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Israel y EEUU alertan ante un inminente ataque de Irán y Hizbulá para vengar el asesinato del líder de Hamás

Los responsables de Defensa de EEUU e Israel coordinan una respuesta conjunta a Irán, si lanza un ataque de represalia por el asesinato de Ismail Haniyeh en Teherán.

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Un manifestante pro-Palestina sostiene un cartel con un retrato del líder de Hamás, Ismail Haniyeh, a 3 de agosto de 2024. — David Canales / SOPA Images via ZU / DPA / Europa press

madrid, Actualizado:

Irán y las milicias proiraníes de Hizbulá preparan una inminente represalia contra Israel por el asesinato en Teherán de Ismail Haniyeh, líder de la milicia palestina Hamás. Sin embargo, Teherán vacila sobre la dimensión que debe dar a esa respuesta ante el compromiso de Washington de defender a sus aliados israelíes hasta las últimas consecuencias.

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En las últimas horas, los responsables de Defensa de Israel y Estados Unidos se han reunido y sus países están atentos a cualquier paso en falso que pueda dar Teherán y que, según Washington, podría ser inminente.

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Aunque está dispuesto a golpear a Israel para salvar la afrenta y no perder más aún la cara ante su propia población y sus aliados en Oriente Medio, el Gobierno iraní quiere evitar que la devolución de la bofetada devenga en una gran guerra en la región que podría suponer el fin del régimen de los ayatolás, sobre todo si Washington apoya a Tel Aviv, como es seguro que haría.

Irán invoca su derecho inalienable a responder a Israel

"Irán apuesta por la estabilidad en la región, pero esto solo se conseguirá si se castiga al agresor (Israel) y se disuade al régimen sionista del aventurerismo", afirmó el ministro de Asuntos Exteriores iraní, Naser Kananí. El jefe de la diplomacia iraní no mencionó el alcance de esa disuasión, pero insistió en que Irán tiene "el derecho inalienable" de responder al asesinato de Haniyeh.

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El general de división Hosein Salami, comandante en jefe de la Guardia Revolucionaria, uno de los brazos más fuertes del ejército de Irán, afirmó por su parte que Israel, con la ejecución de Haniyeh, "está cavando su propia tumba".

"Teherán es esclavo de sus promesas de represalia, pero sabedor de que no puede hacer mucho sin que cualquier acción contra Israel devenga en su contra"

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A pesar de toda esta retórica de venganza, Teherán se encuentra en una posición muy delicada: esclavo de sus promesas de represalia, pero sabedor de que no puede hacer mucho sin que cualquier acción contra Israel devenga en su contra y le sea devuelta multiplicada por cien por los propios israelíes y sus aliados estadounidenses.

El asesinato el pasado 31 de julio de Haniyeh ha desbaratado los intentos de reducir la escalada de tensión entre Irán e Israel de los últimos tres meses, después de que en abril pasado ambos países ya se mostraran los dientes con sendos ataques muy controlados y anunciados de antemano, que no pasaron de ser un movimiento de disuasión sin intención de desatar una conflagración regional.

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A principios de ese mes, Israel asesinó a varios militares iraníes de alto rango en el consulado de Irán en Damasco. Teherán respondió con una oleada de drones y misiles contra territorio israelí, que lo único que demostró fue la eficacia de la defensa aportada por Estados Unidos a Israel. Casi inmediatamente, Israel bombardeó instalaciones críticas y militares iraníes, también sin mayores consecuencias. La partida quedaba así en tablas.

La muerte de Haniyeh, un punto de inflexión

El asesinato de Haniyeh cuando visitaba Teherán, y que Irán atribuye a Israel, es un salto cualitativo en la tensión entre los dos países: Israel actúa con impunidad y viola el corazón del territorio iraní, y el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, deja claro que su cruzada contra Hamás no se detendrá en Gaza y afectará a todos los aliados de la milicia palestina, especialmente Irán e Hizbulá.

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Y en esa cruzada, Netanyahu está dispuesto a llegar a las últimas consecuencias. Como señaló en un mensaje televisado tras la reunión urgente de su Gabinete de Seguridad al conocerse la muerte de Haniyeh: "Israel está preparado para cualquier escenario".

Por eso, como advertencia directa a Irán, donde el reformista nuevo presidente iraní, Masoud Pezeshkian, se ve abocado a dar una respuesta de fuerza, los responsables de Defensa israelí y estadounidense analizaron en la noche del domingo la posibilidad de ese ataque inminente de Teherán.

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Según indicó el Ministerio de Defensa israelí, su titular Yoav Gallant y el secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, analizaron "la íntima coordinación militar y estratégica" entre ambos países, así como "el despliegue actual y futuro de capacidades militares estadounidenses y los cambios en la postura militar en defensa de Israel".

Entre esos pasos, Washington y Tel Aviv examinan la posibilidad de crear una coalición internacional, lo que recuerda demasiado a esas fuerzas aliadas que, en una situación regional distinta, pero con intenciones parecidas, lanzó EEUU en 2003 contra el presidente iraquí Saddam Husein.

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Despliegue estadounidense en Oriente Medio

Para demostrar que EEUU se toma en serio las amenazas iraníes y más aún las ganas que tiene Israel de responder a cualquier paso de Irán, el Pentágono ordenó el viernes pasado un nuevo despliegue de barcos de la armada estadounidense en Oriente Medio, con barcos de combate (especialmente destructores) y escuadrones de aviones, para reforzar el comando naval que en la región tienen los portaviones USS Abraham Lincoln y USS Theodore Roosevelt.

En un pico más de la escalada militar, este lunes llegó a Israel el responsable del Comando Central (CENTCOM) de Estados Unidos, el general Michael Kurilla. Su intención es visitar en una gira contrarreloj Israel, Jordania y varios países del Golfo Pérsico.

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En el momento de ordenar ese despliegue militar que pone al borde de una guerra de consecuencias imprevisibles a Oriente Medio, Austin subrayó "la posibilidad de una escalada regional por parte de Irán y sus aliados" del llamado Eje de Resistencia.

Esta agrupación de movimientos islamistas de predominante credo chií incluye milicias proiraníes desperdigadas desde el Líbano, con las fuerzas de Hizbulá, hasta el Yemen, controlado en parte por los rebeldes hutíes.

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Israel se prepara también para confrontar a Hizbulá

Y es que al tiempo que está en el aire una muy posible guerra con Irán, Israel mueve ya sus efectivos para un combate aún más seguro contra Hizbulá en el sur del Líbano. Las continuadas provocaciones de la milicia chií contra el norte israelí, que la semana pasada se saldaron con la muerte de una docena de niños en los Altos del Golán anexionados por Israel, hacen segura una respuesta de Netanyahu en cualquier momento, si es que no son los proiraníes quienes atacan primero.

"No parece que la respuesta de Israel a Hizbulá se vaya a limitar a los bombardeos actuales en respuesta a los cohetes de la milicia islamista"

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Y no parece que la respuesta de Israel a Hizbulá se vaya a limitar a los bombardeos actuales en respuesta a los cohetes de la milicia islamista, que, no obstante, han llevado al ejército israelí a evacuar a cerca de 60.000 de sus connacionales del norte del país desde que en octubre comenzó la guerra contra Hamás en Gaza. Hizbulá comenzó entonces a prestar a poyo a las milicias palestinas con sus ataques contra las fuerzas israelíes.

Asimismo, Hizbulá ha amenazado con vengar el asesinato, también por Israel, de su máximo dirigente militar, Fuad Shukr, a las afueras de Beirut el 30 de julio.

Las declaraciones de miembros del Gobierno y el ejército israelíes apuntan a una operación a gran escala, con bombardeos e incursiones aéreas incluidas, y posiblemente entrando en el Líbano con la intención de erradicar a Hizbulá del sur de este país y abrir, desde allí, la posibilidad de ulteriores ataques contra Siria y el régimen de Bachar al Asad, otro de los grandes enemigos de Israel.

Un ataque combinado de Irán y Hizbulá en las próximas horas

Los vientos de guerra soplan con fuerza en Oriente Medio, hasta el punto de que, según el canal de internet estadounidense Axios, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, avisó este domingo al Grupo de los Siete de que podría producirse un ataque coordinado de las fuerzas armadas iraníes y las milicias de Hizbulá para vengar a Haniyeh y Shukr antes de 48 horas.

En esta ocasión, no habría aviso previo, como ocurrió en el ataque iraní contra territorio israelí del 13 de abril, y no sería, por tanto, tan fácil la intercepción de los eventuales drones y misiles balísticos que podría disparar Irán.

Tal y como Blinken indicó a sus homólogos del G7, el ataque podría ocurrir incluso este martes, de ahí que también les solicitara que trataran de ejercer su presión diplomática sobre Irán.

EEUU, según les dijo Blinken a los ministros de Exteriores del G7, trataría de limitar los efectos de los ataques de Irán e Hizbulá, y al tiempo intentaría aplacar la segura respuesta israelí, cada vez menos proclive a escuchar a Washington.

Fuentes cercanas a Blinken indicaron que en la conversación con los miembros del G7, el secretario de Estado mostró su frustración por la actitud de Israel ante las negociaciones con Hamás

Fuentes cercanas a Blinken indicaron que en la conversación con los miembros del G7, el secretario de Estado mostró su frustración por la actitud de Israel ante las negociaciones con Hamás para la liberación de los rehenes israelíes y de otros países en manos de las milicias palestinas, así como la consecución de un alto el fuego que ponga una pausa a la guerra de Gaza, donde han muerto ya cerca de 40.000 palestinos, la mayor parte mujeres y niños, a manos del ejército israelí.

Según Blinken, se había dado "un gran avance" para conseguir una tregua, pero el asesinato de Haniyeh en Teherán reventó todo el proceso. Más que nunca, en estos momentos "se necesita un acuerdo", instó el jefe de la diplomacia estadounidense.

Pero todo apunta a que ese acuerdo no va a ser posible, al menos a corto plazo y antes de que se desate la pesadilla en ciernes. En la noche del domingo, Netanyahu subrayó que Irán e Hizbulá tratan de "estrangular a Israel con sus acciones terroristas". Sin embargo, "estamos decididos a confrontarlos en todos los frentes y todos los ámbitos, cerca y lejos", amenazó.

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