Libia estrenará un Ejecutivo en 10 días
Duros combates en los bastiones de Beni Walid y Sirte
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El Consejo Nacional de Transición (CNT) se ha dado diez días para formar un nuevo Comité Ejecutivo que dirigirá Libia hasta que hayan vencido a las últimas fuerzas del régimen de Muamar Gadafi. El primer ministro interino, Mahmud Yibril, explicó que en el nuevo Ejecutivo estarán representadas todas las facciones y regiones del país, incluidas las ciudades que "aún no han sido liberadas", como Sirte y Beni Walid. Sin embargo, Yibril no aclaró si él mismo volverá a presidir el nuevo Gobierno transitorio o dimitirá, tal y como han exigido en los últimos días numerosas voces críticas con su gestión.
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Yibril aseguró que "los esfuerzos de reconciliación nacional ya han comenzado", pero pidió "paciencia" al pueblo libio. "Esperamos terminar pronto las batallas en las ciudades asediadas y así volver a estar unidos", dijo el primer ministro interino en rueda de prensa.
Las tropas rebeldes lanzaron de madrugada una nueva ofensiva contra Beni Walid y lograron que las fuerzas gadafistas se replegasen hacia el zoco. "Los refuerzos están llegando desde Misurata. Esperamos que en un par de días podamos tener buenas noticias", explicó en Trípoli el general Omar al Hariri.
El optimismo de los mandos en la capital se contrapone a la cautela de los jefes militares, que recuerdan que en esta ciudad del desierto están atrincherados más de medio millar de combatientes bien entrenados y un centenar de francotiradores armados con fusiles, lanzagranadas, lanzacohetes e incluso algún tanque. "Estamos hallando mucha resistencia. Son profesionales que saben lo que hacen. Lograremos la victoria, pero no puedo asegurar cuándo", explicó Yalil al Yalal, uno de los portavoces rebeldes.
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Los rebeldes intensificaron el asedio a las ciudades que siguen bajo control gadafista: Sirte, la ciudad natal del dictador libio, y los oasis de Jufrah y Sebha. Mientras, en el enclave petrolero de Ras Lanuf, un ataque sorpresa de tropas del régimen mató a 17 combatientes rebeldes. El asalto a esta ciudad, desde la que se exporta gran parte del crudo libio, coincidió con el anuncio del CNT de que se ha reanudado la producción de petróleo.
El primer ministro interino afirmó que trabaja codo a codo con la cúpula militar y negó que haya divisiones internas. Pero varias personalidades rebeldes le han contradicho. Hasta la fecha, el más crítico con Yibril ha sido el líder militar Ismail Aal Salabi, quien ha pedido su renuncia y le ha señalado como "un remanente del antiguo régimen".
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En declaraciones a la BBC, otro mando militar ha acusado a este tecnócrata, que colaboró con el anterior régimen en un fallido intento de apertura económica, "de haber pasado más tiempo en París que en Bengasi" [la que fue capital provisional del CNT hasta la conquista de Trípoli].
Yibril tampoco se ha ganado la confianza de todos los líderes tribales, un requisito imprescindible para quien aspire a suceder a Gadafi al frente de Libia.
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Por último, la imposibilidad de localizar al dictador libio y a su hijo más temido, Saif al Islam, tampoco está ayudando al CNT. Su búsqueda continúa, mientras el Gobierno nigerino confirmó que otro de los hijos del coronel, el futbolista Saadi, ha cruzado la frontera y está bajo vigilancia.