Italia La gestión de la pandemia coloca a Conte ante una posible crisis de Gobierno en Italia
La prensa transalpina menciona la posibilidad de tres escenarios ante la posible crisis de Gobierno en el país. Bien es cierto que Giuseppe Conte tiene fuerza en las encuestas, pero es débil políticamente. Su tono 'super partes' está perdiendo atractivo debido a la lentitud del Gobierno italiano a la hora de dar una respuesta rápida y contundente frente al coronavirus, pesando así en su desgaste.
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Fuerte en las encuestas, débil en el Parlamento. Si creara un partido propio, sería el más votado, incluso por encima de la soberanista Liga de Salvini. Pero no lo tiene. Ha sabido gobernar tanto con la derecha, como con la izquierda. Gusta a un tercio de los italianos, según los sondeos. Su tono super partes, sin embargo, está perdiendo atractivo debido a la lentitud del Gobierno italiano a la hora de dar una respuesta rápida y contundente frente al coronavirus, pesando así sobre su desgaste. La prensa transalpina menciona la posibilidad de un nuevo Ejecutivo, pero todavía está todo en el aire. El presidente del Gobierno italiano, Giuseppe Conte, arriesga la implosión.
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¿Por qué, concretamente ahora, la prensa del país menciona más que nunca la posibilidad de una crisis de Gobierno para Giuseppe Conte? La crisis del primer ministro tiene mucho que ver con las frustraciones políticas del expresidente Matteo Renzi, socio minoritario del Ejecutivo y líder de la centrista Italia Viva (IV); y con la gran lentitud que está teniendo en el país a la hora de suministrar la segunda tanda de vacunas anticovid. Tras varios días de retraso, está previsto que la segunda tanda, de 470.000 dosis, sean repartidas hoy por todo el territorio transalpino.
"Es el momento de dar respuestas", comenta el ex premier Matteo Renzi, deseoso, como de costumbre, de protagonizar la vida política italiana a costa de desequilibrarla, aunque disponga de tan sólo el 3% en las encuestas. "Hay que defender a Conte, no está en discusión su salida del Gobierno", afirma sin embargo el ministro de Exteriores italiano, Luigi Di Maio, líder de facto del antiestablishment Movimiento 5 Estrellas (M5E), quien añade: "Empujar al país, ante una posible tercera oleada de coronavirus, hacia unas nuevas elecciones sería un fracaso. La imagen que daría Italia a nivel internacional sería pésima".
Así las cosas, y descartando unas elecciones anticipadas, en Italia se asoman tres escenarios: el primero, que los de Renzi retiren su apoyo de forma definitiva, provocando la caída del actual Gobierno y favoreciendo uno nuevo sin Conte; el segundo, que Conte formule un nuevo Ejecutivo cambiando a todos los ministros, inaugurando formalmente de mandato (siendo así el tercero, consecutivo) y satisfaciendo a los socios de la actual mayoría; y que Conte cambie sólo algún ministro. La opción de que no pase nada, atendiendo a los expertos de la prensa del país, parece todavía poco probable.
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Atendiendo a una encuesta publicada este lunes por el diario italiano La Repubblica, Giuseppe Conte disfruta de una aceptación del 33% del conjunto del electorado transalpino. Según el estudio encargado por el conocido periódico progresista, un tercio de los votantes del país consideran que el actual primer ministro ha sido "el mejor político italiano de 2020". Bien es cierto, también, que dicho porcentaje aumenta notablemente conforme los datos se centran en los votantes de los actuales partidos de la mayoría que sustenta el Ejecutivo italiano. Para la mayoría absoluta de los votantes del socialista Partido Democrático (PD) y aquellos del antiestablishment del Movimiento 5 Estrellas (M5E), el actual inquilino de Palacio Chigi es actualmente el mejor líder transalpino, con un 56% y un 76% de las preferencias, respectivamente. Pero esto se centra exclusivamente en las figuras políticas de forma individual.
En términos de partidos la cosa cambia. Según la última media de sondeos realizada en el país, la soberanista Liga de Matteo Salvini sería la formación más votada del país con casi el 24%, pero sus porcentajes en las encuestas están bajando considerablemente, semana tras semana, desde hace un año y medio. Hasta el punto que, en los últimos meses, los leguistas están experimentando un acercamiento paulatino, a la baja, a los socialistas del PD, el segundo partido más votado, con el 20% de las preferencias, si hoy mismo hubiera elecciones generales en el país con forma de bota.
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El problema de la supervivencia de Conte va más allá de las encuestas con un desglose por partidos. Italia es un país con una mentalidad política tradicionalmente proporcional, de modo que las coaliciones son esenciales para la estabilidad del primer ministro. La de Conte, en este caso, se la ofrecen dentro del Parlamento el M5E, el PD e Italia Viva (IV) del ex premier Matteo Renzi. En términos de escaños estos tres partidos dan con la mayoría absoluta con los parlamentarios actuales, elegidos en las generales de 2018. Pero en la calle, atendiendo a los sondeos, la actual coalición lograría tan sólo el 38,6% de los votos, frente al 46,9% de la que hoy encabeza Salvini, reuniendo también a los soberanistas de Hermanos de Italia (HDI) de Giorgia Meloni y a una marginal Forza Italia (FI) del también expresidente del Gobierno italiano, Silvio Berlusconi.
La actual mayoría parlamentaria, así pues, si pretende sobrevivir, aunque sea a duras penas, tiene que mantenerse tal cual en las Cámaras, independientemente de quién sea el primer ministro. Así que, salvo sorpresas, lo último que se prevé en Italia es la convocación de unas urnas, con dos años de antelación. Entre otras cosas, porque en 2022 tendrá lugar la elección del sucesor de Sergio Mattarella, actual jefe del Estado, una figura de gran importancia constitucional en el país por su imparcialidad. Y, para muchos, sería realmente incómodo que comulgara con las sensibilidades soberanistas.
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La aceptación popular del primer ministro italiano, Giuseppe Conte, según el diario La Repubblica, tiene mucho que ver con la sensación de "inseguridad" de los ciudadanos "asediados por el coronavirus". El presidente del Gobierno transalpino, tanto en primavera como en otoño, "alcanzó unos niveles de popularidad altísimos", explica el conocido diario progresista, porque "la incertidumbre ha favorecido la demanda de autoridad". El histórico diario italiano Corriere della Sera, por su parte, asegura: "Un país normal, cansado y desorientado por una emergencia que tan emergencia no es, ya que dura desde hace casi un año; necesitaría un Gobierno normal. Donde por decreto, esta vez sí, se suspendan los cálculos de conveniencia de cada político, partido o corriente que lo apoye".