De Occidente al mundo árabe: nadie detiene el genocidio de Netanyahu en Gaza
En este vídeo repasamos cómo el primer ministro de Israel actúa sin miedo a represalias o a crear tensiones con Estados Unidos para llevar a cabo su masacre contra el pueblo palestino.
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madrid,
La Franja de Gaza lleva sumida más de 160 días en el horror.
Israel no ha cesado en su masacre. Han sido asesinadas más de 30.000 personas y más de 73.000 han resultado heridas. ¿Pero qué está haciendo la comunidad internacional? ¿Por qué no se para los pies a Israel?
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Hay que señalar que el Gobierno de Netanyahu ha recibido críticas por su actuación de la Unión Europea, de la ONU e, incluso, de Estados Unidos. España también ha sido un actor crítico en este contexto. Sin embargo, Israel sigue teniendo vía libre para masacrar a la población de Gaza y Cisjordania.
En noviembre de 2023, la Unión Europea emitió una declaración para mostrar su preocupación por la crisis humanitaria en Gaza.
Así lo manifestó el Alto Representante de la Unión, Josep Borrell. En el escrito insta a "Israel a que ejerza la máxima moderación para garantizar la protección de los civiles".
"La acción de Israel no se justifica como legítima defensa", según la ONU
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Pero hay un truco en la mayor parte de declaraciones y misivas de aparente respaldo a Palestina y a la ayuda humanitaria. El truco es el mantenimiento del argumento del derecho de Israel a defenderse. La relatora especial de la ONU sobre los territorios Palestinos ocupados, Francesca Albanese, explicó a este periódico que "la acción de Israel no se justifica como legítima defensa".
Desde el 7 de octubre de 2023, tras los atentados de Hamás, el Gobierno de Netanyahu no solo no ha acometido una respuesta proporcional, ha llevado a cabo un plan de destrucción de la Franja, un auténtico genocidio. Israel no ha dudado en atacar residencias, hospitales y escuelas. Algo que ha motivado un desplazamiento masivo de los palestinos.
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La ONU, una influencia ignorada
Desde que comenzó el ataque, la ONU ha pedido el cese de las hostilidades y ha lanzado críticas contundentes sobre la acción de Israel en la Franja. "Nada justifica el castigo colectivo" y el "hambre catastrófica" en Gaza, indicó el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres.
De hecho, el pasado 25 de marzo, en una resolución histórica, el Consejo de Seguridad de la ONU pidió por primera vez un alto el fuego "inmediato" en Gaza. La resolución fue aprobada por 14 votos a favor, pero con la abstención de Estados Unidos.
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A pesar de ello, sigue sin haber una respuesta clara, concreta, que ponga fin a lo que se puede considerar un genocidio, una invasión de un terrotorio donde la mayoría de las víctimas son civiles. Mientras tanto, Israel sí se permite atacar a la ONU, especialmente a la UNRWA, la agencia que trabaja con los refugiados de Palestina.
El papa Franciso ha sido otra de las voces que ha clamado por un alto el fuego y ha recordado que los ataques contra civiles suponen un crimen de guerra. Pero tampoco ha tenido ningún efecto.
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La posición de EEUU
Estados Unidos ha tenido un papel fundamental con su apoyo a Israel desde el inicio del conflicto. Pero ese apoyo se ha ido tambaleando a medida que Israel recrudecía su ofensiva y la opinión pública estadounidense se volvía crítica tanto con el Gobierno de Netanyahu como con la propia Administración de Biden.
Biden dice que Netanyahu "está perdiendo apoyos"
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El presidente de EEUU aseguró que Netanyahu "está perdiendo apoyos". En un acto sin cámaras, Joe Biden afirmó que el Gobierno de Israel es el "más conservador de la historia" y que las autoridades israelíes no pueden decir 'no' a un Estado palestino.
A eso se suma el aumento de las tensiones entre Biden y Netanyahu a propósito de Rafah. Israel dice que está listo para perpetrar un ataque terrestre en esa ciudad situada en la frontera de Gaza y Egipto. Mientras, el Gobierno de Biden ha pedido que cancele esa operación.
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¿Cuál es el papel de los países árabes?
En noviembre de 2023, Arabia Saudí convocó la cumbre de la Liga Árabe y la Organización de la Conferencia Islámica (OCI) para abordar el conflicto. Al encuentro acudió Mahmud Abás, presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP). La intención de los líderes de las potencias regionales árabes e islámicas fue acordar una respuesta conjunta.
En estos países hay un apoyo rotundamente mayoritario a la causa palestina y sus gobiernos son conscientes de ello. Aun así, algunas de estas potencias mantienen buenas relaciones económicas y diplomáticas con Israel. Esto torció que hubiera una respuesta contundente contra el Gobierno de Netanyahu.
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Es cierto que hubo una condena conjunta a Israel, que clamaron por un alto el fuego y que rechazaron un desplazamiento forzado de la población palestina. Pero también es cierto que escenificaron su división sobre las relaciones con Israel. Países como Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos o Baréin se opusieron a romper relaciones diplomáticas.
¿Qué pasa en España?
El Gobierno de Pedro Sánchez ha mantenido una actitud crítica con Netanyahu. En su primer viaje institucional tras ser reelegido presidente del Gobierno, visitó Israel. Allí manifestó frente a Netanyahu su repudio por el número de palestinos muertos.
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Las dos respuestas de España: conferencia de paz y reconocimiento del Estado palestino
¿Pero cuáles son las propuestas de España? Podemos destacar dos: una conferencia de paz para poner fin al conflicto y el camino hacia el reconocimiento del Estado palestino. La conocida como opción de los dos Estados.
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En paralelo, la entonces ministra Ione Belarra, de Unidas Podemos, mostró una contundente posición contra el genocidio de Israel contra Palestina. El posicionamiento del Gobierno llevó a un conflicto diplomático con Israel.
La razón fue que Israel tiró de propaganda y dijo que el Gobierno español apoyaba el terrorismo. Algo que motivó que el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, convocara a la embajadora israelí para pedirle explicaciones.
A pesar de estos desencuentros, España ha seguido enviado material militar a Israel. El Gobierno argumentó que esos envíos se habían autorizado antes del 7 de octubre. Por lo tanto, el Ejecutivo no evitó revocar las operaciones previa. Lo que ha hecho el Gabinete de coalición es "no autorizar nuevas licencias".
Con estos ejemplos, a pesar de los más de cinco meses de masacre de Israel en Gaza, a Netanyahu no le importa ser un verso suelto, presionar al resto de Estados o engañar a la comunidad internacional para continuar con su plan genocida en Palestina.