Este artículo se publicó hace 13 años.
Murray pidió ayuda para reanimar a Michael Jackson
El asistente del cantante narra el shock que sufrieron los hijos mayores al verle moribundo
El juicio por la muerte de Michael Jackson ha vivido este jueves su segunda jornada con la declaración del asistente personal del cantante, Michael Amir Williams, y el jefe de su equipo de seguridad, Faheem Muhammad. Ambos han descrito al jurado la caótica situación de los últimos momentos de vida del rey del pop que, según han contado, presenciaron abatidos sus hijos mayores.
Muhammad, una de las primeras personas que llegaron a la habitación del cantante el día de su muerte, el pasado 24 de junio del 2009, explicó que se encontró en estado de shock a Prince Michael, de 14 años, y a su hermana Paris, de 13 años, "destrozada" y llorando en el suelo a la entrada de la estancia.
Según el guardaespaldas, Jackson estaba tumbado en el suelo al lado de su cama, con los ojos abiertos y apariencia moribunda, mientras que Murray intentaba revivirle ante la atenta mirada del director de logística del artista, Alberto Álvarez, quien ya había llamado a los servicios de emergencia.
"¿Alguien sabe hacer la reanimación cardiopulmonar?", preguntó entonces Murray, según ha relatado Muhammad en el juicio. El testigo no aclaró si el doctor estaba practicando esa técnica de reanimación y quería que alguien le sustituyera o si desconocía cómo se realizaba.
Sus hijos mayores fueron testigos de sus últimos momentos de vida
Tras estas impactantes revelaciones, se ha contado cómo Murray le comentó por teléfono a Williams que Jackson había sufrido "una mala reacción", pero horas después Jackson fallecía en el hospital UCLA de Los Ángeles, a las 14:26 horas.
Williams, por su parte, recordó que, una vez fallecido, Murray se le acercó en el centro médico y le pidió que le llevaran a la vivienda para retirar unas sustancias de la escena."Hay una crema en la habitación de Michael que él no habría querido que el mundo supiera de ella", dijo el ayudante del cantante reproduciendo las palabras de Murray en el día de los hechos. Una afirmación con la que apoyaría la tesis de que el médico ocultó pruebas tras la muerte.
La Fiscalía señala a Murray como responsable de dar al artista una dosis letal de medicamentos, incluido propofol, y abandonar a su paciente en la habitación para atender unas llamadas mientras el artista fallecía solo. Pero la defensa alega que Jackson era un adicto al propofol y otras sustancias farmacológicas, desde hacía tiempo, y que las utilizaba para combatir el insomnio.
La defensa de Murray intenta culpar a su dermatólogo
Los abogados de Murray culpan al propio artista de administrarse una sobredosis cuando el médico se ausentó, un argumento que choca con los relatos de los testigos, pues tanto el asistente como el guardaespaldas coincidieron en que Jackson se encontraba "animado" la noche del día 24, después de un ensayo para los conciertos que iba a dar en Londres a partir de julio y que Muhammad describió como "excelente y lleno de energía".
Aún así, los abogados del médico han seguido con su labor de defensa intentando desviar la atención del jurado hacia la figura del doctor Arnold Klein, amigo y dermatólogo del cantante, culpándole de convertir a Jackson en un adicto al analgésico demerol. Este fármaco puede producir insomnio, el supuesto motivo por el que tomaba propofol.
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