Las voces de alerta se escuchan por arriba y por abajo y todas advierten de lo mismo: el comienzo de las clases en Argentina previsto para finales de febrero está en peligro por las medidas que está aplicando el gobierno de Javier Milei.

Los 24 gobiernos provinciales –de todo el espectro ideológico– están reclamando a la Secretaría de Educación que se realice el habitual envío de recursos destinados a salarios docentes, comedores e infraestructuras escolares, entre otros. Los sindicatos de profesores, por su parte, están exigiendo una convocatoria urgente a paritarias (partidas presupuestarias) y la regularización del Fondo de Incentivo Docente (Fonid), un componente clave de los sueldos que Argentina no se está transfiriendo a las jurisdicciones provinciales. 

"Si no llaman a paritarias ni mandan fondos, cobraremos menos que el año pasado, sería un contexto imposible para arrancar las clases", avisó Sonia Alesso, la secretaria general de la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (CTERA). El sindicato docente ligado a Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) definió como "grave" la situación salarial de los docentes y añadió que "desde noviembre no se perciben aumentos y la inflación y el ajustazo en tarifas han ocasionado una pérdida importante del poder adquisitivo". Este miércoles la CTERA anunciará sus próximos pasos ante la falta de respuestas por parte de las autoridades nacionales.

"Por ley, el Gobierno debía enviar los fondos del incentivo docente a todas las provincias y no lo hizo", explicó Alesso. "Este mes las provincias pudieron cubrir la falta, pero el próximo mes será imposible, por lo que el docente cobrará menos", añadió.

El recorte de recursos se da en el marco de la tensión entre el Ejecutivo nacional y el resto de partidos tras el fracaso de la Ley Ómnibus en el Congreso. Los ministros de Educación de todas las provincias enviaron la semana pasada una nota al secretario nacional del área, Carlos Torrendell, planteando la "incertidumbre" que atraviesan sus distritos "por la falta de remisión de los fondos contemplados en el marco de la legislación vigente: leyes 26.075 y 25.053, particularmente en lo referido al Fondo de Compensación Salarial Docente, Fondo Nacional de Incentivo Docente, Conectividad y Material Didáctico, Programas Educativos Nacionales y Fondo de Infraestructura".

Negociación de un aumento salarial

En la Secretaría de Educación aseguran que los recursos para pagar el Fonid –que es un fondo destinado a compensar las diferencias entre distritos y varía entre provincias– correspondiente al último tramo de 2023 están disponibles, pero que Economía no los ejecutó, al igual que otras recursos destinados al sistema educativo. Sobre 2024, aún no hay nada definido.

El conflicto en torno al Fonid se mezcla con el otro foco de tensión en la comunidad educativa: la negociación de un aumento salarial. Los sindicatos docentes están reclamando que se convoque a la partida presupuestaria nacional, para intentar acordar un aumento de los sueldos. La reclamación se ha hecho de manera conjunta por la CGT y las CTA. Los maestros, por su parte, ya adelantaron que "el aumento no puede ser inferior a la inflación acumulada". 

"Creíamos que nos iban a convocar la semana pasada, pero no lo hicieron, por lo que todavía estamos esperando. Exigimos que nos convoquen esta semana. Vamos a realizar un congreso para decidir si van o no a empezar las clases en función de lo que pase", adelantó Alesso.