Israel obligó a Abás a retrasar las votaciones
El presidente palestino cedió a la amenaza de revelar que apoyó en secreto la ofensiva
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El informe Goldstone fue inicialmente mal recibido en Ramala. El presidente Mahmud Abás dio instrucciones a sus diplomáticos en un primer momento para que aplazaran su debate en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York, y sólo una protesta generalizada de los palestinos, con la inclusión de numerosas críticas, también de Fatah, le obligó a reconsiderar su posición inicial y dar luz verde a la votación sobre el texto.
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El diario hebreo Maariv explicó hace algunos días que la extraña posición inicial de Abás en contra del informe se debió a presiones de Israel de tipo personal. Los servicios de seguridad israelíes habrían informado a Abás de que tenían en su poder una grabación en la que éste conversaba con un alto dirigente político israelí y le animaba a seguir atacando la franja de Gaza.
Existiría también una segunda grabación comprometida, entre un asesor de Abás y otro cargo israelí, en la que ambos discutían al detalle sobre los bombardeos israelíes contra la franja de Gaza. El israelí pedía consejo al palestino acerca de los mejores lugares para ser bombardeados.
Durante el conflicto, Hamás practicó numerosas detenciones entre seguidores de Fatah en Gaza, hiriendo a algunos en las piernas para que no pudieran desplazarse. Según Hamás, estas personas colaboraban con el Ejército israelí indicándoles dónde bombardear y señalando al enemigo los movimientos de los milicianos que participaban en la resistencia.
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