Este artículo se publicó hace 8 años.
El líder de la banda nazi Panzer inicia su “Cruzada Católica” en Iraq contra Daesh con los Peshmergas que entrena Israel
El líder ideológico de la banda armada nazi Pánzer, absuelto por la Audiencia de Valencia por asociación ilícita y tenencia de armas, ha reaparecido en el Kurdistán iraquí uniformado y con un AK-47 en las manos, para llevar a cabo su “cruzada católica” contra el Daesh. “Simón de Monfort”, así dice llamarse, está a 250 kilómetros de Kirkuk, la línea caliente con ISIS e integrado en un grupo peshmerga que recibe apoyo de Israel y EEUU.
Joan Cantarero
-Actualizado a
PARÍS.- Se presenta como “Simón de Monfort”, tomando el nombre del cruel y sanguinario cruzado católico que en el siglo XIII combatió a los cátaros por orden del papa Inocencio III. Pero su nombre real es Juan Manuel Soria Monfort, de 46 años, activo militante de la ultra derecha, que fue detenido por la Guardia Civil en 2005 y juzgado como líder ideológico de la peligrosa banda armada neonazi Pánzer, formada entre otros por reos de asesinato, agresión, coacción, tenencia ilícita de armas, a quienes la Justicia absolvió tras dictar la nulidad de todas las pruebas incriminatorias que los investigadores aportaron.
Unos años después, tras su detención en 2005 y otra posterior, Juan Manuel Soria trasladó su domicilio y negocios a Marruecos, donde abrió una empresa de curtidos en la Zona Franca de Exportacion Boukhalef de Tánger, una actividad que, por otra parte, su familia venía realizando en la localidad valenciana de Manises.
Precisamente en Marruecos, Soria, un racista reconocido y militante, decidió unirse a una ong cristiana que presta ayuda humanitaria a inmigrantes subsaharianos que malviven en Marruecos. Una acción que contrastaba con su activismo ultra en organizaciones contrarias a la inmigración, que en manifestaciones públicas coreaban “negros no, España no es un zoo”.
Según cuenta uno de los agentes de la Guardia Civil que investigan habitualmente a grupos de extrema derecha, tal giro ideológico solidario de Soria no es real, sino que “es claramente una impostura que fabricó en su día, con la única intención de crearse una imagen nueva no racista que aportar en el juicio, ante el temor de ser condenado como dirigente de la banda nazi del FAS a más de 3 años de prisión”.
“No hay que olvidar -recuerda el agente- que Soria, fue detenido junto a su cómplice también imputado en Panzer, el militar Pedro David Montiel, alias Cráneo. “Esta vez -explica el guardia civil- por extorsionar a un sacerdote con imágenes del religioso de contenido sexual adulto, al que amenazaron con su difusión si no pagaba 15.000 euros. Por estos hechos ambos fueron condenados en 2008 a casi 2 años de prisión”, recuerda.
El viaje a Irak
Soria se incorporó a estas milicias de voluntarios cristianos que aún creen en las “cruzadas”, a través de una organización internacional católica con sede en París, cuyas iniciales son DN, cuyo objetivo es crear un "ejército cristiano para luchar contra la barbarie islámica”.
Las gestiones con DN las inició Soria en diciembre del pasado año, pero tras cumplimentar su inscripción, y efectuar el preceptivo pago de 3000 euros, no fue hasta mediados de enero de este año cuando el ex líder de la banda nazi puedo realizar su viaje a Turquía, según ha podido saber Público.
En la capital turca le esperaban miembros de la organización reclutadora que le facilitaron la documentación necesaria para moverse sin problemas y los peshmergas -de religión musulmana e independentistas- se encargaron de acompañarlo hasta su destino, cruzando la frontera iraquí con dirección a Sulaymaniyah, ya en territorio kurdo-iraquí. Una práctica y ruta habitual diseñada por los “nuevos cruzados”.
Una vez en su destino Soria se enfundó su uniforme militar, se caló su “Boina Verde”, se pertrechó de granadas y munición, tomo su AK-47 -incluido en el “kit” del voluntario- y ya estaba listo para iniciar su cruzada cristiana contra el ISIS.
Los peshmergas, nombre que reciben los kurdos de Iraq, cuentan con el apoyo económico y militar de Estados Unidos e Israel, quienes se encargan de su formación y apoyo logístico, a cambio de petróleo de los pozos controlados por los kurdos en suelo iraquí.
Entre los voluntarios hay personajes de todo el mundo que pagan por ir enfrentarse al Daesh, algunos veteranos norteamericanos de guerras diversas como la de Iraq y también militantes de la extrema derecha estadounidenses, británicos, franceses e israelíes principalmente.
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