Este artículo se publicó hace 13 años.
Obama visita las zonas destruidas por los tornados
Las tormentas causaron 300 muertos y arrasaron pueblos enteros
Isabel Piquer
Barack Obama se desplazó este viernes hasta la zona siniestrada por una serie de violentos tornados que a mediados de esta semana causaron la muerte de unas 300 personas, la gran mayoría en Alabama, y destruyeron poblaciones enteras. Las labores de ayuda se centran en rescatar a los supervivientes, atrapados en las ruinas de sus casas, y ayudar a los miles de damnificados que se han quedado sin nada.
Obama y su mujer, Michelle,aterrizaron por la mañana en el pequeño aeropuerto de Tuscaloosa (Alabama), una población de 83.000 habitantes que fue casi borrada del mapa. Rodeado de escombros, el presidente de EEUU prometió "toda la ayuda federal posible", dijo nunca "haber visto semejante destrucción" y prometió a los habitantes que nadie les olvidaría. Obama estaba ansioso por mostrar que la ayuda federal estaba en camino y que no se tomaba el desastre a la ligera, aprendiendo de las desastrosas lecciones de su predecesor, George Bush, con el Katrina en 2005.
El presidente quiere mostrar que aprendió de los errores del Katrina'
El matrimonio presidencial visitó la pequeña ciudad de Alberta, también damnificada y se paró a hablar con Debbie Crawford, la directora de la escuela, o lo que quedaba de ella, que se ha transformado en un centro de ayuda para los afectados. "Llevamos 48 horas sin parar", les dijo Crawford ante unos supervivientes que intentaban conservar sus pertenencias en bolsas de plástico.
No hay cifra definitiva de muertos (algo más de 300), esencialmente en Alabama, que registró más de 200 víctimas mortales, así como Misisipi, Georgia, Tennessee, Virginia, Arkansas y Kentucky. "La experiencia me dice que estimar muertes no es un negocio seguro", dijo Craig Fugate, director de la Agencia Federal de Gestión de Emergencias (FEMA, en inglés), refiriéndose al Katrina. De hecho, la Cruz Roja no montaba una operación tan grande desde el huracán de 2005. FEMA tiene previsto desplegar todos su medios para ayudar a los afectados. En Alabama ya se han desplazado 2.000 soldados de la Guardia Nacional.
Los expertos están de acuerdo en afirmar que era difícil predecir la violencia de los tornados, un fenómeno meteorológico complicado, que no sumaba semejante fuerza desde 1966. El número de víctimas se debe, sobre todo, al incremento de la población en zonas donde tradicionalmente ocurren estas tormentas.
"Nunca he visto semejante destrucción", dice el mandatario
Hoy, un millón de personas seguía sin electricidad. Era difícil encontrar gasolina, comida y objetos de primera necesidad en Alabama. Por lo visto ya se habían producido episodios de pillaje. La logística tardaba en ponerse a funcionar. "No tenemos la infraestructura para canalizar donaciones u organizar voluntarios", reconoció Phyllis Little, responsable de uno de los condados más afectados, en las inmediaciones de Birmingham".
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