Este artículo se publicó hace 2 años.
Meloni y Salvini inician su guerra contra los barcos de rescate de migrantes con más de mil personas a la espera de puerto
Cuatro buques de diferentes ONG denuncian el cierre de puertos italianos tras días de espera con personas rescatadas a bordo. "Si no me dan puerto pronto voy a entrar sí o sí. Es una emergencia", dice el capitán español de uno de los buques.
Jairo Vargas Martín
Madrid-
"Si Italia no me da puerto en cuatro o cinco días, voy a tener que entrar sí o sí. Nuestra situación es de emergencia", advierte a Público Marco Antonio Martínez, capitán del barco de la ONG alemana Mission Lifeline. A bordo de su barco de rescate, entre olas de dos metros en el Mediterráneo central, hay 95 personas rescatadas en los últimos días.
Entre los rescatados, de hasta seis nacionalidades, hay ocho bebés de entre siete meses y dos años y un total de 34 menores. Además hay 24 mujeres, tres de ellas embarazadas, y 71 varones adultos. "Todos en un barco de 25 metros de eslora, repartidos como podemos por la cubierta", añade el capitán, que pide puerto desesperadamente ante el riesgo de enfrentar un temporal que levantará olas de hasta seis metros, incide. "No es un favor, es un derecho marítimo que den puerto para desembarcar a rescatados", recuerda Martínez.
Pero su situación, aunque más desesperada, es la misma que llevan días enfrentando otros tres barcos de rescate de tres ONG. El nuevo Gobierno Italiano repite su estrategia de 2018, cuando el ultraderechista Matteo Salvini llegó al ministerio del Interior y declaró una guerra sin cuartel a las ONG de rescate que al final se ha saldado con un proceso judicial por "secuestro" de los migrantes rescatados en el Open Arms.
Hay 1.080 personas migrantes rescatadas esperando un puerto seguro que Italia les niega
En total hay 1.080 personas migrantes rescatadas esperando un puerto seguro que Italia les niega. El Gobierno de Giorgia Meloni, con Salvini como vicepresidente y ministro de Infraestructuras, ya ha anunciado el cierre de puertos a las ONG extranjeras, repitiendo su estrategia fallida anteriormente que, sin embargo, ha sido una de las grandes promesas electorales de la ultraderecha italiana.
El nuevo Ministro del Interior, Matteo Piantedosi, que fue jefe de gabinete de Salvini durante el primer bloqueo de puertos italianos, ha confirmado que Italia aplicará su ley de seguridad y que por tanto "los estados de bandera (de los barcos) son competentes para la asistencia y por lo tanto para la recepción".
Así, el buque Geo Barents, de la ONG Médicos Sin Fronteras, lleva varios días esperando puerto con 572 personas rescatadas, mientras que el Ocean Viking, de la organización SOS Méditerranée y bandera noruega, que actúa en el Mediterráneo en colaboración con la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FICR), viaja con 234 personas.
A estos se suma el Humanity One, de la ONG SOS Humanity y bandera alemana, que lleva a bordo 179 personas, entre estos un bebe de siete meses y más de cien menores no acompañados.
"Nosotros no tenemos un barco tan grande como el Geo Barents o el Ocean Viking. Tenemos capacidad para unas 60 personas y somos 95 y la tripulación", lamenta Martínez, que advierte de que tiene combustible para cuatro o cinco días. "Ni las autoridades italianas ni las de Malta nos han dado puerto. Hemos tenido que variar el rumbo y estamos a unas seis millas de la costa de Catania", asegura. Su objetivo es esquivar el temporal en la zona donde esperaban puerto, pero si no hay avances, acabará entrando en uno con o sin autorización, sostiene.
El bloqueo del gobierno ultraderechista italiano ya ha levantado ampollas en el seno de la UE después de negarse a la petición del Gobierno alemán de que autoricen el desembarco.
El problema no es nuevo y la situación no ha sorprendido a ninguna de las ONG bloqueadas. Recuerdan que tras la salida de Salvini, los desembarcos se han seguido retrasando y los bloqueos de barcos por supuestos problemas administrativos han sido una constante durante y después de la pandemia.
Bruselas, a pesar de los incidentes en el pasado, sigue de perfil ante estos episodios. "La Comisión Europea no está involucrada ni es responsable de la coordinación de las operaciones en el mar ni de definir el lugar de desembarco", señaló la portavoz comunitaria de Interior, Anitta Hipper, a EFE.
Hasta ahora, el único avance en materia de acogida de rescatados en el Mediterráneo central ha sido una declaración de solidaridad acordada hace unos meses por los países de la UE. Sin embargo, es "voluntario, simple y previsible", según Hipper, aunque no está evitando situaciones de tensión entre países de la UE.
Por el momento, Francia y Alemania han sido los únicos estados miembros que se han ofrecido para dar acogida a parte de estos mil rescatados, pero antes deben llegar a tierra en Italia, afirmó este viernes el ministro del Interior galo, Gérald Darmanin.
"Hemos dicho a Italia, junto con Alemania, que si ese barco (el Oceans Viking) atraca en Italia nosotros acogeríamos a una parte de las mujeres y los niños para que Italia no tenga que soportar sola la carga", aseguró Darmanin en unas declaraciones a la prensa.
Noruega, en cambio, cuya bandera ondea en dos de los barcos bloqueados, ha respondido a Italia que no tiene ninguna responsabilidad en la recepción y acogida de los rescatados, tal y como dicta el derecho marítimo internacional.
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