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Letta anuncia su dimisión como primer ministro de Italia tras perder el pulso con su partido

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Italia vuelve a vivir un momento de convulsión política después de que el primer ministro, Enrico Letta, haya comunicado esta tarde que el viernes presentará su dimisión al presidente de la República, Giorgio Napolitano. La decisión de Letta, que llegó al Ejecutivo aupado por el propio Napolitano en abril de 2013, viene precedida de una reunión de la dirección de su partido, el Partido Democrático (PD), en la que el secretario general, Matteo Renzi, ha pedido su cabeza en una reedición de las clásicas guerras internas que sufre el centroizquierda desde sus inicios tras la disolución del Partido Comunista. Renzi se ha ofrecido para sustituir a Letta pero no ha descartado el adelanto de elecciones. Ese escenario, sin embargo, se antoja complicado, teniendo en cuenta que la decisión última será de Napolitano, que a la postre ha sido el artífice de que los dos últimos ejecutivos italianos -el del tecnócrata Mario Monti y este- hayan tenido al frente a personas que no fueron elegidas por los italianos.

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"Tras las decisiones adoptadas hoy por la dirección nacional del Partido Democrático, he informado al presidente de la República, Giorgio Napolitano, de mi voluntad de dirigirme mañana al Quirinale para presentar la dimisión como presidente del Consejo de Ministros", ha dicho Letta en una escueta nota inmediatamente después de cerrarse la reunión de la dirección del PD.

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Renzi, que obtuvo el apoyo de 136 dirigentes y tan sólo la oposición de 16 -los del ala de Pippo Civati, que le disputó el puesto por el liderazgo del partido en diciembre-, ha llamado a "pasar página" y ha declarado que la formación de un nuevo Ejecutivo es "necesaria" y "urgente" para poder realizar reformas concretas en el país antes de 2018. Precisamente Civati, antes de la reunión, avisó de que no estaba a favor de sustituir a Letta por Renzi porque lo quieran o no, el PD tendrá que seguir gobernando con el Nuevo Centroderecha (NCD) de Angelino Alfano.

"La situación exige un impulso radical", dijo Renzi ante los medios, a los que presentó el documento con el que el PD ha defenestrado esta tarde a Letta. El texto le agradece los servicios prestados, pero remarca "la necesidad de abrir una fase nueva, con un nuevo Ejecutivo que tenga la fuerza política para enfrentarse a los problemas del país con un horizonte de legislatura, compartido con la actual coalición de Gobierno y con un programa abierto a las instancias representadas por las fuerzas sociales y económicas".

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Por último, invita a los partidos a "asumir su responsabilidad de frenta a la situación actual para consentir hacer frente a a crisis institucional, social y económica, cumpliendo con las reformas empezando por una nueva ley electoral, el artículo V de la Constitución y la transformación del Senado de la República, poniendo en marcha el programa de reformas profundas económicas y sociales". El aún alcalde de Florencia, de 39 años, ha incidido en que "estamos en una encrucijada" y hay dos caminos a seguir: "Volver a la elecciones o transformar esta legislatura en una Asamblea Constituyente".

Es precisamente la necesidad de una reforma de la ley electoral lo que va a provocar que no se acuda a las urnas inmediatamente. Renzi ya ha pactado un nuevo modelo con Silvio Berlusconi y ahora le tocará llegar a un acuerdo con Alfano. Según Renzi, las elecciones le generan una "cierta fascinación", pero la opción de un nuevo Gobierno, aunque "arriesgada y difícil porque este Parlamento ha demostrado sus límites", sería la mejor opción. "El objetivo es 2018", ha repetido, indicando el final de la legislatura. 

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Alfano, en una rueda de prensa, no ha cerrado las puertas a esa nueva gran coalición, pero ha criticado la falta de tacto que el PD ha demostrado con Letta y ha advertido de que no aceptará un Ejecutivo escorado a la izquierda. "No vamos a aceptar un Gobierno político, sino un Gobierno que dure el tiempo justo para hacer las reformas que urgen al país. Lo pueden llamar de urgencia, de necesidad, de servicio o como quieran, pero nosotros nos llamamos Nuevo Centroderecha y por eso no aceptaremos que sea un Gobierno con un carácter de centroizquierda".

Forza Italia, el partido de Berlusconi -al que le maravilla Renzi- se ha mostrado dispuesto a aceptar un Gobierno guiado por el líder del PD, pero se mantiene en su decisión de estar en la oposición. Il Cavaliere, pese a sus condenas, será quien acuda a las consultas que abrirá ahora Napolitano con los partidos para explicarles cuál sería la configuración del próximo Ejecutivo.  

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Por su parte, el Movimiento 5 Estrellas de Beppe Grillo se ha quejado de que en lugar de que el Parlamento decida si sigue confiando en Letta o no, sea una reunión de la dirección del PD la que decida la suerte del Gobierno. Mientras, Izquierda, Ecología y Libertad, de Nichi Vendola, mantendrá su postura actual: no entrar en un Gobierno en el que está la derecha. Por último, la xenófoba Liga Norte, con su líder Matteo Salvini a la cabeza, ha mostrado un curioso interés en el Gobierno que pueda conformar Renzi.   

El Gobierno de Letta fue constituido el 28 de abril de 2013 ante la incapacidad del también socialdemócrata Pier Luigi Bersani de formar un Ejecutivo estable tras ganar las elecciones hace ahora un año.

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