Los ministros israelíes no pisan Reino Unido para evitar juicios
La última víctima es Avi Dichter, titular de la cartera de Seguridad Pública. Ayer anunció de forma repentina la suspensión de un viaje a Londres para dar una charla sobre el proceso de paz.
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"Es una situación intolerable", dicen en Israel respecto a las leyes que permiten a cualquier ciudadano en el Reino Unido denunciar por crímenes de guerra a los ministros hebreos por lo que sucede a diario en los territorios ocupados.
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La última víctima es Avi Dichter, titular de la cartera de Seguridad Pública. Ayer anunció de forma repentina la suspensión de un viaje a Londres para dar una charla sobre el proceso de paz.
En julio de 2002 Dichter era jefe del Shin Bet, los servicios de inteligencia desde donde se informaba al ejército del paradero de los milicianos palestinos para eliminarlos. El Shin Bet pasó información sobre el escondite de Saleh Shahadah, un líder de las milicias de Hamas en la franja de Gaza.
Poco después la aviación hebrea descargó una bomba de una tonelada contra el edificio donde Shahadah se ocultaba, matando al miliciano y a 14 civiles, nueve de ellos niños.
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Recientemente Dichter consultó con el ministerio de Exteriores israelí si podía viajar a Londres, pero el ministerio le respondió que Londres no podía garantizar su inmunidad.
Dichter se enfrentó a una situación similar en 2005 en EEUU donde presentaron una denuncia contra él por crímenes de guerra. Como la legislación estadounidense no prevé la detención de un sospechoso en este caso, pudo abandonar el país.
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Dichter es el primer ministro de Israel obligado a suspender un viaje al Reino Unido ante el temor de ser detenido y juzgado por crímenes de guerra, pero otros altos cargos israelíes ya han evitado viajar allí por el mismo motivo.
Desde hace varios años los israelíes han ejercito toda la presión posible sobre el gobierno británico para que modifique las leyes, incluso a través de Estados Unidos, y en Londres han respondido que intentarán cambiar la legislación pero hasta ahora no se ha producido ese cambio.
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En 2005, Doron Almog, jefe de la zona militar sur de la que depende la franja de Gaza, viajó al Reino Unido pero no llegó a descender del avión. En la escalerilla esperaba la policía británica para detenerlo. Almog permaneció varias horas en el interior del aparato hasta que el avión regresó a Israel.
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