Israel aumenta más y más sus asentamientos

Israel no para de ampliar sus colonias judías, e incluso ya lo hace sin prestar atención a los posibles problemas que su expansión colonial les pueda ocasionar con EEUU. Apenas dos semanas después de cancelar su construcción, el Comité de Planificación Local del Ayuntamiento de Jerusalén ha aprobado el levantamiento de 130 nuevas viviendas en el asentamiento de Guiló, el este de la ciudad.

Esta nueva construcción había sido retirada de la agenda para evitar un enfrentamiento con la administración Obama tras sus esfuerzos por devolver a israelíes y palestinos a la mesa de negociaciones.

El área, inicialmente destinada a la construcción de un hotel, se encuentra en el territorio ocupado de Jerusalén Este, donde los palestinos aspiran a establecer la capital de su futuro Estado. Israel considera Guiló, ubicado al norte de la ciudad cisjordana de Belén, como un barrio más de su "capital indivisible", Jerusalén, mientras que para la legislación y la comunidad internacional se trata de una colonia ilegal en territorio palestino ocupado. 

"Aparentemente cada diciembre (sic) Israel avanza en su agenda de aislar aún más Belén"

La respuesta palestina no se ha hecho esperar. El jefe negociador palestino, Saeb Erekat, ha difundido un comunicado de condena en el que señala con ironía que "Israel ha comenzado su tradición anual de 'regalos de Navidad' al pueblo de Belén". "El regalo del año pasado fue la expansión de (el asentamiento de) Har Homá, también en tierra de Belén. Aparentemente cada diciembre (sic) Israel avanza en su agenda de aislar aún más Belén de la ocupada Jerusalén Este", agregó.

Por su parte, Elisha Peleg, líder en Jerusalén del Likud, el partido del primer ministro Benjamín Netanyahu, aseguró que ha "luchado" por la aprobación de la nueva edificación porque "permitirá luchar contra la carestía de viviendas en la ciudad" y "Guiló no es diferente a ningún otro barrio de Jerusalén". En tanto, el representante del partido de izquierdas Meretz Pepe Alalo manifestó su oposición "política y profesional" porque "influirá en los lazos entre Israel y los palestinos".

Esta nueva expansión colonial israelí llega en un momento de parálisis del proceso de paz entre israelíes y palestinos, que comenzó y quedó estancado el pasado septiembre, cuando Israel reinició la construcción sin trabas de las colonias judías en Cisjordania al finalizar una moratoria parcial que había aprobado para diez meses.