Este artículo se publicó hace 3 años.
La ONU, "muy preocupada" por no tener pruebas de la vida de las princesas árabes secuestradas
El Gobierno británico apoya la petición de una entrevista con la hija del emir Rashid Al Maktoum tras el grito de ella para ser liberada. En Dubái, contestan que Latifa recibe "el cuidado de la familia y los profesionales".
Londres-Actualizado a
En los gineceos de la antigua Grecia, las mujeres vivían separadas de los hombres en las viviendas con suficiente espacio para la segregación por género. Sumisas y serviles, pervivían esposas, madres, hijas o hermanas a la espera de las órdenes de los hombres que decidían qué hacer con ellas. En la antigua Grecia, sin teléfonos móviles ni medios de comunicación. Dando un gigantesco salto en la cronología histórica, la princesa Latifa de Dubái, de 35 años, vive en un gineceo que tiene forma de villa, a la que ella llama "prisión". Los gineceos árabes o, metafóricamente, jaulas de oro, no son conocidos, pero existen para mujeres de cierta clase social. Tampoco existía la ONU en la antigua Grecia.
Marta Hurtado, portavoz del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU, ha publicado esta semana lo siguiente: "No tenemos ninguna prueba de que Latifa esté viva; esa es nuestra mayor preocupación". Desde la sede de la ONU en Ginebra, la portavoz de Michelle Bachelet ha añadido que "hemos intentado fijar una reunión del nuevo embajador de los EAU (Emiratos Árabes Unidos) en Ginebra con altos cargos de la ONU. La misión diplomática ha aceptado, en principio, la petición, aunque todavía no se ha fijado fecha para el encuentro". A tenor de Marta Hurtado, la mejor reunión sería una entrevista con Latifa. "Lo ideal sería hablar con ella para examinar de primera mano todos los aspectos de la situación", ha comentado la portavoz del comisionado de Derechos Humanos.
Marta Hurtado: "Estamos muy preocupadas por ambas porque no sabemos qué les está ocurriendo"
La ONU quiere preguntar también por el estado de Shamsa, desaparecida en Cambridge (Inglaterra) en el año 2000, hermana mayor de Latifa. "Estamos muy preocupadas por ambas, porque no sabemos qué les está ocurriendo, por eso preguntamos no únicamente dónde están, sino que queremos hablar con ellas para conocer su situación", ha explicado Marta Hurtado en rueda de prensa. El Alto Comisionado para los Derechos Humanos interviene en casos de desapariciones de personas por todo el mundo. El tema de las princesas árabes saltó a la actualidad en febrero a través de grabaciones de Latifa acusando a su padre de tenerla secuestrada en una "villa convertida en prisión". La princesa, una de la veintena de hijos de Rashid Al Maktoum, intentó escapar de Dubái en 2018, sin embargo, fue detenida en aguas de la India junto a los amigos que la ayudaban a huir. De regreso al emirato, sus amigos fueron puestos en libertad. De ella, nunca más se supo, públicamente, hasta hace dos meses.
La familia real que gobierna Dubái hizo público un comunicado en febrero diciendo que Latifa se encontraba bien en su país, "al cuidado de su familia y de los profesionales". La embajada de EAU en Londres aduce que "lo que se publica de la familia real no corresponde a la verdadera situación de Latifa ni de su hermana". Latifa pidió a través de una grabación a la Policía de Cambridge que investigara la desaparición de su hermana Shamsa. La Policía contestó que lo hizo en su momento con una solicitud para hablar con la desaparecida, que fue denegada por el emir, quien calificó la desaparición de "cuestión privada".
La comisaria Michelle Bachelet tomó el caso de las dos mujeres cautivas en febrero tras la intervención de Mary Robinson, predecesora en el cargo de la ONU y amiga de la princesa Haya, sexta esposa del emir y madrastra de Latifa. Haya facilitó un encuentro entre Mary Robinson y Latifa en Dubái. Haya, formada en Inglaterra, huyó en 2019 con sus hijos de Dubái refugiándose en Londres donde ha conseguido el divorcio de Rashid Al Maktoum. Al emir le resultará más difícil someter a Haya a sus deseos, puesto que su exesposa es medio hermana del rey Abdalá de Jordania y ahora dispone de inmunidad diplomática en Gran Bretaña por ocupar un cargo en la diplomacia jordana en Londres. La actitud independiente de Haya ha convertido al emir en un león herido en su despótico machismo y poder político. Rashid Al Maktoum es vicepresidente de EAU, la unión de emiratos que acogen al rey Juan Carlos en Abu Dabi.
Boris Johnson se declara a favor de la libertad de la princesa
El ministro de Exteriores británico, Dominic Raab, se ha puesto del lado de la ONU para intervenir en el caso de personas desaparecidas. Hasta el primer ministro Boris Johnson se ha declarado a favor de la libertad de la hija que acusa a su padre de secuestro porque ella quiere ser independiente y tomar sus propias decisiones sobre su vida. Latifa, según reconoce en su testimonio difundido por la BBC, huía hacia Estados Unidos para alejarse del sometimiento a los deseos de su padre y del matrimonio escogido por él para ella.
Los mensajes de socorro, también en Arabia Saudí
"No sé qué será de mi futuro, hay barrotes en todas las ventanas y las puertas de la villa con dos guardianas dentro y cinco fuera; estoy desesperada", aduce Latifa en sus mensajes. Las guardianas tampoco estaban en los gineceos de la antigua Grecia, no obstante, la ansiedad de unas y otras mujeres quizás ya era compartida. Los mensajes de socorro de Dubái se oyen también de Arabia Saudí. Allí, la princesa Basmah bint Saud, de 55 años, hija pequeña del centenar de hijos que tuvo el segundo rey saudí, y su hija Suhoud al-Sharif, de 28 años, claman también libertad tras ser encerradas en prisión por comportarse contra la voluntad de sus familiares y poderosos varones.
El régimen hereditario y político de Arabia Saudí, uno de los principales aliados de Occidente, en el Próximo Oriente, hace los oídos sordos ante las campañas que en Europa se activan por la libertad de las secuestradas. FreeLatifa se ha movilizado por la princesa de Dubái mientras que la organización británica pro Derechos Humanos Grant Liberty ha pedido al Gobierno de Boris Johsnon que intervenga en la liberación de madre e hija, ambas residentes en Londres antes de su desaparición hace más de un año en una visita a Riad.
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