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El opositor ruso Ildar Dadin muere durante los combates en Járkov (Ucrania)

Se sumó a compatriotas que abogaban por la derrota de Rusia en la guerra y la caída del régimen encabezado por Vladímir Putin.

Un soldado ucraniano junto a un tanque T-72 en la región de Donetsk, en el este de Ucrania, el 18 de enero de 2023.
Imagen de archivo de un soldado ucraniano junto a un tanque T-72 en la región de Donetsk, en el este de Ucrania, el 18 de enero de 2023. OLEG PETRASYUK / EFE

El opositor ruso Ildar Dadin ha muerto este fin de semana durante los combates en Járkov. Desde diciembre luchaba en las filas de la paramilitar Legión Libertad de Rusia. La periodista Xenia Larina ha informado de su fallecimiento en la red social X. 

Járkov se trataba de uno de los puntos más afectados del frente ucraniano. Según la prensa local, el opositor se había alistado a un grupo de voluntarios rusos creado en 2023 que se integra en la legión internacional ucraniana, llamada el Batallón Siberiano.

El exdiputado de la Duma Estatal rusa, Ilya Ponomarev, ha informado en su perfil de Facebook que "con profundo pesar debo informar que Ildar Dadin 'Gandhi' murió en combates en la región de Járkov. Conocía a Ildar casualmente por las protestas en la plaza Bolotnaya. Ya entonces demostró ser un luchador intrépido y consecuente".

Ponomarev, quien actualmente se encuentra en el exilio y que era un amigo cercano a Dadin, ha lamentado que el opositor "no vivirá para ver la victoria", pero que su nombre "aparecerá en las calles de las ciudades rusas".

Primer opositor ruso con pena de cárcel

Con el apodo de Gandhi, Dadin se sumó a compatriotas que abogaban por la derrota de Rusia en la guerra y la caída del régimen encabezado por Vladímir Putin.

Dadin consiguió una gran popularidad al convertirse en 2015 en el primer opositor en ser condenado a una pena de cárcel de tres años en virtud del artículo del Código penal 212.1, que establece que la cuarta falta administrativa cometida en un plazo de 180 días se castiga con prisión, considerado anticonstitucional y un instrumento de persecución política por la oposición.

Durante su estancia en la cárcel de la región de Carelia, en el norte de Rusia, denunció ser objeto de numerosas torturas y palizas a manos de varios funcionarios de prisiones, quienes le metieron la cabeza en la taza del váter y le amenazaron en repetidas ocasiones de muerte y con ser sodomizado.

El Tribunal Supremo atendió el testimonio del declarado preso político y le puso en libertad en 2017, pero éste no se exilió hasta el comienzo de la actual campaña militar rusa en Ucrania.

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