Netanyahu forma una coalición radical de la que no se puede esperar nada bueno
Apurando al extremo el plazo que tenía para formar gobierno, Benjamín Netanyahu ha logrado componer una coalición que respeta escrupulosamente la voluntad popular de los israelíes judíos y que no augura nada bueno para la legislatura.
Publicidad
JERUSALÉN.- Después de 42 días de intensas negociaciones, el primer ministro Benjamín Netanyahu ha logrado componer una coalición en la que jugarán un papel central los partidos más radicales, tanto religiosos como nacionalistas. El nuevo gabinete contará con el ajustado apoyo de 61 de los 120 escaños de la Kneset. El propio Netanyahu ha declarado que este solo es un punto de partida y que intentará ampliar la coalición tan pronto como sea posible con partidos como el de Avigdor Lieberman, Yair Lapid o incluso con los laboristas de Haim Herzog.
Publicidad
“Los ministros apenas podrán ir al cuarto de baño para no quedar en minoría”, ha observado un analista ante lo ajustado de la coalición de Netanyahu
Para ilustrar esta dramática situación bastará recordar algunos hechos ocurridos recientemente. El gobierno de Netanyahu ha prohibido la entrada en el país de un ministro sudafricano que se ha expresado contra la ocupación. Netanyahu y el presidente Reuven Rivlin se han negado a recibir al expresidente Jimmy Carter que ha visitado la región con una iniciativa de paz. Netanyahu se ha negado a recibir al secretario de Estado John Kerry de gira por la zona aduciendo que no es el momento adecuado.
La paz con los palestinos no depende de los palestinos, porque éstos no pueden hacer nada, ni de los israelíes, porque éstos no quieren hacer nada, sino de Europa y Estados Unidos
Publicidad
El laborista Herzog ha criticado la composición del gobierno en el marco del “juego democrático”, pero algunos líderes laboristas admiten que hay bastantes posibilidades de que a corto plazo los laboristas se integren en la coalición.