Este artículo se publicó hace 14 años.
Israel deportará a todos los activistas capturados
Ante la presión para liberar a los miembros de la Flotilla de la Libertad secuestrados, Tel Aviv opta por expulsar a todos, incluyendo aquellos a los que se quería juzgar por agredir a soldados israelíes
Eugenio García Gascón
El Gobierno de Israel cedió anoche ante la presión internacional por haber secuestrado a los 680 miembros de la flotilla humanitaria que se dirigía a gaza el lunes. "Hemos acordado deportar a todos los detenidos de forma inmediata", rezó un breve comunicado de la oficina del primer ministro, publicado a última hora de la tarde. La medida afecta incluso a aquellos activistas a los que las autoridades hebreas pretendía juzgar por la supuestas agresiones contra soldados israelíes.
Unos 120 de los casi 700 activistas fueron conducidos ayer a la frontera con Jordania para efectuar su expulsión. Durante la jornada del martes, varios miembros de la misión humanitaria optaron por solicitar su salida del país, firmando un formulario. Otros, sin embargo, desafiaban al Estado judío al ocultar su identidad.
Los tres españoles que viajaban a bordo de la flotilla que el lunes fue abordada por el ejército israelí en altamar, a la altura de Ashdod, se encontraban ayer bien y permanecían ingresados en un centro de detención de Bersheba, al sur del país, junto con otros activistas internacionales que se hallan en la misma situación.
La catalana Laura Arau, de la ONG Cultura, Paz y Solidaridad, firmó un documento tipo que le presentó el Ministerio del Interior hebreo, y que bajo el epígrafe de "Solicitud de salida inmediata" decía: "Yo deseo salir de Israel en la primera oportunidad, antes de finalizar el periodo estipulado por la ley". Laura será deportada inmediatamente.
Las autoridades distribuyeron el documento en los módulos del centro de detención de Bersheba donde están las mujeres. El madrileño Manuel Tapial, de la misma ONG, y el periodista valenciano David Segarra no tuvieron la oportunidad de firmarlo, pero ahora serán deportados igualmente.
Varios organismos internacionales y algunos países occidentales presionaron para que Israel liberara de forma incondicional a los 680 activistas que, con la ley en la mano, fueron secuestrados por la fuerza en altamar, es decir fuera de la jurisdicción israelí.
El número de activistas muertos en el abordaje del Mavi Marmara es de nueve, mientras que una treintena está ingresada en varios hospitales con heridas de distinta consideración. La identidad de los muertos, de los heridos y de los detenidos no se conoce en cada caso, puesto que algunos activistas se niegan a colaborar en la identificación de los muertos y de los vivos.
El Grupo de los SieteDurante la jornada de ayer se conocieron detalles del procedimiento utilizado por las autoridades israelíes para autorizar el abordaje. Se supo que la decisión no la tomó el Gabinete en pleno, como era preceptivo, sino el Grupo de los Siete, un órgano consultivo que incluye al primer ministro Benjamin Netanyahu y a otros seis ministros de peso, pero que, en teoría, no tiene facultad para tomar una decisión de tal envergadura.
Esta circunstancia ha suscitado críticas por parte de ciertos ministros que no fueron consultados y que, tras el fiasco, sostienen que habría sido mejor permitir que el Mavi Marmara y las otras cinco embarcaciones llegaran a Gaza. Al menos de esta manera se habría evitado una crisis internacional, argumentan.
En su conjunto, la clase política israelí ha cerrado filas con el ejército. La mayoría considera que había de evitar por todos los medios que la flotilla llegara a su destino, más que nada para demostrar que Israel es quien manda en su zona de influencia, aunque se trate de un abuso injustificado, y que el bloqueo de la Franja de Gaza no es negociable. Es una decisión unilateral de Israel que no cumple la legalidad internacional.
En los medios de comunicación hebreos hubo numerosas críticas hacia la operación militar, aunque al mismo tiempo se elogiaba el comportamiento de los comandos que intervinieron. El diario Maariv hablaba de "negligencia" en la preparación del operativo, pero simultáneamente destacaba el "heroísmo" de los soldados. En realidad, los comandos sólo tuvieron que hacer frente a unas decenas de civiles que intentaban defenderse con palos y sillas de plástico.
La operación fue una "completa estupidez", señala este periódico que está convencido de que Israel tiene "la razón" y el abordaje estaba justificado. "Pero tener la razón no es suficiente, también se ha de ser listo", argumenta el diario. Los dirigentes israelíes no han sido listos "y han causado un daño astronómico al país".
En Israel no pasó inadvertida la comparencia del jefe del Mosad (los servicios secretos exteriores) ante la Kneset, el Parlamento israelí, donde Meir Dagan advirtió de que la influencia de Israel en la Administración estadounidense está desvaneciendo. En su opinión, el Estado judío era más importante para EEUU durante la época de los grandes bloques. Ahora, con Barack Obama, parece que está perdiendo la enorme influencia que tuvo antes.
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