Un noruego que odiaba el islam
Fue responsable local de las juventudes de un partido populista
Publicidad
Ultra, islamófobo y exmilitante de la extrema derecha noruega. Anders Behring Breivik, el supuesto autor del atentado de Oslo y la matanza en la isla de Utoya, dejó rastro de su ideología en foros de Internet, donde plasmó su fundamentalismo cristiano.
Publicidad
Un registro en su casa permitió a la Policía trazar un perfil del detenido, gracias al hallazgo de mensajes con "opiniones hostiles hacia el islam", al que equiparaba con el nazismo y el fascismo. "Todas las ideologías del odio deberían ser tratadas igualmente", escribió este noruego alto y rubio de 32 años, que aborrecía el marxismo y cuya rabia llegaba hasta Asia Oriental.
"¿Por qué no se demoniza a los japoneses y surcoreanos como se ha hecho con los nazis y fascistas?", se preguntaba en la web Document.no, que todavía alberga muchos de sus escritos de corte radical. Sobre todo contra el islam, que calificó de "ideología del odio".
"Es muy hipócrita tratar a los musulmanes, nazis y marxistas de forma diferente", escribió en otra ocasión, en la que cargó contra los "musulmanes moderados" porque, según él, cualquier día podrían volverse "extremistas". Para defender los postulados de Hitler, aseguró que el islamismo había causado "300 millones de muertos, el comunismo, 100 millones, y el nazismo, entre 6 y 20 millones".
Publicidad
El jefe de la Policía de Oslo, Sveinung Sponheim, explicó que sus textos indican "inclinaciones políticas hacia la derecha y puntos de vista antimusulmanes". Pero no detalló si el móvil de los asesinatos está relacionado con su ideología.
Un portavoz del Partido del Progreso confirmó que durante la década pasada militó en la rama juvenil de esta formación populista de derechas, de la que fue responsable local durante dos años. En 2009, se hizo miembro del foro nazi Nordisk, según la revista antirracista Expo.
Publicidad
Breivik se definía, en su perfil en Facebook, como conservador y cristiano, apasionado de los videojuegos e interesado en el culturismo y la masonería, datos que no han sido confirmados por las fuerzas del orden de su país. Estas investigan si el presunto terrorista contó con la ayuda de algún cómplice. Si no fuese así, sería el atentado con más víctimas llevado a cabo por una sola persona.
Aunque la Policía ha cerrado ya su página en la red social, en ella enumeraba sus aficiones, comenzando por la caza. De hecho, tenía permiso de armas y cuando fue detenido portaba un rifle y un arma ligera, según la Policía.
Publicidad
También le gustaba leer novelas y ensayos de autores como William James, John Stuart Mill, George Orwell y Franz Kafka; los juegos de guerra online, entre ellos World of Warcraft y Modern Warfare 2; y el cine, cuyos títulos favoritos son Gladiator, 300 y Dogville.
Admirador de Max Manus, miembro de la resistencia noruega al nazismo durante la Segunda Guerra Mundial, Breivik es aficionado a la escritura. En Twi-tter, el único mensaje en su supuesta cuenta, en cambio, era una cita atribuida al filósofo y economista británico Stuart Mill: "La fuerza de una persona que tiene una creencia es igual a la de 100.000 que sólo tienen intereses".
Publicidad
Firme opositor al multiculturalismo, creció en el West End de Oslo, donde vivió con su madre y estudió en una Escuela de Negocios de Oslo, según medios locales. Breivik, sin antecedentes penales, se había mudado recientemente a una pequeña localidad del condado de Hedmark y figuraba en los registros oficiales como director de la empresa Breivik Georfarm, lo que se cree que le facilitó la compra de los fertilizantes con los que se fabricó la bomba. Sin embargo, su información fiscal (en Noruega estos datos son públicos) revela que en 2009 apenas tuvo ingresos.