OTAN, admite haber matado a doce civiles al lanzar dos cohetes que se desviaron 300 metros y erraron en su objetivo de impactar contra un refugio insurgente en el sur del país.
El escrito dice, además, que los proyectiles salieron de un sistema de lanzamisiles ligero contra un refugio desde el cual los talibanes estaban abriendo un fuego "preciso y directo" contra un grupo de soldados internacionales y afganos. Un militar afgano y otro extranjero resultaron heridos por los disparos que los integristas estaban efectuando en el distrito de Nad Alí, situado en la conflictiva provincia sureña de Helmand.
"La actual operación en el centro de Helmand está dirigida a restaurar la seguridad y la estabilidad en esta zona vital de Afganistán. Es lamentable que durante nuestro esfuerzo conjunto se hayan perdido vidas inocentes".
"Expresamos nuestro más sentido pésame y nos aseguraremos de hacer todo lo que podamos para evitar futuros incidentes", dijo el jefe de la ISAF, el general estadounidense Stanley McChrystal. El militar pidió también disculpas al presidente afgano, Hamid Karzai, por lo que consideró un suceso "desafortunado".
Ataque al Palacio PresidencialPoco antes del comunicado de la OTAN, Karzai ya había asegurado que al menos diez civiles murieron al impactar un proyectil contra su vivienda en el marco de la operación antitalibán en Helmand. El Palacio Presidencial, en un comunicado, no precisó la autoría del ataque y aseguró que éste tuvo lugar en el distrito de Marjah y no en el cercano de Nad Alí, tal y como dijo luego la OTAN.
La ONU pidió que se evitaran las muertes de civiles
El presidente ya había pedido durante los primeros compases de la Operación Moshtarak ("Juntos" en dari), la mayor ofensiva militar en Afganistán desde el inicio de la invasión en 2001, que se evitaran las bajas civiles y los bombardeos aéreos.
Marjah, considerado el único núcleo de la provincia de Helmand que el movimiento talibán controlaba por completo, tiene unos 80.000 habitantes. La ONU había pedido durante el día a las partes en conflicto que evitaran las muertes de civiles y respetaran al personal humanitario desplegado para ayudar a los desplazados.
La Oficina de Coordinación para Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas (OCHA) ha constatado que "un número creciente" de desplazados está llegando de la zona de la ofensiva (Marjah y Nad Alí) a Lashkar Gah, capital de Helmand, aunque dijo que es "imposible" saber la cifra exacta.
"Quisiera aprovechar esta oportunidad para llamar a todas las partes a que no involucren ni usen a la población civil, a los actores humanitarios o la ayuda humanitaria para propósitos militares", pidió en un comunicado el coordinador humanitario de la ONU en Afganistán, Robert Watkins.
Unas 900 familias que han abandonado sus hogares ya se han registrado ante las autoridades provinciales, pero el proceso de verificación que habitualmente efectúan las agencias humanitarias en casos similares aún no ha concluido.
La OCHA dijo haber hecho entrega de 750 paquetes con comida y otros artículos no alimentarios y estar en contacto con los militares aliados para dar una respuesta humanitaria al conflicto.
Por su parte, el ministro británico de Defensa, Bob Ainsworth, dijo horas antes de la publicación del comuniado de la OTAN que el objetivo central de la ofensiva es "ganarse a los afganos".
"La prueba auténtica es saber si podemos seguir controlando el territorio y si podemos dar seguridad a la población, y ganar sus mentes y sus corazones", manifestó Ainsworth a la BBC. El titular de Defensa lamentó las dos bajas sufridas por las fuerzas aliadas, un estadounidense y un británico, pero añadió que "las cosas están yendo extremadamente bien; es un plan bien pensado y bien aplicado, y por ahora lo estamos haciendo muy bien".
"Ganarse a la población supondrá, ganarse a elementos que han disparado contra nuestras tropas"
Ainwsorth destacó, asimismo, la importancia de la participación en la ofensiva de fuerzas afganas junto a los militares de la coalición internacional y destacó que eventualmente serán las responsables de garantizar la estabilidad y la seguridad en todo el país.
El objetivo, añadió, ha de ser también facilitar a la población local "los medios para que tengan un medio de vida, sin necesidad de cultivar amapola o de armarse para luchar con los talibanes".
Ainsworth admitió que habrá que tratar también con combatientes insurgentes y declaró que "ganarse a la población supondrá, en algún grado, ganarse a algunos elementos que en el pasado han estado en contra nuestra, que han disparado contra nuestras tropas".
El ministro británico recordó que la zona de Helmand donde se desarrolla la ofensiva militar "es un área de una gran riqueza agrícola, con sistemas de irrigación dedicadas a la producción de fruta", que bajo el control de los talibanes y de algunos señores de la guerra ha visto como el cultivo de amapola se multiplicaba.
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