Este artículo se publicó hace 6 años.
Tragedia en GénovaLos ingenieros avisaron a la concesionaria en 2017 del deterioro en el puente de Génova
El Gobierno italiano ha pedido la dimisión de los directivos de Autostrade y ha iniciado un proceso para estudiar la posible revocación de la concesión de la autopista A10, por donde pasa el viaducto, que tiene validez hasta 2038.
Un estudio de ingeniería encargado por la operadora de autopistas italiana Autostrade per l'Italia en noviembre de 2017 advirtió sobre el estado de los tirantes de cable recubiertos de hormigón que soportaban el puente que se derrumbó esta semana en Génova, informaron dos periódicos italianos el viernes.
Los periódicos La Stampa y Repubblica recogen este viernes un informe elaborado por los profesores de la Universidad Politécnica de Milán Carmelo Gentile y Antonello Ruoccolo, contratados por Autostrade para un asesoramiento periódico sobre el estado del puente. Autostrade, controlada por el grupo de infraestructura Atlantia, gestiona el tramo de la autopista A10 que une la frontera francesa con la ciudad portuaria, donde el viaducto se hundió el martes matando al menos a 38 personas.
El puente había presentado problemas desde poco después de completarse su construcción en 1967 y algunos de los soportes se reforzaron ya en la década de 1990. El documento de los ingenieros de finales del año pasado advertía del deterioro que sufrían algunos materiales, como la oxidación en los cables, y se recomendaba una evaluación por parte de la compañía para abordar estos problemas.
Los periódicos recogen que el estudio de la universidad había descubierto que los soportes del tramo del puente derrumbado esta semana reaccionaron a la vibración "de una manera que no concuerda totalmente con las expectativas y requiere más investigación". El estudio dijo que la anomalía en la reacción de los tirantes del puente podía haber estado relacionado con la corrosión del metal en algunos cables. Una de las peculiaridades del puente era que sus cables estaban recubiertos de hormigón, lo que dificultaba evaluar su estado.
Por su parte, en octubre de 2017 el director de Autostrade en Génova, Stefano Marigliani, había asegurado a las autoridades del Ayuntamiento de la ciudad italiana y a las de la región de Liguria, a la que pertenece Génova, que en ese momento el viaducto no presentaba "ningún problema estructural".
Eso después de que algunos vecinos de los edificios residenciales adyacentes al puente hubieran referido a los entes locales ciertas preocupaciones por el estado de la infraestructura.
Marigliani garantizó entonces que Autostrade estaba realizando una serie de labores de mantenimiento y tenía previstas dos intervenciones estructurales para 2018 que reforzarían la infraestructura, según las mismas informaciones.
El puente no se cerró al tráfico y la compañía procedió entonces a desarrollar las intervenciones programadas en el puente, para las que había destinado un paquete de 20 millones de euros.
Tras el desplome el martes, Autostrade reconoció en un comunicado que estaba asegurando el pavimento del viaducto.
Reunión de la cúpula de Autostrade y de Atlantia
El consejo de administración de Autostrade per l'Italia, la filial de Atlantia que gestiona el tramo de la autopista del norte de Italia donde se cayó el puente, se reunirá previsiblemente el próximo martes, mientras que la empresa matriz celebrará su propia reunión de consejo el miércoles.
No se esperaban cambios en la dirección, resistiendo los llamamientos de dimisión realizados por miembros del Gobierno. Se plantearán una serie de problemas técnicos y legales a los miembros del consejo de Atlantia y de Autostrade la próxima semana.
Las acciones de Atlantia, compañía controlada por la familia Benetton, se desplomaron más del 30% en los días posteriores al derrumbe del puente, tocando un mínimo histórico de 17,26 euros el jueves, mientras que hoy sube alrededor de un cinco por ciento.
La agencia de calificación Standard and Poor's (S&P) puso ayer en vigilancia negativa el rating de deuda a largo plazo 'BBB+' de Atlantia y sus filiales Autostrade y Aeroporti di Roma. "La revisión negativa refleja el riesgo de que las investigaciones sobre la causa del derrumbamiento del puente puedan llegar a acciones judiciales que terminen en multas o, en un caso extremo, en la rescisión de la concesión de Autostrade", explicó S&P.
El Ministerio de Transporte ha concedido a Autostrade 15 días para demostrar que cumplió con todas sus obligaciones contractuales, y quiere que la compañía corra con los gastos de reconstrucción del puente.
El vice primer ministro Luigi Di Maio ha insistido en que el Gobierno italiano está decidido a revocar la concesión nacional del operador de autopistas de Autostrade per l'Italia la concesión nacional. "Lo digo claramente, hay una voluntad política definida: queremos revocar la concesión", dijo Di Maio en Facebook, reiterando comentarios hechos en una entrevista televisada el jueves por la tarde.
Sus comentarios se producen después de que otros miembros de la coalición que gobierna el país señalasen que el Ejecutivo podría estar considerando acciones menos dramáticas contra Autostrade, tales como una multa o sólo revocar la concesión de la autopista del puente que colapsó, que tiene validez hasta 2038.
El sábado por la mañana se celebrará un funeral de Estado por la mayoría de las víctimas en el Centro de Exposiciones y Ferias de la ciudad portuaria, al que asistirán el presidente, Sergio Mattarella, y el primer ministro, Giuseppe Conte.
El Gobierno ha declarado el sábado día nacional de luto. El funeral se televisará en directo y la cadena estatal RAI ha dicho que no emitirá publicidad como muestra de respeto por las víctimas.
Sin embargo, algunas familias han dicho que boicotearán el acto y celebrarán sus propios servicios privados, en señal de protesta contra lo que dicen fue una negligencia que causó el derrumbe del puente.
Los equipos de rescate seguían trabajando el viernes por cuarto día consecutivo entre las toneladas de cemento y acero del puente derrumbado.
Un incendio entre los escombros detuvo parte de las operaciones de rescate, provocando una humareda blanca antes de ser extinguido. Se cree que una chispa de un equipo de corte de metal causó el fuego, que comenzó en un almacén enterrado bajo el puente de la autopista en ruinas.
El número de muertos confirmados por el hundimiento de un tramo de 200 metros del puente el martes que provocó la caída en picado a 50 metros de altura de decenas de vehículos, se mantuvo en 38, pero las autoridades han dicho que todavía puede haber entre 10 y 20 personas desaparecidas.
Más de 600 personas tuvieron que abandonar sus viviendas bajo los tramos restantes del puente por temor a un nuevo derrumbe. Las autoridades han decidido que los edificios sean demolidos, ya que sería demasiado peligroso dejarlos allí.
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