La ONU denuncia la muerte de 5.000 civiles en Siria
Al menos 33 personas han sido asesinadas hoy por las fuerzas de seguridad del régimen
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La alta comisionada de Derechos Humanos de la ONU, Navi Pillay, no se ahorró adjetivos ayer por la noche cuando explicó ante los representantes del Consejo de Seguridad la situación en Siria.
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Violaciones, asesinatos sumarios, torturas, ejecuciones, que han elevado a 5.000 las víctimas por la represión del régimen de Bachar al Asad.
El pasado 1 de diciembre, los muertos eran mil menos. Hoy al menos 33 personas han sido asesinadas, entre ellas un ciudadano turco, en distintas operaciones de represión de las fuerzas de seguridad.
Ayer, la información presentada por la alta comisionada de Derechos Humanos de la ONU, provocó una reacción fulminante del embajador de Francia ante la ONU, Gérard Garaud, que acusó al Consejo, que hasta ahora ha sido incapaz de actuar por el veto de China y Rusia, de ser cómplice de la masacre con su pasividad.
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"El Consejo es moralmente responsable del sufrimiento del pueblo sirio. Este es el informe más espantoso que hemos escuchado en dos años y las autoridades sirias son responsables y quienes han ordenado a sus soldados torturar y matar", dijo. "El silencio del Consejo es un escándalo. Es escandaloso que el Consejo, por la oposición de algunos de sus miembros, no pueda reaccionar para ejercer la presión necesaria sobre las autoridades sirias", reclamó.
Guido Westerwelle, el ministro de exteriores alemán, dijo por su parte estar "muy impresionado por las atrocidades en Siria que he escuchado. Se ha matado a 5.000 personas, a civiles, personas que piden libertad y derechos humanos".
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Sobre los asesinatos de esta jornada, los Comités de Coordinación Local han informado en un comunicado que la ofensiva de las fuerzas de seguridad se ha saldado con 20 muertos en la provincia septentrional de Idleb, siete en Hama (centro), cuatro en Homs (centro) y dos en Deraa (sur).
Mientras en la ciudad de Idleb han abierto fuego contra los asistentes a un funeral, las operaciones del régimen sirio se han extendido a la población de Marrat al Masrin, uno de los principales bastiones de la oposición de Al Asad y refugio de un gran número de militares desertores.
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También en Deraa las fuerzas de seguridad leales al régimen de Damasco han abierto fuego contra un funeral que se había convertido en una marcha para exigir la caída de Al Asad. Y en Hama y Homs el Ejército ha disparado contra los civiles.
Además, la localidad de Al Jah de la provincia de Deraa, está siendo bombardeada y sus comunicaciones están cortadas debido a que en ella se esconden miembros del Ejército Sirio Libre, que aglutina a los soldados desertores, según los Comités.