La expresidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez, se declara en huelga de hambre desde la cárcel
Áñez fue detenida el sábado pasado y cumple cuatro meses de prisión preventiva a la espera de un juicio en el marco del golpe de Estado cometido contra Evo Morales.
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La expresidenta interina de Bolivia Jeanine Áñez, que llegó al cargo tras el golpe de Estado contra Evo Morales, y encarcelada preventivamente durante seis meses por presuntos delitos de sedición, conspiración y terrorismo tras la crisis postelectoral de 2019, se ha declarado en huelga de hambre, ya que "no quiere luchar".
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Áñez también estaría deprimida, según ha revelado la presidenta de la Asamblea de Derechos Humanos (APDHB), Amparo Carvajal, después de visitar a la exmandataria en la cárcel de mujeres de Obrajes, donde ingresó el pasado lunes.
Según ha relatado Amparo Carvajal, presidenta de la Asamblea de Derechos Humanos (APDHB), "está en huelga de hambre. No quiere luchar. Tiene una depresión muy fuerte, profunda", recoge el diario local Los Tiempos.
Áñez fue detenida el sábado pasado y cumple cuatro meses de prisión preventiva a la espera de un juicio en el marco del golpe de Estado, por lo sucedido tras las elecciones generales bolivianas de 2019.
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Por otra parte, la hija de Áñez, Carolina Ribera, permanece en "vigilia" fuera de la prisión, esperando que se le autorice visitar a la expresidenta, según recoge 'El Deber', donde también se han congregado simpatizantes de la exmandataria para exigir que sea trasladada a un centro médico.
Ribera también ha informado de que se reunirá con representantes de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para exponer el caso de su madre. Desde la oposición han criticado duramente la detención de Áñez y otros miembros de su gabinete al tildarlo de una detención política, mientras que el Gobierno ha reiterado que se están respetando todos los derechos de la expresidenta.
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Respetar los DDHH y el debido proceso judicial
El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, ha hablado telefónicamente con el presidente boliviano, Luis Arce, a quien ha trasladado la necesidad de respetar los Derechos Humanos y el debido proceso, "que constituyen una base fundamental para la consolidación de la democracia".
Asimismo, se ha alegrado de las conversaciones en curso para establecer una oficina permanente de Derechos Humanos de la ONU en Bolivia, según ha detallado el portavoz de Guterres, Stéphane Dujarric.
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Por último, han hablado del "compromiso continuo de la ONU de apoyar los esfuerzos nacionales para consolidar la paz en Bolivia". Por otro lado, Paraguay se ha sumado a la lista de países, entre ellos Brasil y Estados Unidos, que llaman a las autoridades bolivianas a asegurar el debido proceso tras las detenciones y encarcelaciones de los exaltos cargos de la Administración Áñez, algo que ha celebrado la propia expresidenta en su cuenta de Twitter.
El Senado ha aprobado una resolución que "exhorta a las autoridades de Bolivia a respetar los derechos procesales, la presunción de inocencia y el derechos a la defensa.