Este artículo se publicó hace 15 años.
Karzai se niega a convocar una segunda vuelta electoral
El presidente rechaza la presión mundial y amenaza con una "solución afgana"
El presidente afgano, Hamid Karzai, no da su brazo a torcer y se resiste a aceptar la imposición de una segunda vuelta electoral, pese a las presiones de EEUU y la Unión Europea. Karzai se niega a reconocer los resultados de la Comisión de Quejas Electorales (ECC), que le resta los votos fraudulentos y le da menos del 50% de los sufragios, según círculos diplomáticos.
Karzai se enfrenta así a la comunidad internacional y abre una crisis política de consecuencias impredecibles. Afganistán lleva dos meses esperando el desenlace de las elecciones y el caos no hace sino aumentar la tensión en un país sin Gobierno oficial y bajo el intenso asedio talibán.
El líder afgano tiene menos del 50% de los votos, al restarle los fraudulentos
El ministro de Exteriores francés, Bernard Kouchner, en la capital afgana en representación de la UE, ha conseguido que Karzai y su rival Abdullah Abdullah accedan negociar. "Francamente, es lo mínimo que podían hacer", declaró. "Algunos piensan que es legítimo ser elegido en la primera vuelta. Hay una resistencia a considerar que quizá habría que participar en una segunda", agregó Kouchner.
Para hacer entrar en razón a Karzai, el jefe de Gabinete de laCasa Blanca, Rahm Emanuel, ha declarado a CNN que sería "irresponsable" tomar una decisión sobre el refuerzo de tropas en Afganistán mientras "no haya un Gobierno creíble y un proceso electoral legítimo en el país". Y el senador demócrata John Kerry, de visita también en Kabul, asegura que es necesario saber "con qué Gobierno estamos tratando".
Para solucionar el embrollo se barajan varias hipótesis. La proclamación de Karzai como vencedor parece poco probable, puesto que sería un Gobierno no legítimo para la comunidad internacional a causa del fraude masivo y provocaría disturbios en el norte del país, bastión de su rival. El jefe de campaña de Abdullah en la provincia de Blakh, Zalmai Younisi, advirtió ayer de que "la población del norte se manifestará, y los muyahidines se sublevarán contra el Gobierno de Karzai".
EEUU no decidirá el envío de más tropas hasta que haya un «Gobierno creíble»
La opción favorita para Occidente es la formación de un Gobierno de unidad nacional, o provisional, hasta primavera, algo muy peligroso porque la insurrección se ha intensificado y extendido en los últimos tres años y EEUU duda sobre si enviar más tropas.
Alerta máxima en KabulKarzai ha amenazado con aplicar la "solución afgana", que consiste en convocar una Loya Jirga, o Gran Consejo, que evitaría la segunda vuelta. Una nueva votación es una opción muy arriesgada porque debe celebrase en las próximas dos semanas, antes de la llegada del invierno (la nieve dificulta el acceso a gran parte del territorio), y puede sufrir un boicot masivo en los bastiones pashtunes del sur, donde la seguridad se ha deteriorado.
La alerta máxima se ha redoblado estos días en la capital, Kabul, donde las autoridades han ofrecido una recompensa de 40.000 dólares a cualquiera que pueda tener información sobre combatientes insurgentes que estén infiltrados en la ciudad. Decenas de personas han muerto en varios ataques suicidas aquí, el último el perpetrado frente a la Embajada de India el pasado 8 de octubre, en el que murieron 17 personas y 60 resultaron heridas.
Justo en este delicado proceso de negociación política, Pakistán ha lanzado una gran ofensiva en Waziristán, en el noroeste del país y limítrofe con Afganistán, donde se están librando fuertes combates contra miles de insurgentes islamistas talibanes que controlan esa zona, de la que han huido más de 100.000 civiles desde agosto.
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