El comisario europeo de Ampliación y Vecindad, Oliver Varhelyi, ha anunciado este lunes por sorpresa que la Unión Europea congelaba de forma inmediata la ayuda al desarrollo a Palestina, que ha cifrado en unos 691 millones de euros. La decisión ha generado una oleada de reacciones en cadena tanto en el seno comunitario como en muchos países miembros.

Es más, a las pocas horas, el comisario europeo de Gestión de Crisis, Janez Lenarcic, enmendaba la plana a su compañero Varhelyi y aseguraba que la ayuda humanitaria de la Unión Europea a los palestinos continuará "todo el tiempo que sea necesario".

"Si bien condeno enérgicamente el ataque terrorista de Hamás (contra Israel), es imperativo proteger a los civiles y respetar el Derecho Internacional Humanitario", consideró el esloveno.

Así que todo el mundo se pregunta la razón por la que Oliver Varhelyi ha realizado un anunciado de tanta repercusión para la población civil palestina justo un día antes de que se celebre una reunión de ministros de Asuntos Exteriores de la UE en la que se van a abordar los pasos a tomar por parte de las autoridades comunitarias.

Oliver Varhelyi, el comisario de Orban en la UE

Pero, ¿quién es Oliver Varhelyi? Este jurista y diplomático húngaro ocupa desde hace casi cuatro años el cargo de comisario de Vecindad y Ampliación de la Unión Europea. Un puesto para el que fue designado por el ultraconservador primer ministro húngaro, Viktor Orban, conocido por su apoyo firme a Israel. Orban se jacta de que Hungría e Israel han logrado grandes resultados a la hora de construir una "comunidad conservadora" y así lo expresó en redes sociales.

El enviado de Orban ya fue noticia dos años antes por congelar un paquete de 214 millones de euros en partidas destinadas a las mejoras de los sistemas educativos y sanitarios de los palestinos alegando que los libros de texto en Palestina contenían lenguaje antisemita y que incitaba al odio y a la violencia. Finalmente, los fondos fueron desbloqueados el año pasado.

No fue tarea sencilla para Varhelyi ocupar su puesto actual en el Ejecutivo comunitario. El favorito de Orban fue László Trócsányi pero el Parlamento Europeo lo rechazó. Como segunda baza apareció Varhelyi pero tampoco obtuvo el quórum necesario en la primera votación y fue elegido en una ronda adicional.

Las funciones encomendadas a Varhelyi

Entre las funciones que tiene Varhelyi como comisario se encuentran fortalecer las relaciones con los países vecinos de la UE, avanzar en el proceso de adhesión de los países de los Balcanes Occidentales, apoyar las propuestas sobre la apertura de negociaciones de ampliación con la República de Macedonia del Norte y la República de Albania y trabajar en estrecha colaboración con Turquía como socio clave de la UE.

Además, también se encarga de acelerar la implementación de acuerdos de asociación y libre comercio con países como Ucrania, Georgia y Moldavia. Y promover la buena gobernanza, la protección del medio ambiente, la lucha contra la corrupción, el Estado de derecho y respetar el papel de los medios de comunicación independientes y de la sociedad civil.

Una carrera entre el Derecho y la diplomacia

Antes de ser nombrado comisario, ocupaba el puesto de embajador de Hungría ante la UE. La carrera de Varhelyi comenzó en 1996 dentro del Ministerio de Industria y Comercio húngaro. Tras su paso por el de Exteriores, fue jefe de gabinete del jefe de la unidad jurídica del ministerio. De ahí, se trasladó a Bruselas, a la misión húngara ante la UE, como asesor jurídico y luego jefe del servicio jurídico hasta 2006, tras la adhesión de Hungría a la UE.

Durante varios años siguió uniendo su carrera a la UE dentro del gobierno húngaro para regresar a Bruselas desde 2011. Y desde 2015 hasta 2019 fue la voz de Orban en las instituciones comunitarias como embajador de Hungría en la Unión Europea. 

Acusaciones de grosería y malos modos

Nadie discute el profundo conocimiento de los entresijos y la historia de la UE que posee Varhelyi, sin embargo también ha sido acusado de tratar con malas formas a sus trabajadores, de emplear un lenguaje malsonante y de crear en ocasiones un clima de trabajo difícil de soportar.

Un estilo de trabajar que difiere de las características que reclamaba Úrsula Von Der Leyen cuando inició su mandato como presidenta de la Comisión Europea en diciembre de 2019. El portal Politico recopiló en ese momento testimonios de exfuncionarios húngaros y diplomáticos europeos que llegaban a describir a Varhelyi como "extremadamente inteligente, astuto y bastante despiadado".

Un exfuncionario húngaro aseguraba al medio que Varhelyi "habla de manera increíblemente grosera con sus subordinados" y describió que solía comportarse creando una atmósfera de "terror emocional" que incluía gritos, insultos e improperios. Otro exfuncionario añadía la querencia de Varhelyi por "humillar" a los que trabajaban con él. Otros trabajadores que habían compartido responsabilidades con el comisario intentaban minimizar esas críticas pero admitían que las reuniones con él "podían volverse desagradables, dependiendo de sus cambios de humor".